La Sífilis es la primera enfermedad de trasmisión sexual en Paraguay
La sífilis encabezaba ayer la lista de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en Paraguay con un incremento de tres mil 128 afectados, según el último reporte del 2018.
Los números de ese informe señalaban que se sumaron 1.564 casos nuevos de VIH, sin embrago la sífilis doblaba dicha cifra, con 3.128 afectados, señaló la directora del Programa Nacional de Control del Sida, (Pronasida), Tania Samudio, quien subrayó, además que la segunda afección en esa lista era el VIH.
Explicó que ese incremento se registra desde hace dos años no solo en Paraguay, sino también en Brasil y Argentina.
La titular de esa entidad refirió que el temor a aplicarse la vacuna con penicilina es una de las razones que marcan esta preponderancia de la sífilis, sobre todo en jóvenes cuyas edades oscilan entre 15 y 24 años.
‘A veces existe el temor a la reacción alérgica que pueda provocar la penicilina, entonces la gente no quiere tratarse de esa manera’, explicó Samudio. Mencionó que el descuido o poco uso del preservativo en las relaciones sexuales es otro motivo por el cual se incrementa la enfermedad.
‘Es mucho más fácil la transmisión de la sífilis que el VIH. Para que este se transmita debe haber una herida en la mucosa y más relaciones sexuales. En cambio la sífilis en un contacto sexual ya se adquiere’, señaló.
Destacó que el diagnóstico de esa enfermedad de trasmisión sexual se da más en mujeres, porque se les pide la prueba durante el embarazo.
‘La sífilis es muy similar a las otras infecciones de transmisión sexual, solo que es más fácil su transmisión. Por ese motivo hay un mayor número de casos diagnosticados’, dijo Samudio .
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se estima que 2.100 niños nacen o contraen el VIH de sus madres en América Latina y el Caribe.
Si dichas enfermedades no son detectadas y tratadas a tiempo, pueden generar abortos, muerte fetal, malformaciones congénitas y neurológicas, problemas cardíacos, cirrosis, cáncer de hígado y en algunos casos hasta la muerte, finalizó la jefa de Pronasida.