Bolivia dividió al Mercosur: Uruguay mantuvo condena al golpe y socios dieron su apoyo a la presidenta interina
En la cumbre, solo Topolansky se refirió al “quiebre institucional” que provocó la caída de Morales.
La delicada situación que atraviesa Bolivia dividió al Mercosur en la cumbre que tuvo lugar ayer en la ciudad de Bento Gonçalvez, en Río Grande do Sul. Mientras Argentina, Brasil y Paraguay expresaron su apoyo a la presidenta interina Jeanine Áñez, Uruguay calificó la salida de Evo Morales de “quiebre institucional”.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, abrió ayer la cumbre semestral del Mercosur y reafirmó el rumbo liberal adoptado por el bloque, sobre el cual alertó de que“no puede aceptar retrocesos ideológicos”.
“Tenemos que seguir avanzando hacia un Mercosur más pequeño y más eficiente”, declaró el líder brasileño frente a los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y Paraguay, Mario Abdo Benítez y la vicepresidenta, Lucía Topolansky, quien asistió a la cumbre en lugar de Tabaré Vázquez. En su discurso como presidente anfitrión, Bolsonaro hizo un repaso de las medidas que ha adoptado en Brasil desde que asumió el poder, el pasado 1 de enero, y dio a entender que el camino liberal tomado por su Gobierno deberá marcar también el rumbo del bloque integrado por los cuatro países.
En ese marco, criticó las “tasas excesivas” que existen en el bloque, en referencia al Arancel Externo Común (AEC), que
Brasil ha propuesto reducir o incluso eliminar, con la complacencia de los Gobiernos conservadores de Argentina y Paraguay.
No obstante, a esa propuesta podría oponerse el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, quien asumirá el poder el próximo 10 de diciembre.
Sin dejar lugar a dudas, Bolsonaro insistió en la cuestión arancelaria y aseguró que esas “tasas excesivas afectan a quien produce y afectan la competitividad” de los países, que “no pueden aceptar retrocesos ideológicos” que puedan obstaculizar el camino hacia el libre comercio.
Bolsonaro también le hizo un guiño a Uruguay y Paraguay, las menores economías del bloque, al anunciar que Brasil aportará 12 millones de reales (tres millones de dólares) al Fondo Estructural para la Convergencia del Mercosur (Focem). La cumbre, en la que Paraguay recibirá de Brasil la presidencia temporal del bloque, se celebra en la ciudad de Bento Gonçalvez, en el sureño estado de Río Grande do Sul, y ha sido precedida por reuniones técnicas y de cancilleres.
En esas reuniones, Paraguay precisamente anunció que uno de los objetivos de su presidencia semestral será potenciar el Focem, a fin de se acelere el proceso de reducción de asimetrías entre las economías de Paraguay y Uruguay y las de los más poderosos Brasil y Argentina.
Topolansky;“contexto regional preocupante”
“Esta reunión se realiza en
un contexto regional preocupante” y en momentos en que “son varios los países de la región sacudidos por protestas, crisis económicas o políticas y hasta golpes de Estado”, dijo por su parte Topolansky frente a los otros presidentes que, aún con matices, están todos situados en el arco de la derecha.Tal vez consciente de eso, la vicepresidenta reconoció que sus palabras podían ser “incómodas”, pero afirmó que no podría“dejar de decirlo”. Frente a los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, Argentina, Mauricio Macri, y Paraguay, Mario Abdo Benítez,Topolansky hizo alusión al reciente proceso electoral en su país, en el que triunfó el conservador Luis Lacalle Pou, quien asumirá el poder en marzo próximo y pondrá fin a 15 años de Gobiernos progresistas. La vicepresidenta subrayó que“esa jornada electoral, más allá de su resultado, fue una celebración de la democracia y la ciudadanía”, y lamentó que esa misma situación no se repita en otros países de la región. Más allá de las consideraciones estrictamente políticas, la vicepresidenta uruguaya valoró la apertura al comercio adoptada por el Mercosur. “El pasado semestre ha sido muy fructífero para el Mercosur”, que tras anunciar el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) alcanzó un pacto similar con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
Topolansky subrayó el apoyo que el Gobierno de Vázquez les ha dado a esos procesos, pero también aseguró que el Mercosur “no debe nunca alejarse de la gente”para centrarse en lo puramente comercial
“No queremos un Mercosur devaluado ni de baja calidad” ni tampoco“alejado de sus ciudadanos”, sostuvo.
Bolivia presente
La crisis política boliviana estuvo presente en la reunión. MientrasTopolansky remarcó en su discurso que allí se produjo un “quiebre institucional”, el resto del bloque mantuvo la visión opuesta.
“No hubo golpe”, sostuvo por su lado la canciller boliviana, Karen Longaric, reiterando que su país celebrará en los próximos meses “las elecciones más limpias y transparentes de la historia”.
Macri le envió un mensaje a Fernández, quien asumirá el próximo martes, pidiéndole que “oficialice la labor”de Àñez, y se dijo convencido de que pronto Bolivia se integrará como miembro pleno del Mercosur.
El futuro del Mercosur, fundado en 1991, está ahora supeditado a las transiciones políticas y a las reorientaciones ideológicas de Argentina y de Uruguay, donde el próximo 1 de marzo Luis Lacalle Pou reemplazará a Vázquez, poniendo fin a quince años de gobiernos de izquierda.
Las tensiones entre Bolsonaro y Fernández desde la derrota electoral de Macri preocupan en el ámbito de los negocios y por sus eventuales consecuencias en el proceso de ratificación del acuerdo de libre comercio firmado este año con la Unión Europea.
El gobierno de Bolsonaro llegó a amenazar con abandonar el Mercosur, temeroso de que Fernández, heredero de una economía en crisis, adopte políticas proteccionistas.
Macri dijo que el bloque debe continuar “la negociación de acuerdos que nos permitan insertarnos en la economía global”.
Las transiciones políticas impidieron un eventual avance en las discusiones para reducir el Arancel Externo Común (AEC), la elevada tasa -de un promedio de 13% a 14%- a importaciones de terceros países.
Pero Bolsonaro dejó constancia de que no olvidará esa asignatura.
“La tasación excesiva afecta a la competitividad y es perjudicial para quien produce. Brasil confía en la apertura comercial como herramienta de desarrollo”, afirmó.
Topolansky abogó por su lado por un Mercosur “ni encerrado en sí mismo ni abierto al bajo precio de la necesidad”.
Ni Bolsonaro ni Macri se refirieron al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Brasil, que busca posicionarse como aliado estratégico de Washington, ni Argentina.
Según analistas, el pragmatismo que Bolsonaro ha demostrado en sus relaciones con Estados Unidos y China, sus dos principales socios enfrentados en una guerra comercial, deberá prevalecer también en el caso de Argentina, dada la interdependencia de las dos economías.
Brasil es el principal socio comercial de Argentina y Argentina el tercero de Brasil, aunque el principal comprador de sus productos industriales.
“El gobierno de Brasil le dará el beneficio de la duda al nuevo gobierno argentino en relación a su política comercial, antes de adoptar cualquier actitud drástica”, explicó Thomaz Favaro, analista de Control Risks.