Alta prevalencia
¿Cuál es el porcentaje de crecimiento desde que viene registrándose desde 2001?
En la encuesta sobre consumo de drogas en el 2014, 9 de cada 100 personas consumían una vez al año, personas mayores de 15 hasta 65 años. El año pasado la Universidad de la República hizo una encuesta muy completa con una metodología muy apropiada, en la que muestra que se incrementó a 14%. Los consumidores nuevos que se han sumado en estos 2-3 años cada vez consumen menos el producto de peor calidad, que es el prensado paraguayo. Es cierto que hay más consumidores, pero hay una gran diferencia en términos del impacto potencial que esta sustancia tiene para su salud en la medida de que el usuario ha entendido y ha percibido los daños adicionales que implica consumir marihuana prensada y que además puede estar expuesto a una red de comercialización ilegal.
¿Están trabajando en las escuelas como para crear conciencia llevando información apropiada a los adolescentes sobre los riesgos del consumo de cualquier tipo de adictivo?
Es una tarea que se ha venido haciendo desde hace unos cuantos años con el sistema educativo desde la Junta Nacional de Drogas. Nosotros le dimos una impronta adicional, que es la de trabajar en los centros educativos, o sea, que la Junta Nacional de Drogas se desplace hacia los centros educativos.Visitamos 300 centros educativos en más de 2 años en los 19 departamentos y trabajamos con 7.000 docentes en talleres donde les brindamos herramientas vinculadas a metodologías lúdicas, metodologías desde el cuerpo, algo mucho más vivencial dándoles la posibilidad a los chiquilines que expresen sus preocupaciones, que expresen cómo viven este tema y trabajando sobre cuestiones que hacen al desarrollo de la personalidad, que no solo tiene que ver con los consejos, sino trabajar sobre lo que denominamos habilidades sociales, como la capacidad de introspectiva, la capacidad de negociar conflictos, ¿qué es lo que se pone en juego a la hora de tomar decisiones? La capacidad de expresar qué es lo que estoy sintiendo.
¿Cuántas son las farmacias que venden marihuana?
Hay 17 farmacias que están comercializando el cannabis psicoactivo de uso personal o de uso no medicinal. Es una cantidad insuficiente, esa es la parte del despliegue de esto que no nos conforma, porque no -como se dice- que el Estado quiera vender más marihuana, queremos que se consuma lo menos posible por un tema de salud pública, pero sí queremos desplazar eficientemente el mercado ilegal, queremos pegarles duro a los grupos de narcotraficantes, tenemos que abastecer toda la demanda de cannabis de uso personal y sabemos que la venta en farmacias está destinada a ser de los 3 mecanismos de acceso más masivo, porque no todo el mundo sabe o tiene tiempo de cultivar, ya sea grupalmente en un club o en su casa en un grupo. ¿Por qué no tenemos más farmacias? La respuesta tiene que ver fundamentalmente con que no hay producción suficiente como para habilitar más farmacias, hay unas 30 farmacias adicionales que le manifestaron al Ircca que quieren ingresar, no es un tema que los farmacéuticos se resistan, eso pasaba al inicio, ahí había mucha duda, los farmacéuticos decían: ‘me interesa pero quiero ver qué pasa y después veo si me sumo o no’.
Sobre todo por el tema de seguridad y después por los temas que hubo con los bancos.
