Inusitado despliegue militar en Salto a nueve días del balotaje causó “estupor” entre vecinos
Unos 150 efectivos armados a guerra atravesaron a pie parte de la ciudad como ejercicio final de un entrenamiento.
Anueve días de la segunda vuelta, un inusual despliegue de tropas fuertemente armadas sacudió el jueves la tranquilidad de la zona portuaria de Salto y causó alarma en la población local.
“Nunca había ocurrido un movimiento militar de esta magnitud con uniformes, cascos y equipos individuales”, narró con preocupación a LA REPÚBLICA un salteño que vive hace años en Salto y que fue testigo del movimiento de tropas. El hecho ocurrió en la tarde del jueves e involucró a 150 efectivos del Batallón “Ituzaingó” de Infantería Nº 7. Imágenes captadas por lugareños muestran a dos columnas de infantes con armas largas de grueso calibre que atraviesan a pie la costanera“Ingeniero Malaquina” frente a la Plaza Roosevelt y al Palacio Córdoba, sede de oficinas de la Intendencia salteña. A esa altura de la tarde, se trata de una zona muy concurrida y transitada de la capital del departamento.Varios vídeos, subidos a las redes sociales, circularon ayer por la mañana y causaron verdadero impacto y “estupor” una vez que se comprobó que las imágenes correspondían a nuestro país y más precisamente a Salto. Según pudo saber LA REPÚBLICA el inusual despliegue generó malestar a nivel político y consultas al más alto nivel así como un pedido de explicaciones a las más altas autoridades castrenses locales. Si bien se trataría de maniobras planificadas con tiempo, llamó la atención que semejante movimiento se efectivice en un momento de altísima sensibilidad en la opinión pública como lo es el tramo final de una campaña electoral.
El vocero del Ejército Coronel Olivares confirmó a LA REPÚBLICA que se trató de la prueba final de los ejercicios que anualmente realizan las unidades en todo el país, en este caso, por parte del Batallón de Infantería Motorizado Nº 7, con sede en la ciudad de Salto y precisó que fue comunicado al mando superior por el conducto correspondiente. Después de tres días de ejercicios, agregó Olivares, la maniobra final consistió en una “marcha a pie” de 8 km, desde los campos de entrenamiento hasta la sede de la unidad, razón por lo que el contingente debió atravesar parte de la ciudad.
El general Marcelo Montaner es la máxima jerarquía divisionaria, como comandante en Jefe de la División de Ejército III cuya jurisdicción abarca Salto y todos los departamentos al norte del Río Negro. En marzo de este año, tras la destitución del General Manini Ríos, quedó en forma interina a cargo del despacho del Comandante en Jefe. Durante su desempeño, protagonizó una serie de episodios polémicos que lo enfrentó al mando superior a raíz de lo cual, incluso, recibió alguna amonestación. En setiembre del año pasado, el gobierno sancionó a Montaner por la ejecución de la Marcha de Tres Árboles (identificada con el Partido Nacional) al cierre de la Expo Prado. A esa altura, Montaner era el encargado de despacho ante la ausencia de Manini Ríos, en ese momento Jefe del Ejército en misión oficial. En agosto del año pasado, el diputado del Frente Amplio por Tacuarembó Edgardo Rodríguez (MPP) renunció que, a pocos días del referéndum sobre la Ley Trans, el Ejército convocó a una “charla” en la División de Ejército III sobre la ley y que habría sido brindada por un médico, funcionario del Ministerio de Defensa y un abogado. Rodríguez aseguró que se trató de un “adoctrinamiento ideológico basada en elementos falsos” y una “presión” sobre los soldados. El general Montaner asumió la responsabilidad de la convocatoria a la charla aunque aclaró que el motivo fue el de “informar” al personal porque los soldados “no tenían ni idea de lo que se estaba votando”.
El ministro de Defensa José Bayardi abrió una investigación de “urgencia” que concluyó que “no hubo direccionamiento ni a favor ni en contra de participar en el pre-referéndum”. Montaner ascendió al grado de general el 1º de febrero de 2013 por el sistema de selección. La venia solicitada por el Poder Ejecutivo encabezado por José Mujica y avalada por el ministro de Defensa de la época Eleuterio Fernández Huidobro, resultó aprobada por unanimidad.