Sindicatos franceses cuestionan reforma de jubilación
La medida apuesta a crear un sistema único por puntos en lugar de los 42 regímenes de pensiones existentes y extender a 64 años la edad de retiro, que hoy está en 64.
La organización Fuerza Obrera (FO) reiteró hoy su rechazo a la reforma gubernamental de la jubilación en Francia, al comenzar en esta capital consultas entre el primer ministro, Edouard Philippe, y asociaciones sindicales y patronales.
“Le dije al primer ministro que el punto de partida ya era un problema para nosotros. Estamos hablando de algo que ya está decidido. Y lo que se decide derrota lo existente que funciona bien”, declaró a la prensa tras el encuentro Yves Veyrier, secretario general de la FO, considerada la tercera agrupación sindical más poderosa del país.
Según el dirigente, dejó claro a Philippe que sus representados harán todo a su alcance para impedir la reforma, que consiste en crear un sistema único por puntos en lugar de los 42 regímenes de pensiones existentes y en extender a 64 años la edad para poder disfrutar de todos los beneficios del retiro, aunque sin cambiar la de jubilación, fijada en 62. La FO anunció protestas el 21 de septiembre contra la
La segunda ronda de diálogo promovida por el gobierno busca frenar el malestar de muchos sectores de cara a un proyecto que expertos también consideran peligroso, al recordar la caída en el nivel de vida de los retirados en Alemania y Suecia como resultado de políticas parecidas. iniciativa, una de las prioridades del gobierno, al constituir una de las promesas de campaña del presidente Emmanuel Macron.
Por su parte, el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, consideró que instaurar una ‘edad-pivot’ sería profundamente injusto.
Pese a ser una de las pocas organizaciones favorables a cambios propuestos por el ejecutivo en la jubilación, Berger manifestó al primer ministro que no existe una emergencia financiera en el sector que sugiera medidas urgentes, en alusión al interés gubernamental en garantizar la transición entre un sistema y otro para 2025.
Mañana continuarán las discusiones convocadas por Philippe en Matignon, su sede oficial, jornada en la que estarán presentes, entre otras asociaciones, la Confederación General del Trabajo (CGT), una de las más críticas de la reforma, que ya anunció movilizaciones el 24 de setiembre.
Sin embargo, el Palacio del Elíseo insiste en que el sistema propuesto es más justo.
De acuerdo con Philippe, el ejecutivo reconoce la complejidad del tema y pretende no avanzar en la reforma de manera unilateral.
Se trata de una cuestión complicada, con muchos intereses en juego, y por tanto queremos realizar un amplio proceso que nos permita escuchar a los actores sociales franceses, para no redactar solos el proyecto de ley, dijo a la prensa.