Sí, pero lo cierto es que las farmacias barriales son establecimientos pequeños que en general han podido adaptarse al funcionamiento sin cuenta bancaria más allá de que esto no es lo deseable, pero me interesa porque le hace una diferencia, aporta a mi negocio, visitantes al negocio que van a comprar el cannabis y se llevan cualquier otro producto de los que se ofrecen. Hoy nuestro principal desafío desde el instituto de regulación del cannabis es incrementar la producción y eso tiene 2 patas; una, que las empresas instaladas mejoren su rendimiento productivo; para eso hemos trabajado del punto de vista técnico, trabajar con los particulares para ver cuáles son los mejores métodos. Nunca se había cultivado cannabis a gran escala en Uruguay, con lo cual esa producción no tenía antecedentes, no teníamos agrónomos que supieran del tema y eso ha tenido un costo de aprendizaje y hemos tenido que ajustar el precio en el entorno de un 15% para adecuar cada paquetito de cannabis que vale $ 250 al público, que se fue definiendo en el andar, y la segunda pata tiene que ver con un llamado que hicimos y ya estamos procesando. Hay una comisión asesora técnica que está evaluando las propuestas y de la cual van a surgir tres nuevas empresas productoras. Vamos a llegar a 5 empresas productoras instaladas con una dotación de 2 toneladas por año y por lo tanto con 10 toneladas anuales para distribuir en farmacias ese esquema va a permitir subsanar la brecha entre oferta y demanda que tenemos.
¿Cuántos interesados hay? ¿Cuál va a ser el mecanismo para habilitar a esas empresas y a partir de cuándo aproximadamente?
Se abrió un llamado en torno a febrero de este año. Estuvo abierta la posibilidad de compra de pliego durante unas cuantas semanas y se interesaron casi 20 empresas, de las cuales 6 concretaron la presentación de un proyecto. Esos 6 proyectos se han evaluado, se les ha dado vista de los resultados a las empresas que están concursando por esos permisos y estamos en la etapa de recibir los comentarios y descargos que tengan sobre esta primera etapa y pasaríamos al estudio del origen de los capitales de las 3 primeras, porque eso es un componente a que nos obliga la ley: que todas las empresas productoras de plantas de cannabis tengan una supervisión de la Secretaría de Antilavado como para que haya total tranquilidad con respecto a la legitimidad de los capitales que trabajan en este tema, y luego la instalación, que esperamos que al principio pongan pie sobre el predio productivo en este año.
Podríamos estar hablando de que el año próximo la producción de 5 empresas estaría abasteciendo al mercado.
Exactamente.
No vamos a hacer numerología pero, ¿se tiene en cuenta la tendencia que Uds. han visto en la evolución a partir de estos 2 años?
Creo que el mercado va a responder bien porque hoy lo que tienen los usuarios es cierta molestia por no tener un abastecimiento fluido y no tener una cantidad de farmacias adecuadas; quien no tiene una farmacia cerca y es consumidor, le queda solamente cultivar o adherirse a un club.
El gran miedo son las bocas de pasta base. ¿Cuánto le habrá quitado el mercado legal a la concurrencia a estos lugares, que son los centros más peligrosos?
Tenemos al menos 50.000 personas que no tienen que recurrir a una boca de venta de drogas y eso los aleja de ese circuito, adicionalmente nosotros contabilizamos el valor económico que tiene la cantidad de kilos de cannabis a los cuales se ha accedido por la vía de la venta en farmacias, del cultivo en clubes de membresía y en cultivos domésticos; hablamos de más de 25 millones de dólares que no fueron a parar a manos de los narcotraficantes y allí hay un debilitamiento. Esto por sí solo no termina de resolver el problema del microtráfico,0 pero contribuye y siguen siendo necesarios los esfuerzos de trabajo policial, de trabajo de inteligencia, del cuidado de las zonas más afectadas como se viene haciendo desde el Ministerio del Interior, que no son esfuerzos excluyentes o contradictorios entre sí, sino que convergen hacia un mismo objetivo. Ante la consulta de cómo está Uruguay en el consumo de drogas más pesadas, Olivera dijo que “el consumo de cocaína, que es el otro psicoactivo, es cierto que en Uruguay hay una prevalencia bastante alta. Estamos entre los países que tienen una alta prevalencia de la cocaína, pero también es cierto que las encuestas dan altas porque no es delito portar drogas para uso personal. En muchos países las estadísticas tienden a dar muy bajas porque está criminalizada la posesión, entonces las personas no lo quieren decir y no declaran si consumen. No tenemos consumo de opioides y de heroína o uso abusivo de morfina, son casos muy puntuales que hoy son el gran problema que ocasiona miles de muertes por sobredosis en el norte del mundo”.