UNIDAD POPULAR. ENTRE LA UTOPIA Y LA BUSQUEDA DE LA LEGITIMACION
La próxima elección nacional seguramente -como siempre pasa- generará nuevas realidades políticas. Algunas de ellas se vislumbran y otras quizás pueda sorprendernos el propio domingo de Octubre.
Uno de los posibles escenarios que se perfila cuando se hace una lectura de las encuestas, es un sistema de atomización de fuerzas políticas y de varios partidos representados en el Parlamento Nacional. El Partido Independiente, Unidad Popular, el Partido de la Gente, Cabildo Abierto, el propio Partido Ecologista Radical Intransigente aparecen con chances de lograr una representación parlamentaria. En algunos casos como Cabildo Abierto todo parece indicar una votación de importancia y en otros como el Partido Independiente no está claro si logrará mantener su actual posicionamiento. Unidad Popular nació como una respuesta de izquierda de un conjunto de uruguayos que no se sintieron identificados con el Frente Amplio por diferentes motivos. Algunos no realizaron nunca una valoración del significado de la unidad de las izquierdas en un sentido amplio y abarcativo, otros consideraron que el Frente Amplio fué abandonando postulados y principios fundacionales y muchos están aferrados a una postura ideológica más radical en la que interpretan que el Frente no les otorga posibilidades de incidencia real en sus posturas. Tampoco faltan quienes simplemente no están satisfechos con los resultados obtenidos en esta era progresista, y buscan por izquierda una respuesta más adecuada a los problemas del país.
Una de las vertientes de Unidad Popular -fuertemente anclada en aspectos ideológicos- parte de la base que el capitalismo ha destruido al mundo y ha dejado un tendal de excluidos en él. Se trata pués, de una afirmación que merece un debate en la izquierda nacional en su conjunto. Luego del muro de Berlin, de la caída de la Unión Soviética y el fin de la guerra fría la izquierda en casi todas partes convive con el sistema capitalista, no porque crea que es la panacea de los sistemas, sino porque es el único modelo que funciona y que -aminorado en sus peores prácticas- ha demostrado capacidad para brindar resultados satisfactorios al conjunto de la humanidad.
El mundo no está peor, en realidad los datos objetivos nos indican todo lo contrario. Que en general estamos en todos los puntos mucho mejor que hace 50, 100 o 200 años.
La expectativa de vida hace 3 siglos atrás era de 35 años, hoy vivimos en promedio casi hasta los 80. No solo vivimos más tiempo, también tenemos una vida en general con más salud que antes.
Las enfermedades infecciosas eran la causa principal de muerte en siglos pasados. El descubrimiento de la vacunación y el estudio de la teoría microbiana han desterrado un sinfin de enfermedades. Cosas tan simples como un parto -que era de gran riesgo para una mujer en el pasado- hoy aparece casi exepcionalmente un caso de mortandad por esta causa. Las tasas de mortalidad infantil han disminuido drásticamente.
Las grandes hambrunas afectaron al mundo en muchas oportunidades, basta recorrer con detenimiento el Siglo XX.
Hoy prácticamente han desaparecido. El mundo creció unos 5.000 millones de habitantes en los últimos 70 años y piensa crecer unos 2.000 millones más en los próximos 30. La prosperidad, las tasas de crecimiento económico y la ciencia se las ha ingeniado para dar alimento a muchos que antes no se alimentaban y a ese crecimiento exponencial de la población.
En su publicación Escapar del hambre y la muerte prematura 1700-2100 Europa, America y el Tercer Mundo el Economista Robert Fogel decia “el valor energetico de la dieta tipica de Francia a comienzos del siglo XVIII era tan bajo como el de Ruanda en 1965, la nacion mas desnutrida”.
Hemos retrocedido del hambre y para ello hemos sido capaces de cultivar alimentos con menos hectáreas de tierra en tiempos muchísimos más breves. La ingeniería genética logra producir ahora en horas lo que antes lo hacíamos en semanas o meses. Producimos unas 100 veces más que hace 2 siglos.
En 200 años la taza de pobreza del mundo se ha desplomado del 90%hasta el 10% y casi la mitad de ese declive fue en los ultimos 30 años. Sin embargo no cabe duda que la desigualdad economica ha crecido en la mayoria de los paises occidentales.
La tecnología también es útil: resuelve y aminora los efectos ambientales. No estamos ante situaciones irreversibles, sino ante nuevos desafíos que la humanidad va superando.
En materia de derechos sociales, la mujer vota en la totalidad de los países y se emancipa, los derechos de los homosexuales se expanden, ha terminado la esclavitud y un país que tuvo el Ku Klux Klan hace 50 años tuvo un Presidente de orígen afrodescendiente hace 2 años. Sin ignorar los graves problemas de Europa y EEUU con los fenómenos migratorios o los problemas de las mujeres especialmente en el mundo musulmán, estamos lejos de decir que las cosas se han solucionado, pero muy cerca de afirmar con certeza que estamos infinitamente mejor que hace 1 o 2 siglos.
Como dijera Galeano sobre la utopía
“Ella está en el horizonte. Yo me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía?. Para eso sirve, para caminar”.
Las fuerzas de izquierda y en particular el Frente Amplio no han dejado de pensar en esa utopia, pero el ejercicio del gobierno y la necesidad de dar respuestas a la gente nos han hecho poner los pies sobre la tierra. Quizás allí radique la diferencia fundamental con la Unidad Popular, particularmente con el discurso del historiador Gonzalo Abella. La discusión no se agota con la Unidad Popular. Es necesaria una discusión, más franca y más profunda con el conjunto de la izquierda y dentro del propio Frente Amplio.
Sin embargo han aparecido otros discursos en esa fuerza política. Un discurso más validante y que genera afirmaciones que vale la pena poner atención.
Un ejemplo de ello lo constituye algunas afirmaciones del Ingeniero Roberto Kreimerman “La generación de empleo de calidad depende de la estructura de producción de un país” “Sólo un Plan de Desarrollo Industrial puede generar empleos estables y de mejores salarios” “El estado tiene un papel fundamental; como productor de bienes estratégicos, como regulador de los mercados, como financiador de nuevos proyectos, como comprador de la industria nacional”.
“Las capacidades nacionales dependen de la investigacion y de la educacion”
“Los trabajadores son el verdadero valor del pais y deben participar de esos planes. Ellos son el motor del desarrollo”. No tenemos una coma ni un punto que agregar a conceptos que son absolutamente compartibles y compatibles con la propuesta del
Frente Amplio en particular y que creemos modestamente han sido aplicadas en ese norte por los gobiernos frenteamplistas. A veces con más éxito, otras veces con menos éxito y en una fuerza política tan plural y amplia resulta natural que aparezcan matices o contradicciones que son el producto de tener los pies embarrados sobre la tierra. La actitud de la Unidad Popular ha sido la de férrea oposición al gobierno y en muchas ocaciones funcional al conjunto de la oposición y en consecuencia a la derecha.
Octubre será el comienzo de un nuevo período político. Veremos.