Esta es mi revolución

Una delegación de la Escuela Nacional de Danza encabezada por el director de las Escuelas de Formación Artística del Sodre, Martín Inthamoussu, actuará en Paris. Para el consagrado director y coreógrafo, “la práctica creativa genera un cambio profundo en el ser humano”.

El próximo miércoles 11 de setiembre, Uruguay defenderá en Paris su candidatura para volver a formar parte del Consejo Ejecutivo de la UNESCO. Cabe recordar que la última membresía de Uruguay dentro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO tuvo lugar durante el período 2003-2007. En la ceremonia que se desarrollará en la capital francesa, Uruguay presentará una delegación artística integrada por estudiantes de la Escuela Nacional de Danza del Sodre que desarrollarán propuestas de danza folclórica y tango, ambas expresiones que fueron declaradas parte de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el marco de la Convención de la UNESCO para la Salvaguarda del

Patrimonio Cultural Inmaterial del año 2003.

Kelvin Cal, Camila Rocha, Iván Basan y Deborah Menciones son los estudiantes que fueron seleccionados mediante una audición interna de la escuela en la que se tuvo en cuenta no solamente la calificación por su desempeño artístico, sino también la asistencia a clase y el compromiso académico.

Si bien las historias de vida personales son conmovedoras por el esfuerzo y la entrega de cada uno de ellos para llegar a este momento mágico de sus vidas, para Martín Inthamoussu es importante no olvidar que todo esto es posible no solamente se logra con esfuerzo y entrega sino también a que en Uruguay existen políticas públicas en materia cultural y a que la sociedad paga sus impuestos.

“En estos años hemos llegado a lugares increíbles, hemos logrado transformar una parte de la realidad, pero todavía hay lugares en nuestro país que no saben que existimos”. Inthamoussu considera que la gestión tiene que rendir cuentas de lo hecho pero también comunicar lo que se hace.“Lo de París abre una puerta para conversar de otros temas, por ejemplo para decir que en este momento en Uruguay hay 560 jóvenes que se están formando en danza y canto lírico, con los mejores docentes del medio y sin pagar un peso. Esta escuela es gratuita gracias a que los ciudadanos pagan sus impuestos y que hay una política cultural que apuesta para que esto siga existiendo”. Precisamente en relación a las políticas públicas en materia cultura, considera que son parte del clima de campaña electora. “Siempre recuerdo a uno de mis grandes maestros de gestión cultural que me decía que pensáramos qué pasaría en la comunidad si determinado proyecto desapareciera, porque esa es una buena forma de comprender la relevancia de un proyecto. Personalmente creo que si desaparecen las escuelas del Sodre quedaría un hueco enorme y se desatendería una población importante, porque no son solamente estos 560 estudiantes, hay familias detrás que van detrás de este sueño. Son decisiones clave de una sociedad. Es bastante más profundo que enseñarle a bailar o cantar a cientos de estudiantes.

Acuerdo con el Mides

Al día siguiente que asumió su cargo, Inthamoussu se fue hasta el Mides a encontrarse con Federico Graña, director de Promoción Sociocultural del Mides y le propuso “pensar juntos” qué cosas se podían hacer en territorio para acercar la danza a la ciudadanía, especialmente en zonas de poblaciones vulnerables. Así nacióTerritorios de

la Danza. “Era importantísimo que las escuelas salieran de adentro de un edificio y Graña me dijo hagámoslo, aunque no sabíamos bien dónde nos estábamos metiendo, pero ambos sabíamos que era algo importante y necesario que hiciéramos desde lo institucional. Por eso siempre estará muy agradecido a la apertura que tuvo Fede desde Promoción Sociocultural del Mides y luego todo su equipo. El día que yo lo llamé y fui, él no tenía ni oficina porque también había asumido unos pocos días antes.

Lo que nació así, se transformó en una política pública. Ellos conocen el territorio, identifican dónde es importante estar, ir, dónde puede funcionar una idea así y dónde no.Y otro elemento fundamental es tener constancia. No se trata de ir, hacer la práctica creativa en territorio y no volver. Hay que seguir en ese mismo territorio y así se va logrando la confianza y se puede construir diálogo con un interlocutor al que voy conociendo. Así se construye el vínculo”. Es tan fuerte lo que se ha generado en este proceso de trabajo creativo en territorio,“que hasta nos invitan a cumpleaños de 15, somos parte de su familia y eso es lo más lindo que te puede pasar, ellos creen en nuestro proyecto y nosotros en lo que ellos están proponiendo” contó.

“Se trata de involucrarnos desde otro lugar con el territorio, no es a través de clases o talleres en aulas, es creando algo juntos porque la práctica creativa genera un cambio profundo en el ser humano, hay algo que cambia y se trata nada menos que de la forma en la que uno comienza a vivir la vida”.

Las personas que participan de la experiencia de Territorios de la Danza lo hacen junto a pasantes de las escuelas que también deben afrontar esos desafíos que no son los cotidianos que se pueden vivir dentro de un salón de clase.“Deberán utilizar herramientas nuevas, aprender a una metodología especial para ese grupo y también a encontrar respuestas y soluciones ante planteos imprevistos”. En este sentido, recordó cuando una chic le dijo a quien estaba a cargo “vos no sos de este mundo”. Duro “pero simbólico lo que le estaba diciendo, y esa chica en estos cuatro años trajo a participar a todas sus amigas y en el barrio ella es la bailarina del Sodre, lleva la camiseta orgullosa, trajo gente y cambió la dinámica”.

Ejemplos así “son casi todos porque siempre hay realidades distintas y pasamos de respuestas tajantes a gente que llega quebrada y cuenta sus problemas o quererse tatuar el nombre de la profe, son infinidad de situaciones que vamos viviendo juntos, y en todos estos casos el cuerpo es clave como herramienta de matar algunos demonios que andan por ahí”.Y más allá que todos coinciden en que el camino es recompensa la muestra de fin de año es un momento fascinante para ellos y sus familias.

“Es un momento del año en el que quienes participan de Territorios de la Danza se suben al escenario junto a los alumnos de las escuelas, se mezclan los públicos, algunos padres te cuentan que es la primera vez que pisan un teatro y bueno, es cuando uno piensa que acá hay algo que estamos haciendo bien…”.

Imparable

Unos cuantos años atrás, Martín fue a dar la prueba de admisión para bailar en el Sodre en un ómnibus, temblando de nervios. Actualmente es el director de las Escuelas de Formación Artística del Sodre y fue el fundador de la Fundador de la División Danza Contemporánea de la Escuela Nacional de Danza del organismo.“Soy descendiente de vasco, así conmigo no va eso que algo no se puede hacer o no se puede lograr. Nunca digo que no. Tengo una manera de trabajar muy a largo plazo y soy muy realista de cuáles son los objetivos que puedo conseguir a corto plazo y cuáles necesitan más trabajo.

Y trabajo muchísimo para logar los objetivos que me propongo, pero demencialmente, no solo en tiempo humano sino en todas las dimensiones (risas), si se me ocurre algo a las 2 de la mañana me levanto, lo escribo y a la otra mañana vas a encontrarte un correo mío contándote el proyecto. Demencial (risas)”.

Martín ya tiene programado junto a su equipo de trabajo las metas para los próximos cinco años.“Sin saber si vamos a estar acá, pero sabemos dónde queremos llegar”. Un día reunió a los integrantes de su equipo y les dijo:“deliren”,“propongan lo que quieren hacer sin peros”para no tener que pasar el resto de sus vidas“en la rutina”o“tramitando expedientes”.