Sin perder la ternura jamás
En enero el calor lo invade todo. Sin embargo, el próximo 3 de enero una delegación de la FOEB irá con sus disfraces y maquillaje, a estar con niños y niñas de Chapicuy, a alegrarle un ratito de sus vidas a unos 400 niños y niñas. El retorno es siempre feliz. “Agotados pero felices”. Así ha sido siempre. “Volvemos impactados, felices, emocionados, es increíble lo que uno siente. Tenemos un sindicato solidario que destina muchas horas de compañeros; es mucha la responsabilidad porque no le podés fallar a los niños.
Es un sindicato que brinda mucha solidaridad y destina recursos de todos, para darle a los que más necesitan en la sociedad. Pero no tenemos que quedarnos conformes que lo hacemos porque ahora estamos bien como sindicato, o porque somos fuertes y tenemos trabajo. Hay que salir a volcar a la sociedad todo el apoyo que tuvimos y las manos que nos dieron cuando estábamos complicados. Valorar lo que tenemos y lo que logramos con nuestras conquistas y tener memoria. Hay que dar una mano, hay que pensar, recordar y mirar muy hacia adelante”. Arbolella se disculpó con este cronista por no poder seguir conversando pero tenía que salir a comprar brillantina de colores para los niños del Inau a los que vería junto con sus compañeros del Grupo Solidario de la FOEB. “Hermano, te tiemblan las piernas cuando los chiquitos te vienen a abrazar, te dan un beso y te dicen: te quiero”.