India fracasa en su intento de alunizar y tiene dificultades para comunicarse con la nave estrellada
El módulo “Vikram” se estrelló contra la Luna y a medida que pase el tiempo será cada vez más difícil establecer una comunicación con el mismo
Este año ya ha comenzado reavivando la carrera espacial con el aterrizaje del módulo chino Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna, primer encuentro de la tecnología humana con la región lunar que dio nombre al disco de Pink Floyd. EL pasado viernes a la noche, la Organización para la Investigación Espacial de la India (ISRO) estuvo a punto de lograr otro hito en esta carrera espacial: convertir a india en el cuarto país en lograr aterrizar en la Luna. Sin embargo, la misión Chandrayaan-2 se quedó corta: La Agencia India de Investigación Espacial perdió contacto con el módulo Vikram (bautizado así en honor
al padre del programa espacial indio Vikram Sarabhai, fallecido en 1971) cuando se encontraba a 2,1 kilómetros de alcanzar la superficie del satélite natural de la Tierra. Vikram debía frenar en su movimiento alrededor del astro y afinar su velocidad para posarse suavemente en su superficie, pero todo indicaba el peor de los escenarios. Luego los datos confirmaron que el módulo se había estrellado. Un episodio similar culminó con la vida de la sonda israelí Beresheet el pasado 11 de abril, fracasando también Israel en el intento de tomar el cuarto puesto en la carrera lunar detrás de Estados Unidos, Rusia y China. Sin duda este fracaso es un golpe duro para India, ya que llevaba en este proyecto millonario una decena de años.
La misión Chandrayaan-2 había comenzado el 22 de julio de forma prometedora, logrando partir el módulo luego de varios intentos fallidos desde el Centro Espacial Satish Dhawan, ubicado en la isla de Sriharikota. Originalmente la misión estaba pensada para realizarse de forma conjunta con Rusia, país que ayudaría al éxito de la misma gracias a su experiencia y tecnología. Sin embargo, tras el fracaso en 2011 de la misión Phobos-Grunt, , los rusos abandonaron el proyecto. El 20 de agosto fue posible poner a Vikram en órbita alrededor de la Luna, logrando así culminar una de las fases más complicadas de la misión. El siguiente paso era aterrizar sobre la superficie lunar, paso que no pudo evitar tropezar. El plan era descender sobre el polo sur de la Luna ya que los investigadores consideran que existen altas probabilidades de que en esta área exista agua congelada, la cual podría utilizarse como un recurso en el futuro.
La misión Chandrayaan-2 es la continuación de la Chandrayaan-1, que arribó a la órbita lunar en 2008. Aquella sonda recogió imágenes durante cerca de un año haciendo uso del espectro infrarrojo, de rayos X y del espectro visible, realizando con estos datos un mapa de la topografía lunar y de la composición química de su terreno. Para estudiar el área de aterrizaje, se contaba con un pequeño vehículo, llamado Pragyan, el cual terminó destrozado a causa del impacto.
Este domingo, el presidente de la agencia espacial india, Kailasavadivoo Sivan, confirmó que el orbitador del Vikram había enviado una imagen térmica de la ubicación del módulo estrellado y que el equipo indio estaba intentando establecer un contacto con el mismo. Aunque el módulo podría recargar sus baterías gracias a sus paneles solares, las posibilidades de establecer una comunicación disminuyen con el tiempo transcurrido. Por otro lado, por más que el Vikram logre recargar sus baterías, ningún tipo de comunicación sería posible en caso de que el mismo se hubiese averiado durante la caída o que se haya posado en una orientación poco favorable. Cualquier posibilidad de obtener nuevos datos del contacto del Vikram con la superficie lunar hará que este episodio no convierta a Chandrayaan-2 en un completo fracaso.