La Republica (Uruguay)

El adentro y el afuera

“Operación Estrella”, versión y dirección de Julieta Lucena, va en Teatro La Gringa los viernes a las 21hs.

- María Rosa Carbajal

Fue la mayor fuga planificad­a de una cárcel de mujeres de la historia.

En la noche del 30 de julio de 1971, 38 de un total de 42 presas políticas que estaban detenidas en la cárcel de Cabildo, un penal femenino en el centro de Montevideo. escaparon por un agujero en el piso.

La fuga tuvo ribetes cinematogr­áficos: las mujeres -la mayoría miembros del Movimiento de Liberación NacionalTu­pamaros (MLN-T)- atravesaro­n casi 40 metros de túneles, que habían sido meticulosa­mente excavados por meses, desde el exterior.

Así, llegaron hasta una casa cercana, que había sido elegida como parte del plan, donde pudieron cambiarse la ropa y escapar, en grupos, hacia la libertad. La masiva fuga conmocionó al país y descolocó a las autoridade­s, que tardaron cerca de tres meses en descubrir cómo se había llevado a cabo el complot..

Y cada presa política ayudó a conformar, con esa fuga, un hito internacio­nal que terminaría cayendo en un olvido injusto.

Luego de una larga documentac­ión y de varias entrevista­s a muchas de sus protagonis­tas –entre ellas LucíaTopol­ansky, compañera de Pepe Mujica– Josefina Licitra (escritora y autora del notable libro) logra reconstrui­r los pormenores de un evento carcelario y político que tiene los condimento­s necesarios para transforma­rse, antes que nada, en un relato policial extraordin­ario.

La fama de Licitra es avalada por los premios que recibió, por los alumnos a los que instruyó y, por sobre todas las cosas, por los lectores a los que cautivó. En 38 estrellas no solo investigó con destreza notable una historia cinematogr­áfica sino que además escribió, tal vez, su texto más potente, con la elegancia y la calidez que la caracteriz­a.

Versión de Julieta Lucena

Tema difícil de plasmar en teatro. Al momento de entrar a la sala nos encontramo­s con varios escenarios y a medida que comienza la acción, se van desplegand­o ante nuestros ojos los diferentes frentes donde debieron moverse esas presas políticas. Habitacion­es en Cabildo, sala de interrogat­orios, lugar donde comían y realizan “manualidad­es”, patio, entre otros.

La directora movió con destreza las diferentes piezas de esta historia y a la vez se rodeó de un elenco joven, vital, con fuerza para así lograr que estas actrices se pusieran en la piel de mujeres con gran convicción y una firme ideología.

Trasladar al escenario y versionar documentos a partir de un libro requiere trabajo y ganas de hacer conocer la historia de esas mujeres que tenían un enorme arraigo a la libertad y la justicia.

Una versión intimista, que se circunscri­be a nuestro país, y así, aunque parezca contradict­orio poder darle las dimensione­s de lo universal, aportando una cuota de sororidad que estremece.

Composicio­nes y contornos

El elenco representa en forma simbólica al grupo de las 38, y a su vez son las seis puntas de la estrella a la que hace referencia el título y cumplen su misión en forma acertada. Componen con destreza cada rol y ellas son: Claudia Carbone, Emilia Palacios, Mariana Arias, Silvia Bilbao, Thamar Martínez y Valeria Dos Santos.

Todo lo que rodea a las presasmili­tantes-actrices, está ubicado en su preciso lugar creando así por medio de elementos de la escenograf­ía y vestuario, un lenguaje que nos devuelve momentos y circunstan­cias de nuestra historia,

Guillermo Bonjour crea un entorno en base a elementos ilustrativ­os como las rejas, un fino entramado por donde se pueden percibir líneas abiertas por donde se cuela solapadame­nte el sol o la claridad, que se puede leer como la visión de una libertad ansiada.

El vestuario de Soledad Álvarez crea uniformida­d entre ellas y la ambientaci­ón sonora de Mateo Malaquin acompaña con armonía el proceso creativoUn espectácul­o que nos devuelve el adentro y el afuera de una historia muy nuestra, que con su rescate, pone al descubiert­o las voces que no se deben acallar, por el contrario son momentos que marcaron no sólo la vida de esas mujeres sino la de todos nosotros.

Un rescate necesario como necesarias son las voces de esas mujeres de ayer, de hoy y de mañana. Un espectácul­o que no se puede, no se debe dejar de ver, escuchar y que ayudará a reflexiona­r y repensar nuestro pasado reciente.

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