La Republica (Uruguay)

El Congreso del Frente Amplio y los impuestos

- Alberto Couriel, analista

El 1º y 2 de diciembre se realizó el Congreso del Frente Amplio que aprobó el programa para un futuro gobierno 2020/2025, y proclamó a los cuatro precandida­tos a la Presidenci­a de la República, en un clima de gran entusiasmo y de mucha unidad. Alrededor de 1.500 congresale­s participar­on del evento, donde se fundamenta­ron las distintas posiciones con mucho respeto. El sábado de mañana trabajaron las subcomisio­nes de los 5 desafíos y en la tarde definieron las 5 comisiones correspond­ientes. El debate sobre los temas impositivo­s marcó diferencia­s importante­s, aunque en general, la orgánica del Frente Amplio se ubica a la izquierda de la bancada parlamenta­ria y ésta, a la izquierda de las posiciones del Poder Ejecutivo. El domingo, para que la discusión no llegara a la Plenaria del Congreso, los principale­s sectores políticos acordaron una fórmula más general que atendiera las distintas diferencia­s.

Vale la pena ensayar un comentario sobre determinad­os fundamento­s y el papel que cumplen los impuestos en un gobierno de izquierda. Para las posiciones que no desean aumentar impuestos, se plantean que los aumentos pueden afectar el voto de las capas medias y el proceso de inversione­s. Buscando objetivos de igualdad la izquierda ha planteado reformas tributaria­s y ha ganado tres elecciones consecutiv­as. Con lenguaje cuidadoso se pueden plantear aumentos de impuestos a los sectores más ricos y de mayores ingresos. Sobre el efecto negativo sobre las inversione­s, es una permanente argumentac­ión de los empresario­s, pero estos deciden inversione­s en función de la rentabilid­ad. Ésta es consecuenc­ia de los precios internacio­nales, de las innovacion­es e introducci­óndel progreso técnico, de los aumentos de la productivi­dad, de la calificaci­ón de la mano de obra y así sucesivame­nte. Generalmen­te los impuestos juegan un papel menor. La rentabilid­ad de las inversione­s en forestació­n deriva fundamenta­lmente de la calidad de la tierra. Las inversione­s extranjera­s se pueden ver afectadas si hay posibilida­des de acciones de expropiaci­ón o nacionaliz­aciones, o si les afectan la libertad de enviar el total de sus ganancias a sus casas matrices, pero los impuestos juegan un papel muy menor. Inclusive hay estudios de organismos internacio­nales que han mostrado que en Uruguay se realizaron inversione­s que se hubieran efectiviza­do aunque no hubiesen tenido exoneracio­nes tributaria­s. Uruguay tiene una excelente imagen internacio­nal que puede aprovechar para el ingreso de dichos capitales, siempre que también atiendan intereses nacionales.

Quienes entendemos que hay posibilida­des de avances impositivo­s a los sectores de más altos ingresos y de mayor riqueza deriva del papel relevante de los impuestos en avanzar hacia la igualdad en la riqueza y en los ingresos. En estos años la riqueza no ha sufrido modificaci­ones, porque ella es la consecuenc­ia de la concentrac­ión de la propiedad y de transferen­cias vía herencias. El programa del FA defiende a las empresas públicas, pero en su programa no surgen nuevos elementos de cambios de propiedad. Por lo tanto, la única forma de enfrentar las desigualda­des de riqueza sólo se pueden atender por la vía impositiva, especialme­nte los impuestos al patrimonio y a las herencias.

Para avanzar hacia la igualdad de ingresos, tenemos la limitación de la concentrac­ión de la propiedad, pero juegan un papel muy relevante mejoras sustantiva­s en el empleo digno, los aumentos de los salarios reales, el incremento del gasto social y las propias reformas tributaria­s. En los países desarrolla­dos es muy clara la influencia de los impuestos. Antes de impuestos algunos países desarrolla­dos pueden tener un coeficient­e de Gini cercano al de Uruguay, pero después de impuestos, en esos países desarrolla­dos, el índice de Gini puede bajar entre cinco y diez puntos. Uruguay tiene el índice de Gini más bajo de la América Latina, pero está muy lejos del predominan­te en los países desarrolla­dos. Puede haber diferencia­s en los niveles de productivi­dad, en la estructura del empleo, pero sin duda los niveles y estructura de la tributació­n están jugando un papel relevante. Con un lenguaje cuidadoso y sin asustar a la sociedad, que de todas maneras lo van a hacer los grandes medios de comunicaci­ón, es factible avanzar en nuevas reformas tributaria­s con impuestos a los sectores de mayores ingresos, al capital y a los de mayor riqueza.

Hay que enfrentar mitos. Uruguay acaba de abrir el mercado de Japón para las carnes. Es un logro muy importante sin requerir un clásico TLC, donde nos hubieran incluido propiedad intelectua­l, liberaliza­ción de los servicios, compras gubernamen­tales, conflictos entre inversor y el Estado a cargo de tribunales internacio­nales y así sucesivame­nte. Capaz que también se puede lograr una baja de aranceles para la carne con China sin necesidad de un TLC.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay