Jóvenes que vivenciaron explotación sexual le dieron contenido a campaña contra este flagelo
En lo que va del 2018 ya se han registrado en nuestro país 380 casos de algún tipo de explotación sexual de niños, niñas o adolescentes.
Hoy 7 de diciembre se conmemora el Día Nacional Contra la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes, una jornada de reflexión y sensibilización acerca de la problemática existente en el país.
Recordemos que la explotación sexual ocurre cuando un grupo de personas o una persona involucran a niñas, niños o adolescentes en actos sexuales para satisfacción propia o de otras personas a cambio de cualquier tipo de beneficio, dinero, especias, protección, regalos. Es una flagrante violación de Derechos Humanos, informó a LA REPÚBLICA Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual (Conapees), dependiente del Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU).
Esta violación de los DD.HH. se sustenta en factores estructurales de la sociedad: la pobreza, le exclusión social, la discriminación (generacional, por raza, etnia, diversidad sexual e identidad de género). Factores centrados en el mercado, donde la in- dustria del sexo es uno de los negocios más redituables.
Acotó que como sociedad tendemos a naturalizar la explotación sexual de la niñez y/o la adolescencia. De esta forma, crece la impunidad para que estas prácticas se repitan y reproduzcan. Las palabras dicen, describen, adjetivan y fortalecen miradas sobre la realidad, lo que obliga a cambiar discursos y prácticas sociales para garantizar los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.
Situación invisibilizada
Consultado acerca de la realidad en nuestro país, Purtscher puntualizó que“hoy estamos mirando más y mejor, por lo que han crecido los casos, no sólo porque hay más posibilidades de denunciar y también por el imaginario actual que invisibiliza estas situaciones en pro del bienestar material de los adultos que las explotan”.
Uno de los aspectos claves, según el experto, “es comunicar mejor. Es un problema de un nosotros, no que le pasa a los otros, zonas carenciadas, fronterizas, sino que atraviesa toda la sociedad”.
Narró que hay varias organizaciones, que convenio con el INAU, buscan concientizar donde hay más problemas al respecto, como las fronteras, lugares donde hay fiestas populares grandes, en zafras de determinados productos, las rutas, y otros sitios. Agregó que durante el verano en la zona costera oceánica es donde aumentan significativamente los casos, aunque “la demanda por el cuerpo de niños y adolescentes está todo el año. Son uruguayos de pie en el suelo los que los están explotando. Por lo que debemos estar alerta, aunque hay muchos casos en Rivera, Paysandú o Cerro Largo”.
Con respecto a la cantidad de casos, el jerarca adelantó que “en lo que va del año van 380 de explotación y el Sipiav registra 3000 casos de abuso en general, no sólo de niños o adolescentes. O sea que hay miles de adultos que pagan por tener contactos con los niños o adolescentes”.
Indicó que en general la mayoría de los casos son de chicas de entre 15 y 17 años, aunque últimamente están creciendo los casos de niños de 12 y 13años que están vivenciando estas situaciones.
“Si bien se mantiene la prevalencia de niños y niñas de contextos críticos, estos recorre toda la sociedad”, enfatizó.
En el caso de los explotadores, “40 años o más, sexo masculino, de todas las condiciones sociales, que cumple correctamente con los roles sociales, tiene trabajo, su estatus dentro de su comunidad, pero llegado el momento paga por utilizar el cuerpo del niño como si fuera un objeto”.