Trabajadores de la salud privada paran “para no volver atrás”
La medida busca defender la negociación colectiva, que las patronales no rompan el laudo único nacional y profundizar el Sistema de Salud.
Los trabajadores de la salud privada mantenemos nuestra firmeza en cuanto a la negociación colectiva, pensando además que, en junio del año que viene tendremos Consejos de Salarios, los que estarán determinados por la negociación colectiva, y esta estará determinada por los que triunfen en noviembre. Sabemos que la negociación colectiva va a ser muy difícil y el convenio que venga va a ser muy difícil, y es nuestra obligación avisarle a los trabajadores”
El próximo jueves 10 de octubre, de 8 a 15 horas, la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) se movilizará en todo el país, con concentración desde las 9hs. en el Obelisco de Montevideo, con posterior marcha por la Av. 18 de Julio, y acto frente a la sede del Ministerio de Salud Pública (MSP) a las 1030hs.
“El objetivo es denunciar ante la opinión pública lo que han sido las posición de las patronales en el sector privado y en los Consejos de Salarios, en los cuales hay que fijar los salarios a trabajadores que realizan tareas que no están laudadas”, explicó a LA REPÚBLICA el secretario general del gremio que nuclea a los trabajadores no médicos de la salud privada, Jorge Bermúdez.
El dirigente de la FUS puntualizó que“son nuevas categorías laborales que se han creado producto de las necesidades de las nuevas realidades que existen en el mundo del trabajo, donde las patronales, una vez más, luego de tres meses de discusión, han trancado cualquier resolución porque no quieren poner la plata y volvemos el mismo argumento de siempre y al mismo planteó de siempre”.
El sindicalista recordó que “el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) se creó bajo tres premisas en el 2007: el cambio de modelo de gestión, el cambio de modelo de atención y el cambio de modelo de financiamiento”.
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Congelamiento del SNIS
Bermúdez remarcó que ese modelo de financiamiento ha permitido que millones de uruguayos y uruguayas hoy estén en el SNIS, y gran parte de ellos se encuentran en la salud privada.“Esto ha hecho que las instituciones se hayan fortalecido económicamente como nunca lo estuvieron”, acotó.
La cifra que se mueve es de unos 2000 millones de dólares, sin embargo, denuncia el dirigente,“las empresas nunca tienen plata para pagarle a los trabajadores, nunca tienen plata para dar el aumento salarial, sí tienen plata para pagarle $1.000.000 y más por mes a un gerente” y fue más allá al enfatizar que “gastan millones de dólares en publicidad y marketing mientras tanto, la gente sigue esperando meses para que lo vea un especialista o más de 10 horas en una emergencia “.
Insistió con el hecho de que el salario correspondiente a la categoría laboral nueva “se ha quedado en el cajón porque dicen que no tienen plata”.
Considera que este panorama es lo que ha catalogado la FUS “el congelamiento del SNIS”.
Cabe acotar que la salud es de los sectores de la actividad privada, junto con el comercio, que más trabajadores emplean.
“Nosotros decimos que por no profundizarse en las reformas de la salud hoy la salud siguen siendo un bien de mercado, donde las instituciones con una lógica clara de mercado hacen fortunas a costa de la salud de la gente y en ese marco también está el salario de los trabajadores”, señaló el sindicalista.
Contra la violencia y despidos injustos
Además describió otros elementos puntuales que motivan la movilización del próximo jueves, y entre ellos destacó que es contra las agresiones que sufren trabajadores de las emergencias móviles en el desarrollo de su tarea
También en solidaridad con 4 trabajadores que fueron despedidos del Sanatorio Americano, en función del conflicto que han tenido con la patronal, y como elemento central, reiteró, la defensa de la negociación colectiva.
Con relación a este último punto, recordó el planteo empresarial ante la OIT contrario a la negociación colectiva y los Consejos de Salarios, donde plantearon, entre otros aspectos, que la negociación debe ser por empresa, sin la presencia del Estado y con laudos diferenciados por departamento. “Estamos en contra de todo eso”, aseveró.
Y fue más allá al indicar que “hay representantes políticos que avalan ese accionar de las patronales” y que “levantan esa bandera”.
Bermúdez informó que“hay que pensar que la FUS, en junio del año que viene, será el primer gremio que va a lograr con un nuevo gobierno un convenio colectivo. Por lo tanto, qué convenio colectivo tengamos va a depender de qué negociación colectiva haya, y qué negociación colectiva va a haber dependerá del gobierno de los próximos años.
Hemos criticado al Frente Amplio en lo que ha sido el congelamiento de la reforma de la salud, pero además si no hay convenio colectivo no hay distribución de la riqueza. Debido a esto, también colocamos en el debate a las cámaras empresariales y a los voceros políticos de ellas, los que se presentan como candidatos electorales y defienden el documento de las patronales.
Estos tienen nombre apellido; uno se llama Lacalle Pou y el otro Talvi, y en eso no hay ninguna duda”.