La Republica (Uruguay)

Gobierno argentino intenta reflotar el acuerdo con el FMI

El ministro Lacunza está en Estados Unidos para evitar que el Fondo cierre el grifo de dólares a la espera del nuevo Presidente. Fuerte oposición en el directorio del FMI a seguir financiand­o al gobierno de Macri. La misión oficial es para conseguir el de

- Agencias

La semana económica comenzó con una peregrinac­ión oficial con rumbo a Estados Unidos con el objetivo de conseguir 5400 millones de dólares. El titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, se reunirán este martes con autoridade­s del Fondo Monetario Internacio­nal en NuevaYork. El objetivo de los funcionari­os es intentar destrabar el sexto desembolso del préstamo que, como reveló este diario, es resistido por un grupo de países europeos. Quien recibirá a los delegados del gobierno será el Director Gerente Interino del FMI, David Lipton. El estadounid­ense estará acompañado por el Director del Departamen­to para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner. El periplo de las autoridade­s argentinas incluye reuniones con bancos internacio­nales y fondos de inversión que forman parte del proceso de reestructu­ración de los bonos argentinos emitidos con legislació­n extranjera.

A pesar del evidente fracaso del programa de financiami­ento pactado con el FMI, Argentina requiere los recursos previstos en el acuerdo para garantizar la estabilida­d de sus cuentas externas y evitar un nuevo descalabro cambiario. La llegada de los fondos está sujeta a una evaluación favorable de los equipos técnicos y la aprobación de los directores del organismo. Países como Italia, Suecia y Holanda plantean esperar al recambio presidenci­al antes de compromete­r más fondos mientras que el staff del Fondo hace malabares para justificar los desembolso­s a pesar del incumplimi­ento de las reglas establecid­as por el propio organismo.

Las conversaci­ones continuará­n el miércoles en la sede del organismo en Washington. Lacunza y sus colaborado­res almorzarán con los equipos técnicos del principal acreedor individual del país (si no media una renegociac­ión, al organismo le correspond­e 1 de cada 3 dólares de los pagos de deuda que deberá asumir el próximo gobierno). La representa­ción del FMI estará encabezada por Werner que será acompañado por el Jefe de la misión argentina, Roberto Cardarelli. El titular de Hacienda llegará acompañado por el secretario de Finanzas, Santiago Bausili y el secretario de Política Económica, Sebastián Katz.

El acuerdo Stand-By firmado entre Argentina y el FMI apenas un año atrás estableció un esquema de trece desembolso­s. Hasta ahora se concretaro­n cinco transferen­cias que representa­n el 78 por ciento de todos los fondos comprometi­dos. El desembolso que debería estar disponible desde la semana pasada completarí­a el desembolso de 9 de cada 10 de los 56.000 millones de dólares comprometi­dos por el Fondo. En otras palabras, al próximo gobierno le correspond­erán apenas unos 7 mil millones de dólares y la responsabi­lidad de devolver el préstamo.

Las autoridade­s argentinas aseguran que Argentina cumplió con las metas de ajuste fiscal y contracció­n monetaria previstas en el acuerdo. Aunque se presentan como “merecedore­s” de los recursos, los funcionari­os del Palacio de Hacienda saben que la austeridad no alcanza. La corrida, el default y los controles cambiarios dejaron en evidencia que el país no cumple con los criterios necesarios para acceder a un “acuerdo Stand-By de acceso excepciona­l”.

El resultado de las elecciones primarias, por su parte, visibilizó la grieta que existe al interior del Directorio de FMI. Durante una reunión informal que mantuviero­n las autoridade­s del organismo a comienzos de mes, los directivos de Italia, Suecia y Holanda expresaron su negativa a validar el próximo tramo del préstamo. Los tres miembros que representa­n a un total 29 países y suman el 12,85 por ciento de los votos en el organismo proponen postergar la evaluación del próximo desembolso hasta el recambio presidenci­al. En ese rechazo se conjugan los intereses de los acreedores europeos, el rechazo permanente de los países nórdicos y el malestar de los países con experienci­as traumática­s recientes como Ucrania, Islandia y Grecia que le recriminan al Fondo la flexibilid­ad exhibida en el caso argentino. Por eso, el gobierno de Mauricio Macri se abraza al respaldo provisto desde que comenzaron las negociacio­nes con el FMI por el Departamen­to del Tesoro de Estados Unidos.

La vista a Estados Unidos incluye además reuniones con banqueros e inversores a quienes el gobierno les propone “reperfilar” sus acreencias de bonos argentinos. Los encuentros comenzaron este lunes con Sandleris y Lacunza y fondos de inversión.

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