“Ser astorista es ser un seregnista del Siglo XXI”

“Veo a Danilo muy bien parado en la cancha. Tiene un rol muy fuerte que jugar todavía”, aseguró Pablo Ferreri.

Desde su definición política, Pablo Ferreri se considera “seregnista y astorista”, y asegura que se trata de un sector que ya trasciende al propio Danilo Astori y que “es fundamental para el Frente Amplio”.

“Podríamos decir que ser astorista es ser seregnista del Siglo XXI”, asegura el viceministro de Economía a LA REPÚBLICA.

“Veo a Danilo muy bien parado en la cancha, recorriendo el país, inaugurando locales en Montevideo, con una presencia activa en la prensa. Astori tiene un rol muy fuerte a jugar todavía en la política uruguaya, es muchísimo lo que le debe el país, es muchísimo lo que todavía tiene para aportar”, remarca.

¿En el futuro se imagina más en la gestión que en el Parlamento?

Mi lugar en el mundo tiene que ver con la gestión. Soy astorista, no voy a ninguna lista, estoy en esto por convicción política, porque creo en el proyecto del Frente Amplio y como lo ha dicho Danilo, después del 27 de octubre pondremos todos los esfuerzos posibles para fortalecer el Frente Liber Seregni. No aspiro a ningún cargo parlamentario, eso lo hago con desprendimiento pero con convicción de que ese no es mi lugar, estoy acá para aportar a un proyecto político.

Como asesor de Daniel Martínez, ¿cuál considera que es el gran objetivo que lo lleva a buscar la Presidencia?

Daniel tiene una obsesión con la matriz productiva del Uruguay y la transformación productiva de nuestro país en la línea de agregarle cada vez más valor, creo que eso es un elemento central diferencial de la propuesta del Frente y sobre todo de la orientación de Daniel. Tiene que ver con potenciar y agregarle cada vez más valor a la cadena agroindustrial que es un factor central de la economía uruguaya, hay elementos para generar más valor, agregarle más conocimiento a lo que se produce. Hay nichos de mercado que también se pueden aprovechar para avanzar en una sustentabilidad ambiental. La protección de la ecología tiene que ver con aspectos de sustentabilidad, pero también con el aprovechamiento de oportunidades en términos económicos, accediendo a mercados que son muy exigentes y valoran y pagan muy bien lo que tiene que ver con productos amigables con el medio ambiente.