Ataques versus propuestas: Lacalle apostó por las críticas y evitó el pasado; Martínez le pidió “hechos y no palabras”
Martínez aseguró que el 27 de octubre la elección se dirime entre dos modelos: uno que fracasó y que “dejó tirados a los uruguayos”; y otro que tiene a la gente como el centro de sus políticas.
No vine a hablar del pasado”, señaló Luis Lacalle cuando se le recordó que el gobierno del Partido Nacional fue el que menos invirtió en educación. Y cumplió a rajatabla el candidato del Partido Nacional, porque evitó durante todo el debate referirse a lo que su partido hizo cuando fue gobierno. Daniel Martínez aprovechó esa omisión y recordó que la gente tendrá que elegir el 27 de octubre entre dos modelos: uno que en 2002 dejó a los uruguayos en la calle, y otro que puso a la gente como centro de todas sus políticas. Esta dicotomía sobrevoló durante todo el debate. El candidato blanco con el rostro adusto, mostrándose casi enojado (nunca sonrió), y llevando al intercambio la misma estrategia de sus actos políticos: el ataque frontal contra el Frente Amplio, con las mismas expresiones que ya dijo incontables veces, pero más duras, como señal de firmeza para los televidentes.
Sus frases apostaban por el ataque continuo contra algunas de las principales figuras frenteamplistas, a los que acusó de haber mentido en campañas pasadas y aludió directamente aTabaréVázquez y Danilo Astori, con un latiguillo continuo y repetido: “El FA no es creíble”, porque “no cumplió”.
Martínez respondió con datos de gestión en cada tema, y llevó recurrentemente el debate a la experiencia de gestión y al “hechos y no palabras” con que descalificó los argumentos de su adversario que insistía en la descalificación por sobre las propuestas.
Lacalle Pou comenzó el
Hechos y no palabras”.
Fue la expresión que en forma reiterada utilizó el candidato del Frente Amplio Daniel Martínez durante el debate.
debate mejor de lo que terminó, porque salió encendido con la estrategia de tirar todo su arsenal de críticas en los dos temas centrales de Economía y Seguridad, pero prácticamente no esbozó propuestas. Apostó por la búsqueda del error ajeno y la descalificación irónica, como cuando aludió dos veces a Gustavo Leal “como el asesor estrella de Martínez” y a Eduardo Bonomi como “el peor ministro del Interior de la historia”.
Pero todo lo fuerte que lanzó en ese primer bloque con acusaciones y críticas, se fue diluyendo a medida que se sucedían los diversos temas y había que volcar propuestas para llenar de contenidos los minutos.
Allí apareció la frase que Daniel Martínez encontró como fundamento para revertir la avalancha de críticas; “hechos y no palabras”, le pidió permanentemente.
Además, impuso su estrategia de recordar el pasado al advertir que el candidato blanco evitaba continuamente las alusiones al gobierno de su padre. De hecho, Martínez lo llamó “Señor Lacalle” durante todo el debate.
Desarrollo Humano
En el bloque sobre Desarrollo Humano, Martínez hizo hincapié en el tema vivienda, y recordó que en los últimos 15 años se duplicó la inversión en esta materia. El exintendente afirmó que al final del período se habrán construido unas 50.000 viviendas de calidad, “no como las que se hacían en gobiernos anteriores”.
Recordó que hoy 90 asentamientos se transformaron en barrios equipados con servicios, pero aceptó que “hay que hacer mucho más”, y se comprometió a revisar la normativa para desarrollar soluciones habitacionales más baratas.
Lacalle, en tanto, leyó citas textuales con declaraciones de gobernantes del Frente Amplio, para redoblar sus críticas a las políticas sociales. Planteó que el gobierno está hoy inmerso en un “materialismo de gráficas y estadísticas”, por lo que reclamó “humanizar la tarea” y recordó dichos de Martínez acerca de las personas en situación de calle.
Martínez replicó que resulta un ejercicio muy fácil “destruir”. “Nos preocupa el tema de la gente en situación de calle, hemos construido refugios, y estamos con una política de propuestas concretas, reinserción laboral; no estamos para hacer leña política sino para solucionar”, subrayó.
El futuro
En el bloque sobre el futuro, Lacalle dijo tener una mirada “optimista”, aclaró que en el tema medio ambiente él y Martínez han estado en las “antípodas” y recordó el debate sobre la instalación de la minera Aratirí a la que el candidato nacionalista se opuso.
Recordó que Martínez lo tildó en su momento de “antipatriota” por no respaldar este proyecto y sin embargo hoy el país enfrenta un juicio millonario. Insistió con que desde su punto de vista el emprendimiento minero iba a deteriorar el medio ambiente. Propuso la creación del Ministerio de Medio Ambiente y pidió darle contenido al Uruguay Natural.
Martínez replicó que habría que contratar a Lacalle como vocero del FA por interpretar declaraciones de dirigentes de esa fuerza política. Afirmó que el domingo 27 de octubre la elección se dirime entre dos modelos: uno que fracasó y que impulsa la oposición y que“dejó tirados a los uruguayos” y otro que tiene a la gente como el centro de sus políticas.
El candidato frenteamplista aseguró que en 2004 el país estuvo al borde del apagón eléctrico por las políticas que se venían aplicando, y que la llegada del Frente Amplio al gobierno permitió revertir esa situación y transformar al país en un exportador de energía a los países vecinos.
“Hechos y no palabras”, afirmó. Recordó la construcción de ciclovías en Montevideo y la inversión en la modalidad eléctrica en los medios de transporte. Además, explicó las ventajas del “expediente electrónico, que permitió ahorrar toneladas de papel y contaminar menos”.
Martínez dijo no creer en un Ministerio de Medio Ambiente. sino en políticas que permitan ir hacia una transición sustentable que apunte a la preservación de los ecosistemas.
“Somos un país que ha hecho cosas grandes”, afirmó el candidato del Frente Amplio y mencionó a los gurises del Plan Ceibal para concluir en que “nada hubiera cambiado sin ese plan, ni la fibra óptica”.