Caggiani: “Bolsonaro puede ser una granada de fragmentación para la frágil democracia brasileña y latinoamericana”
La cuestión en Brasil es entre "demócratas y fascistas", por lo que “debemos formar un gran frente de fuerzas de izquierda, progresistas, democráticas contra el fascismo en Latinoamérica”, expresó el diputado Daniel Caggiani en República Radio.
Al analizar en lacatorce10 el resultado de la votación, el parlamentario expresó que la elección en Brasil fue“maniatada”ya que el principal candidato, que contaba con la mayor intención de votos era el expresidente Lula, hoy preso y a quien no dejaron ni siquiera votar. Esta situación llevó a que el candidato de ultraderecha con propuestas fascistas como el militar Jair Bolsonaro, obtuviera casi el 46% de votos.
Agregó que, de todas maneras “se cumplió con el objetivo de que el candidato del PT Fernando Haddad pueda llegar a la segunda vuelta”. Hace menos de un mes Haddad tenía menos del 5% de intención de votos y ayer obtuvo el 29% de los sufragios.
En opinión de Caggiani, ahora empieza una nueva elección -un mano a mano entre estos dos candidatos, y estas tres semanas estarán sobre la mesa dos proyectos: el fascismo y el conservadurismo representado por Bolsonaro y la democracia, el progresismo y el avance social representado por Haddad.
En el escenario brasileño ahora se darán “reacomodos”, sobre todo porque Bolsonaro“tendrá que empezar a debatir”, ya que creció en base a no decir lo iba a hacer, con lo que se abre un nuevo escenario en el que “habrá mucha lucha, mucho trabajo y solidaridad internacional”, agregó.
El fin de semana pasado el expresidente Mujica volvió a hablar a los frenteamplista, y remarcó la necesidad de diálogo con la ciudadanía, -y mirando el panorama regional- resguardar lo conseguido en estos 15 años de gobierno de la coalición.“Sin duda, -explicitó Caggiani- tenemos una responsabilidad histórica muy grande, ya que en América Latina y en el mundo se van configurando escenarios parecidos ante las crisis financieras que golpea las economías periféricas”. Para enfrentar estos fenómenos“hay dos recetas: el ajuste, es decir sangre, sudor y lágrimas como proponen algunos gobiernos de derecha; o una política de mayor redistribución de ingresos, que apueste a fortalecer el consumo de las familias y que revitalice la economía”. Ese escenario también se repite en Brasil, que hoy tiene una economía con un 8% de déficit fiscal acumulado, más de 13 millones de brasileños sin trabajo, y el 80% del país está endeudado. Estos elementos tendrán que formar parte de la discusión de las próximas tres semanas hacia el balotaje.
En América Latina y en la región “está en juego el valor de la democracia, estamos enfrentando a una nueva derecha, con tinte ´fascistoide´ por lo que no hay lugar para los grises. Debemos unificar el campo popular y sobre todo los sectores liberales y democráticos en un gran frente opositor al fascismo y debe ser la preocupación de la izquierda uruguaya y regional”, indicó Caggiani.
Las grietas y el Parlasur
Consultado cómo está desarrollando su papel el Parlasur el legislador indicó que también “sufre de los calambres de la región. Es un ámbito político en el que hemos logrado seguir funcionando y avanzando en materia de acuerdos para debatir los grandes temas que hacen a la región, pero sin duda todos estos temas recaen y resiente la posibilidad de avance. Recordemos que Bolsonaro en su programa de gobierno no menciona ni una sola vez al Mercosur, y sobre todo dice que Brasil se insertará en el mundo y hará acuerdos comerciales con todos los países posibles”. Un triunfo de Bolsonaro puede llegar a ser“muy grave para el Uruguay y pernicioso para la región”. Sin duda será tema de debate en el propio Parlasur y lo importante es transitar caminos de trabajo, solidaridad y lucha, que nos encuentre a la izquierda, a los progresistas, a los demócratas unidos frente al avance de fascismo en AL y en Brasil.
En opinión de Caggiani la izquierda uruguaya “es un faro en AL”, su unidad se logró a través de mucho trabajo, de convicción, y en momentos complicados para el mundo es importante que la izquierda nacional dé una señal de que se puede construir diálogos más allá de las diferencias.
Sin duda que “en el segundo semestre del año que viene viviremos momentos difíciles y de tensión, cuando se desarrollen las elecciones internas y nacionales, lo que también puede fortalecer los procesos de unidad. Tenemos desafíos muy importantes como el Plenario, y a fin de año el Congreso cuando se defina el programa de la fuerza política”.