La Republica (Uruguay)

Uruguay ante la crisis de Venezuela

- Alberto Couriel,

Las primeras semanas del 2019 muestran la situación de Venezuela como una de las noticias internacio­nales más relevantes. Uruguay ha tenido un papel muy activo, sobre la base de los viejos principios de la política internacio­nal, como el de no intervenci­ón, el de autodeterm­inación y la resolución de los conflictos por las vías pacíficas.

Bajo el liderazgo de los EEUU se conformó una estrategia con el objetivo exclusivo de derrocar a Maduro de la presidenci­a deVenezuel­a. El 23 de enero el diputado Guaidó, presidente de la Asamblea General, se autoprocla­mó presidente interino de Venezuela, con el apoyo inmediato del gobierno de los EEUU, del Secretario General de la OEA, del grupo de Lima, creado específica­mente con el objetivo exclusivo de derrocar a Maduro, con la excepción de México, del Parlamento Europeo y algunos países de la Unión Europea.

Posteriorm­ente EEUU continuó con nuevas sanciones, destacándo­se medidas financiera­s como no entregar, y de alguna manera incautar los fondos provenient­es de facturas por compra de petróleo venezolano. Ello es una restricció­n muy importante que va a profundiza­r la crisis humanitari­a que se vive enVenezuel­a.

En la nota de la semana pasada“Geopolític­a y Venezuela” marcamos los intereses económicos -Venezuela tiene las mayores reservas mundiales de petróleo- y geopolític­os de EEUU que actualment­e tiende a enfrentar a los gobiernos de izquierda de la región. Pero también aparecen en escena China y Rusia con intereses similares y acreedores de abultadas deudas deVenezuel­a con dichas potencias. Pero también marcamos en la nota anterior que la profunda crisis económica, social y política que viveVenezu­ela tiene especialme­nte causas internas. La fuerte caída de la producción de petróleo, el impresiona­nte proceso de inflación, la caída del PBI y la elevada emigración de venezolano­s es básicament­e responsabi­lidad del gobierno de Maduro.

Frente a la autoprocla­mación de Guaidó, Uruguay y México iniciaron conversaci­ones para buscar caminos de diálogo entre los venezolano­s. En el mes de febrero se realizaron dos reuniones en Montevideo. El 6 de febrero se llevó adelante una reunión de Uruguay con México, Bolivia y países del Caribe en la que se aprobó un documento de 4 puntos, llamando al diálogo sin condicione­s de ninguna naturaleza. Los puntos en discusión los fijarían el gobierno de Venezuela y los representa­ntes de la oposición y actuarían como interlocut­ores figuras muy destacadas en el plano internacio­nal, como Enrique Iglesias y Rebeca Gryspan. Maduro aceptó de inmediato este tipo de diálogo. En cambio Guaidó no aceptó este tipo de conversaci­ones, porque su carta principal es la intervenci­ón de los militares venezolano­s contra Maduro o en última instancia la intervenci­ón militar de los EEUU, lo que muestra a las claras sus ideas democrátic­as. Todos los grupos integrante­s del Frente Amplio apoyaron esta posición del gobierno de Uruguay. En cambio, toda la oposición política critica las posturas del FA, buscando réditos electorale­s y olvidándos­e de principios básicos de la histórica política internacio­nal de Uruguay. Para ello los grandes medios de comunicaci­ón juegan un papel muy importante para criticar todas las medidas y acciones de los gobiernos frentistas.

El 7 de febrero se reunió en Montevideo el grupo de Contacto, liderado por los países de la Unión Europea y participac­ión de Uruguay, Bolivia, Ecuador y Costa Rica y estuvo presente como invitado México. La resolución de este evento marca la búsqueda del diálogo, como en la reunión del día anterior, pero pone como condición la realizació­n de elecciones libres, justas y transparen­tes. En realidad los países del grupo de Contacto, salvo Uruguay y Bolivia, han apoyado las posiciones de Guaidó y son fuertes críticos de la política de Maduro.

Uruguay ha actuado muy dignamente en sus posiciones sobre Venezuela. Ha declarado en Naciones Unidas muy fuertement­e que no aceptará ningún tipo de intervenci­ón militar en Venezuela. No integró el grupo de Lima como lo solicitaba la oposición. Busca por distintas vías que no haya un baño de sangre en Venezuela, que no haya más pérdidas de vidas humanas en dicho país, que sin diálogo no hay salidas pacíficas. Sabiendo que este diálogo es muy difícil, acompaña dos posiciones que pueden ser complement­arias, que no son contradict­orias. Hemos sido críticos de algunas posiciones del Ministro Nin Novoa, sobre todo en los acuerdos comerciale­s, pero en el tema actual de Venezuela se han realizado grandes esfuerzos por encontrar las mejores salidas, se ha jugado en la primera división sabiendo de las dificultad­es para el diálogo propuesto.

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