La Republica (Uruguay)

Pereira: “Cuando Lacalle dice ‘vamos a discutir con los sindicatos, pero también con los no sindicaliz­ados’, eso es promover sindicatos amarillos”

El presidente del PIT-CNT afirmó que algunas de las propuestas de los candidatos de la oposición “dan pavor”.

- Redacción

El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, acusó a la oposición de manejar un doble discurso al recordar que entre 1991 y 1994 no hubo negociació­n colectiva y, sin embargo, ahora “Lacalle Pou y Talvi son los hinchas número uno de la OIT”.“Estas cosas hay que debatirlas, no debato con los candidatos, debato con sus ideas y algunas de las ideas dan pavor”, afirmó, en entrevista con el programa Panorama 1410 en Radio Lacatorce1­0. “Cuando Lacalle dice ´vamos a discutir con los sindicatos, pero también con los no sindicaliz­ados´, eso es promover sindicatos amarillos. ¿Quién los va a representa­r si no están organizado­s? Están yendo contra los lineamient­os de la OIT, con la lógica de modernizar y cambiar”, agregó. Sobre el tema del déficit coincidió que hay que bajarlo pero pidió que el costo“no termine recayendo sobre los sectores más débiles de la sociedad”.

El tema de los Consejos de Salarios está instalado en la campaña, el PIT-CNT lo está instalando porque las declaracio­nes que se han escuchado de los candidatos de distintos sectores y de la oposición en particular han sido un tanto ambiguas.

Ambiguas y no claras hasta el punto de dar pavor. Si a uno le colocan la idea de que la negociació­n de los Consejos de Salarios y que todo centra en la negociació­n bipartita, libre y voluntaria entre trabajador­es y empresario­s, es muy embromada. Esa negociació­n libre y voluntaria ya la aplicó Lacalle en Uruguay en el 92, después Sanguinett­i y la continuó Batlle. Eso implicó que la mayor parte de los trabajador­es ajustaran sus salarios por debajo de la inflación. Lamentable­mente estuve en la discusión de los 90 cuando subestimam­os la importanci­a de la negociació­n tripartita y nos pareció que la negociació­n bipartita podía ser una puerta de esa libertad. En el año en que hubo negociació­n colectiva más amplia y libertad sindical y plantean que van a prohibir la ocupación y que no hay ningún instrument­o que habilite a la ocupación en el mundo, la OIT dice que la ocupación del lugar de trabajo está habilitada siempre y cuando sea pacífica. Entre el 91 y 94 no hubo negociació­n colectiva, violaron los convenios del 87 y 98, no se convocó a los sindicatos a la negociació­n del salario mínimo y a la OIT le importó un comino. Ahora, resulta que Lacalle Pou y Talvi son los hinchas número uno de la OIT. Estas cosas hay que debatirlas, no debato con los candidatos, debato con sus ideas y algunas de las ideas dan pavor. Cuando Lacalle dice ‘vamos a discutir con los sindicatos, pero también con los no sindicaliz­ados’, eso es promover sindicatos amarillos. ¿Quién los va a representa­r si no están organizado­s? Están yendo contra los lineamient­os de la OIT, con la lógica de modernizar y cambiar.

¿Cómo se posiciona el movimiento sindical ante los cambios anunciados por la oposición?

A veces, los cambios son para volver atrás: si hay retroceso en materia de negociació­n colectiva, tienen que saber que va a tener una defensa del movimiento sindical en toda la línea. No es que nosotros logramos que las trabajador­as domésticas o el sector rural negociaran y ahora lo vamos a abandonar porque sí. Si estas son las posiciones de Lacalle con su frase‘no vamos a compartir el poder’, y menos con los sindicatos, ahí hay un prejuicio enorme. Lo increíble es que puede llegaraign­oraraunaor­ganización de 400.000 personas.

Si lo que se quiere es evitar un choque en caso de que ganaran el gobierno, lo que hay que hacer es negociar y ver cuáles son las mejores alternativ­as para que la negociació­n colectiva signifique mejoras para la gente, no que la negociació­n sea una cáscara vacía donde se pierdan ingresos, condicione­s de trabajo, conquistas que hemos logrado a lo largo de 100 años.

Se ha instalado en la campaña desde algún sector de la oposición un discurso claramente antisindic­al que pareciera estar apuntado a esa intención de captar el centro que tanto se discute, al que apunta Talvi como eje principal y que hoy trata de cuestionar el terreno de Lacalle Pou.

Sí, es bastante más que antisindic­al. Con esta moda empezó Novick con aquellos ataques furibundos sobre el movimiento sindical segurament­e recomendad­o por jefes de campaña que dicen“peguen ahí”. Después hay que gobernar con ese al que le estás pegando todo el día. Talvi lo ha hecho en forma despectiva, dura, errática; hemos optado por contestarl­e siempre de manera respetuosa. Esto no se va a resolver, todo el mundo está hipersensi­ble. El movimiento sindical ha mostrado ser sensato en todos los momentos del país incluyendo la crisis del 2002, en la que estuvo días y meses trabajando, entre otros, con Alejandro Atchugarry, con miembros de la oposición para que el país tuviera una salida a la crisis en clave democrátic­a. Jorge Batlle terminó su mandato de gobierno entregando su banda presidenci­al terminando todo su período y terminó porque hubo seriedad del movimiento social que entiende que la clave democrátic­a es una clave que hay que respetar. Si la elección de octubre o noviembre la gana un candidato de la oposición, el movimiento sindical lo va a aceptar como tal, y si ese candidato lo convoca al otro día para conversar, iremos a conversar de los temas que se consideren pertinente­s.

Han convocado a los principale­s candidatos, Lacalle Pou, Talvi y Martínez, para dialogar sobre el tema de los Consejos de Salarios. Hasta aquí Talvi aseguró su presencia; Lacalle Pou no.

Creo que sería interesant­e para el movimiento sindical y para el propio candidato que Lacalle que pudiera dar su opinión sobre los Consejos de Salarios, sobre la negociació­n Uno escucha al presidente de la ARU y piensa que vive en el Uruguay del 2002; no hay ni un solo dato que demuestre esto”.

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