Bolsonaro, el vasallo de Trump, compromete el futuro de Brasil

Brasil se verá afectado por la guerra comercial iniciada contra China por Estados Unidos bajo el agravante que el gobierno de Jair Bolsonaro tiene hoy al país completamente vulnerable y subordinado a la geopolítica de Donald Trump.

“Las alianzas internacionales para enfrentar la hegemonía de las naciones ricas fueron uno de los grandes logros de la política exterior en el ciclo de gobiernos de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, señala el artículo.

Así denuncia un editorial del portal Vermelho, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), el cual refiere que la política exterior de Bolsonaro contrasta fuertemente con el pasado reciente del país.

Las alianzas internacionales para enfrentar la hegemonía de las naciones ricas fueron uno de los grandes logros de la política exterior en el ciclo de gobiernos de los expresidentes Luiz Inácio

Lula da Silva y Dilma Rousseff, señala el artículo.

Hace mención a como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) “fortaleció la inserción de Brasil en los Brics (bloque formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), formando una poderosa multipolaridad en las relaciones internacionales”. Pondera como de esta manera Brasil generó altos excedentes en la balanza comercial, reduciendo la vulnerabilidad del país a la volatilidad de la liquidez internacional y permitiendo la adopción de políticas internas para promover la economía por parte del Estado.

Vermelho alerta que el cambio repentino en la política exterior anuló todo esto y en su lugar vino la obediencia del ultraderechista presidente a la geopolítica de Trump. “El vasallaje llegó al punto en que Bolsonaro nombró a su hijo Eduardo para el cargo de embajador brasileño en Estados Unidos, una práctica de nepotismo y sumisión que llega a ser vergonzoso”.

Con eso, agrega el escrito, Brasil, que enfrenta un rápido deterioro de su aparato económico, pierde mercados extranjeros, entrega sus activos y se hunde en la posición mediocre de un simple barreño de los intereses de la Casa Blanca.

Al renunciar a la gobernanza soberana, Bolsonaro compromete el futuro del país. Sin la producción y las políticas de alianzas internacionales para enfrentar el poder del bloque Estados Unidos-Unión Europea, como lo hace China, Brasil está peligrosamente amenazado por un ciclo de estancamiento y una posible recesión de consecuencias desastrosas, vaticina el editorial.