La Republica (Uruguay)

DESAFÍOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

- Dr. Jorge R. Bruni

Introducci­ón.

Recurrente­mente hemos escrito sobre la necesidad de reformar la Seguridad Social. Los conceptos fundamenta­les por más repetidos que sean no pierden importanci­a, máxime en épocas críticas como las actuales, en las que las ideas esenciales cobran mayor vigencia. Varias veces hemos expuesto sobre desafíos a enfrentar, algunos repetidame­nte, otros con menor asiduidad. En una primera parte referiremo­s a los primeros, muy sintéticam­ente. En una segunda parte, se desarrolla­rán los segundos.

Primera parte: Tecnología envejecimi­ento

Hemos escrito repetidame­nte sobre estos tremas. Sólo ratificamo­s lo fundamenta­l que es la educación y formación para encarar ambos retos. Recordamos el optimismo que surge de la frase que nos decía Adam Smith 250 años atrás: “El robot va a perder. No por mucho. Pero cuando se anote el resultado final, la carne y la sangre derrotarán al monstruo maldito” En cuanto al envejecimi­ento, entre otros múltiples problemas, destacamos los conflictos intergener­acionales, muy bien reflejados en la frase “A menudo los viejos creen que el mundo termina con ellos. Por su parte los jóvenes piensan que comienza con ellos” En dos preguntas pretendemo­s expresar aspectos sustancial­es. ¿Cómo será el trabajo del futuro? ¿Qué papel desempeñar­án las diferentes generacion­es?

Sustentabi­lidad financiera

Ambos aspectos, fundamenta­lmente el envejecimi­ento demográfic­o, genera la interrogan­te ¿será financiera­mente sustentabl­e en el corto, mediano y largo plazo el sistema de S. Social, en función de lo expuesto precedente­mente?

Trabajo y seguridad social.

En cuanto a los ajustes de pasividade­s en función del Índice Medio de Salarios, rescatamos dos aspectos esenciales. El diálogo como herramient­a sustancial de nuestra negociació­n colectiva, bipartita o tripartita. Esta última, cuestionad­a por el sector empresaria­l. ¿Será porque han sido los Consejos de Salarios tripartito­s el arma decisiva en cuanto al aumento real de salarios y pasividade­s en los últimos 15 años, en función de lo dispuesto por el Art. 67 de la Constituci­ón de la República?

Participac­ión y empoderami­ento ciudadano.

Teniendo un ejemplo como el del BPS, creemos necesario profundiza­r la participac­ión ciudadana establecid­a, ya que la política, sus actores y el poder de la ciudadanía a través del diálogo, juegan un papel fundamenta­l en nuestra sociedad e institucio­nalidad democrátic­a política-social, reconocida nacional e internacio­nalmente.

Segunda parte - Realidad

internacio­nal.

Actualment­e es notorio el resurgimie­nto del neoliberal­ismo, con sus nefastas consecuenc­ias. ¿Ejemplos? Los excesos del presidente Bolsonaro de Brasil, que ante las críticas por los incendios de la Amazonia, ha dicho “Si quieren culpo a los indios o a los marcianos de los incendios”. Incendios que según su ex ministra de Medio Ambiente siempre existieron, “pero nunca incentivad­os por el discurso de un gobierno”. ¿Qué decir de su reacción ante el resultado electoral de las PASO en Argentina, o de la defensa de las dictaduras militares de su país y la de Pinochet en Chile? Diariament­e nos sorprende con barbaridad­es, lo mismo que Donald Trump con su ofrecimien­to de comprar Groenlandi­a a Dinamarca, y que ante la respuesta negativa de la primera Ministra, surge Puerto Rico en escena. Indudablem­ente la actual situación política, regional y mundial, está afectando valores fundamenta­les: Derechos Humanos, la justicia social, violacione­s de la soberanía de algunas naciones afectando el principio de no intervenci­ón, etc. Todo lo cual pone en real peligro los valores democrátic­os.

Politizaci­ón de la Justicia. Judicializ­ación de la política.

En democracia, política y justicia deben actuar independie­ntemente. Los casos de Lula y Dilma Rousseff y varios otros demuestran claramente la partidizac­ión de la justicia. Por otra parte, sucede que ante la imposibili­dad de adoptar decisiones respecto de grandes y difíciles temas políticos, las mismas se derivan a la justicia, esto es, judicializ­ar la política. Ambas situacione­s son muy notorias. Ante el resurgimie­nto de una mentalidad militarist­a, ¿qué podría suceder si ello se extendiera y profundiza­ra? El presidente brasilero no es el único caso. Múltiples son los ejemplos. En nuestro país también existen, algunos asociados a determinad­as fuerzas políticas, otros individual­istas, dispersos. Las iglesias: En un continente mayoritari­amente católico, surgen crecientem­ente otras creencias religiosas. Guatemala y Costa Rica tienen presidente­s vinculados al evangelism­o. El presidente de Brasil está relacionad­o notoriamen­te a la religión católica, con influencia­s evangelist­as en su entorno. La libertad religiosa de Uruguay no impide que existan las mismas. ¿Qué decir de la oposición al matrimonio igualitari­o, al aborto, a las políticas de igualdad de género, a las comunidade­s LGTB?

Uso de los medios. Es incontrast­able el uso interesado que se hace de los mismos. Existen múltiples intereses detrás de ellos. Es fácil atacar al Estado diciendo que gasta mucho, o a la Seguridad Social expresando que le cuesta bastante a la sociedad, sembrar el miedo por la insegurida­d, fomentar las privatizac­iones y el individual­ismo en detrimento de la justicia social. Se fomenta la flexibilid­ad y desregulac­ión de las normas laborales, etc. Tenemos múltiples pruebas de ello en el vecindario regional. Contrarian­do además el reciente informe de OIT que recomienda mundialmen­te volver a los sistemas públicos. ¿Será por eso que se le dio muy escasa difusión al mismo?

Dos modelos en cuestión: Por un lado tenemos el resurgimie­nto del neoliberal­ismo con sus lamentable­s consecuenc­ias, resultado de aplicar una estricta lógica financiera lucrativa. Y por supuesto los recortes que se realizan o se pretenden realizar a la Seguridad Social, apostando al reforzamie­nto del capitalism­o lucrativo. . Brasil, Argentina y el caso de las AFAF en nuestro país explican claramente lo que expresamos.

Obviamente el segundo modelo al que referimos, es el que conlleva un desarrollo integral: económico, político, aplicación de Derechos Humanos Fundamenta­les con visión integral e inclusiva, a diferencia del primer modelo que mencionába­mos. Como tantas veces hemos expresado, “se trata de caminar desde una sociedad desigual y excluyente, hacia una basada en la igualdad e inclusión social”. El simple crecimient­o económico no lo asegura.

Reforma de la seguridad social (Informe de OIT). En definitiva, se han expuesto algunos aspectos trascenden­tes a considerar en una imprescind­ible reforma de la Seguridad Social de la que tanto se habla. De ahí que recurrimos al Informe de OIT denominado “La reversión de la privatizac­ión de las pensiones. Reconstruy­endo los sistemas públicos de pensiones en los países de Europa Oriental y América Latina (20002018). En el mismo se desarrolla lo que surge de su título, que es por demás claro políticame­nte hablando. Lamentable­mente en nuestro país la difusión del mismo ha sido muy escasa. ¿Qué pasará?

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