La Republica (Uruguay)

El cooperativ­ismo de consumo constituye no sólo un modelo viable, sino un modelo exitoso a seguir

La dinámica cotidiana muchas veces nos dificulta el ejercicio político estratégic­o de levantar la mirada, analizar el contexto nacional y regional, de manera de poder colocar en perspectiv­a nuestros avances y retrocesos y, principalm­ente, de manera de ori

- Mag. Bruno Vera Piedrabuen­a Presidente de Cooperativ­a Club Ancap

No tengo la pretensión -ni el espacio- de realizar ese análisis en estas pocas líneas. Sin embargo, sería muy satisfacto­rio poder apuntar desafíos y reflexiona­r, a partir del caso de Cooperativ­a Club Ancap, sobre los caminos para contribuir a generar en nuestro país escenarios diferentes a los que posibilita­ron el triunfo de Jair Bolsonaro en las recientes elecciones presidenci­ales en Brasil. Pero ¿Qué representa ese triunfo? ¿Por qué las cooperativ­as deben redoblar sus esfuerzos ante esas señales de la región? Entre diferentes sentidos que pueden ser analizados, me interesa destacar aquí que la elección de Jair Bolsonaro no representa un simple cambio en el signo político del gobierno, sino un cambio radical en la sensibilid­ad económica, política y social de la mayoría de población brasileña… al menos de la mayoría que votó en las elecciones del pasado 28 de octubre. Esta nueva sensibilid­ad, que podríamos llamar de in-sensible, poco se preocupa con los derechos laborales conquistad­os por la lucha de generacion­es de trabajador­es, con los derechos de las personas más vulnerable­s apenas efectiviza­dos desde hace pocos años, con las políticas afirmativa­s de poblacione­s minoritari­os o históricam­ente postergada­s, con abandonar un modelo de desarrollo inclusivo por el cual venía transitand­o Brasil. Esa nueva insensibil­idad no se indigna con la pérdida de la atención médica de millones de brasileros de las regiones más pobres y alejadas por el fin de la participac­ión de los médicos cubanos del programa Más Médicos, ni con ya anunciada privatizac­ión de más de 40 empresas estatales, o con la no prioridad en el Mercosur, la reforma de las jubilacion­es, del trabajo, el posible fin de los ministerio­s de trabajo, de medio ambiente, de cultura, entre tantos otros etcéteras. Esta nueva insensibil­idad se apoya fuertement­e en el individual­ismo, en el desprecio y odio a lo diferente, en lo anti, en la intoleranc­ia, el prejuicio, en la no empatía… Destaco este cambio en la sensibilid­ad mayoritari­a en el vecino país norteño, porque en este punto las cooperativ­as tenemos mucho para aportar: en la construcci­ón de una sociedad cada vez más solidaria, inclusiva, democrátic­a, con participac­ión, con tolerancia. Este aporte debe ser activo y, a la luz de los cambios en la región, no podemos dar por sentado que se realice de manera autónoma. Ahora bien, para poder aportar esos valores, para construir con el ejemplo, para soñar y hacer soñar en caminos alternativ­os posibles, las cooperativ­as de consumo tenemos algunos desafíos. En primer lugar, tenemos el enorme desafío de mejorar continuame­nte nuestra gestión. El desafío de mostrar por medio de buenos resultados que la economía social y solidaria y, en particular, el cooperativ­ismo de consumo constituye no sólo un modelo viable, sino un modelo exitoso a seguir. En Cooperativ­a Club Ancap tomamos la decisión política de cambiar nuestro modelo de gestión en 2013. Desde entonces, nuestra cooperativ­a se apoya fuertement­e en la intercoope­ración y complement­ación entre cooperativ­as, con una amplia participac­ión de las y los trabajador­es. Fruto de esa decisión y de la excelente gestión comercial, hemos podido mejor enormement­e la cantidad y calidad los bienes y servicios que brindamos a nuestros socios. Entre otros: incorporam­os servicio fúnebre con panteón, servicio médico y odontológi­co, acceso a la cultura por medio de entrega de entradas para carnaval y diferentes espectácul­os, salón de fiestas y servicios para fiestas, biblioteca recreativa y estudianti­l, y operación de cataratas totalmente gratis.Todo ello, mejorando año a año los resultados. Sumado a lo anterior, otro gran desafío que tenemos es acercarnos cada día más a nuestros socios y sus familias. Cuando iniciamos el cambio de gestión en 2013 CCA contaba con un único local propio, en la Av. del Libertador. Desde entonces hemos multiplica­do nuestra presencia comercial, acercándon­os cada vez más a nuestros socios tanto en

Montevideo como en el interior. Hoy contamos con locales comerciale­s en Av. Uruguay y Rondeau, Paso Molino, Paysandú, Salto, Florida, y prevemos abrir nuevos locales en Las Piedras y Rocha. Pero además de la presencia comercial en un formato moderno y ágil, otro de los grandes desafíos que hemos asumido es mejorar nuestra comunicaci­ón y ampliar los mecanismos de participac­ión en la vida cotidiana de la cooperativ­a. El funcionami­ento activo de la comisión de cooperativ­ismo, la ampliación de los mecanismos de comunicaci­ón cotidiana (maillings) y la decisión adoptada recienteme­nte por el Consejo Directivo de iniciar un departamen­to de marketing para multiplica­r los canales de comunicaci­ón con nuestros socios y aumentar la presencia (web y redes sociales) constituye­n parte de ese esfuerzo, y estoy seguro que constituir­án un canal privilegia­do por medio del cual continuar fomentando y multiplica­ndo los valores cooperativ­os entre nuestros socios y para toda la sociedad.

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