China desarrolla aplicación que promete ser el “Uber automático”
Compañía china prueba su proyecto piloto “Didi”: una aplicación que permite un servicio de transporte público con vehículos de control automático.
En casos complejos, como en accidentes, comparamos las decisiones que toman los conductores de carne y hueso con las de nuestros sistemas de inteligencia artificial para calibrar los modelos con los que trabajamos. Eso es clave para ofrecer seguridad”. A esto Zhang agregó: “Conocer bien los flujos del tráfico nos permite predecirlos y crear sistemas más fluidos. Por ejemplo, con la reprogramación de los semáforos podemos reducir considerablemente el tiempo que se desperdicia al volante, y no solo para los conductores de Didi sino para todos”
Quien dice “futuro” dice “automatismo”. La llegada de las computadoras y de sus programas revolucionaron (y aceleraron) el ámbito laboral, los teléfonos inteligentes revolucionaron la forma en la que nos comunicamos, y la tecnología 5G promete automatizar todo lo que funciona en la vía pública. En el mismo sentido apunta la compañía china responsable del desarrollo de la aplicación “Didi”, el novedoso “Uber” de Shanghái que utiliza vehículos de control automático. El gobierno ha aprobado la prueba de estos automóviles inteligentes en el distrito de Jiading, y Didi ya tiene disponibles 30 “robotaxis” para cumplir con este servicio que se pretende extender a otras ciudades chinas como también extranjeras.
Este emprendimiento futurista fue presentado en la Conferencia Mundial de
Inteligencia Artificial que se celebró en Shanghái, evento en el que se pudo apreciar cómo todo era tan sencillo como abrir la aplicación en un celular, seleccionar el trayecto que se desea realizar, y esperar a que uno de estos vehículos automáticos nos venga a recoger al sitio que marca nuestra ubicación por GPS. Los robotaxis se desplazan y reconocen su entorno gracias a todo un sistema de cámaras y sensores y al sistema denominado LIDAR, dispositivo que mide las distancias frente a los objetos por medio de la reflexión de haces láser. Los “Didis” son capaces de reconocer señales de tránsito, de esquivar peatones, e incluso de responder rápidamente frente a imprevistos. Sin embargo, un funcionario inactivo de carne y hueso decora el asiento del conductor por las dudas de que algo salga mal.
“Creemos que el transporte público es la mejor forma de popularizar los vehículos autónomos, porque las limitaciones que todavía tienen no los hacen tan atractivos para el público general. No tiene sentido adquirir un coche que solo se puede utilizar con buen tiempo y en zonas concretas”, explicó a EL PAÍS de Madrid Zhang Bo, cofundador y responsable tecnológico de Didi. “Por eso, nosotros vamos a experimentar con un modelo híbrido en el que nuestro sistema despachará tanto taxis convencionales como autónomos según las circunstancias de cada viaje”.
El proyecto piloto de Didi confía en la seguridad que este servicio puede representar para el futuro del funcionamiento de la vía pública de las ciudades del futuro. En efecto, estos automóviles inteligentes no están sujetos a ningún tipo de cansancio, pueden recibir y responder a un número mucho mayor de estímulos que un ser humano, permite que el consumo de alcohol y otras drogas no sea una amenaza, y la eficiencia de su funcionamiento permitiría evitar embotellamientos. Aun así, los robotaxis están lejos aún de poder responder de forma completamente segura a la incertidumbre infinita de los impulsos humanos.
La compañía china espera extender esta tecnología fuera de las fronteras de su país para 2021, en principio hacia Japón y América Latina. Sin embargo, Didi no es el único emprendimiento que apunta en esta dirección de transporte autómata. Su comperidora Pony AI lleva desarrollando un servicio similar que piensa exportar a Estados Unidos, lo que representa un ángulo más de la guerra comercial entre las dos superpotencias. “Nuestra ventaja está en la cantidad de datos que manejamos”, subrayó Ye Jieping, vicepresidente de Didi y director de su laboratorio de Inteligencia Artificial. “Cada día nuestros vehículos realizan 30 millones de viajes que se traducen en multitud de experiencias de las que aprendemos.