Pereira: “Ley de urgencia tiene poca calidad democrática”
Hoy, las principales autoridades del PIT-CNT se reunirán con las futuras autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, encabezadas por Pablo Mieres.
Pablo Mieres y su equipo se reunirán con la cúpula del PIT-CNT. El presidente de la central sindical dijo: “La Ley de Urgente Consideración trae en su seno un procedimiento que tiene poca calidad democrática”.
La relación del futuro gobierno con los trabajadores sindicalizados parece que no será fácil, debido a varias medidas anunciadas que tomará el Poder Ejecutivo -encabezado por Luis Lacalle Pou- que asumirá el próximo 1º de marzo. En ese contexto, hoy miércoles 5 de febrero, el designado futuro ministro de Trabajo y Seguridad Social, el independiente Pablo Mieres, se reunirá con la cúpula del PITCNT para dialogar sobre varios temas, entre ellos los alcances y contenidos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Previamente a esa instancia, el presidente de la central obrera, Fernando Pereira, fue entrevistado en el programa República Radio de LaCatorce10.
El ambiente que se viene parece ser muy complejo y va a necesitar mucho equilibrio el PIT-CNT para poder ser coherente
Sí y lo tiene. La reunión de casi 300 dirigentes de todos los sindicatos, plenarios departamentales, comisiones de trabajo, equipos técnicos, el Instituto Cuesta Duarte, fue de mucha cabeza y a la cabeza no hay que quitarle pasión, ya que no hay ningún cambio que se haga sin pasión. Lo primero que hay que hacer es pensar. Cuando uno va a analizar un texto lo primero que hay que hacer es leer, hay que tomar la voz de lo que tienen mayor expertise, intercambiar con otras organizaciones de la sociedad, con cooperativistas, estudiantes, con organizaciones de jubilados, de derechos humanos, del feminismo, con la Universidad de la República, con la gente de la cultura. Después hay que empezar a fortalecer el abanico social más amplio posible porque hay que dar respuestas concretas a proyectos que nosotros consideramos regresivos para la sociedad uruguaya. Primero pensar, estudiar y reflexionar para después accionar. El PIT-CNT es una organización para cambiar la sociedad y para ello hay que estudiar y así accionar de mejor manera. Cuando el PIT-CNT estudia, lo hace con el objetivo de construir sociedades más igualitarias. Cuando estudió la circunstancia que se iba a dar a partir del primer gobierno de Tabaré Vázquez colocó sus prioridades arriba de la mesa. Estas fueron: negociación colectiva, trabajadores rurales, trabajadoras domésticas, trabajadores de los supermercados, trabajadores de limpieza, aquellos sectores que habían quedado más postergados en la década larga y nefasta del neoliberalismo.
¿Y se lograron sus objetivos?
Hicimos esas apuestas y cuando termina el período de 15 años de progresismo se puede demostrar que las apuestas eran adecuadas. Hay ley de negociación colectiva en el sector privado; ley de responsabilidad penal empresarial que bajó la accidentabilidad en términos muy importantes; ley de empleo para per
sonas con discapacidades; ley de licencia para trabajadores privados; convenio del sector doméstico; 8 horas del sector rural y en el sector rural se multiplicó por 4 el salario de los peones. El salario creció un 56%, en la limpieza y en la seguridad se multiplicó por 3 y en los maestros se multiplicó por 2, en las auxiliares se multiplicó por 2,5. Estas son acciones claras. El salario creció y sobre todo en los sectores más débiles de la sociedad. En esta nueva etapa asume un gobierno que tiene un tinte conservador y la LUC trae en su seno un procedimiento que tiene poca calidad democrática.
¿Está probado que este tipo de normas no son las adecuadas?
El Parlamento hizo hace poco tiempo un convenio con la Universidad de la República con la Facultad de Ciencias Políticas y de Ciencias Sociales y el Instituto de Ciencia Política, donde se analiza cuáles son las mejores herramientas para el quehacer parlamentario, para una mejor calidad democrática del Parlamento. Allí, una que se cuestiona es el mecanismo de las leyes de urgente consideración, pero en particular las leyes ‘ómnibus’. Hay modificaciones a la mitad de la ley de educación, temas vinculados a la seguridad, a las relaciones laborales, temas que ponen en peligro las empresas públicas, muchos temas para los que probablemente se necesitarían 6 o 7 proyectos de ley. Sin embargo se toma este camino que es una abreviatura, que no es la primera vez que se hace, pero siempre tuvo poca calidad democrática el procedimiento. Una cosa es para conformar el Mides y otra cosa para tratar una reforma educativa, una reforma de la seguridad pública, una reforma laboral, limitar el derecho de huelga. El procedimiento tiene poca calidad democrática y esto tiene que ser un cuestionamiento.
Además, ¿incluye limitaciones al derecho de huelga?
Viola el derecho de huelga que el Estado se coloque en juez cuando una huelga es legítima o no. Es absolutamente absurdo para la historia completa del Uruguay. He escuchado a Mieres y a Álvaro Delgado decir que está vinculado a la ocupación de los puestos de trabajo. Si está vinculado a la ocupación de los puestos de trabajo que lo escriban de esa manera, como está escrito hoy habla de la huelga. El derecho es a tener derecho a huelga, no a que el Estado decida cuando una huelga se puede hacer o no, avasalla los derechos, es una embestida como nunca había visto en la historia democrática del Uruguay post 85.
¿También está lo del ataque a las empresas públicas?
Sí. Hay un segundo capítulo que son las empresas públicas; desde nuestro punto de vista y desde el punto de vista de la Federación Ancap y de Sutep, los cambios propuestos para ambos organismos son cambios que los colocan en desventaja y en competencia muy desleal con otros actores muy potentes del mundo. Hacer eso con Antel, que es una empresa que tiene una vitalidad brutal, uno no lo entiende, y colocar a Ancap en situaciones de hacer desaparecer la empresa Industrial más importante del Uruguay tampoco lo entiende. Este conjunto de normas y otras las estamos analizando pormenorizadamente, hemos escuchado al Dr. Aller (penalista) sobre algunos cuestionamientos a temas de seguridad. Escuchamos la preocupación que han planteado muchos fiscales.
¿Hasta dónde pueden llegar si no se cambian varias cosas en la LUC?
Si no se cambia el tema de la huelga, va a haber un conflicto generalizado para defender la huelga. Hay que pensar cuáles son los instrumentos de acción que eviten que lleguen retrocesos al Uruguay. Tenemos que construir la musculatura suficiente que nos permita llegar a la cabeza de los uruguayos y ganar el sentido común de que estos cambios son regresivos para el Uruguay. No es que estemos colocando un palo en la rueda, les colocamos aceite en la rueda para que la rueda no vaya para atrás. Parte de este proyecto es regresivo para los intereses de los trabajadores y los sectores más vulnerados de los uruguayos. Si colectivamente 300 dirigentes sindicales sintonizamos con esta posición, lo que no puedo no tener es un plan de acción para tratar de evitarlo. Hemos tenido varias batallas de este tipo, tenemos un “saber hacer” y creemos que estamos en condiciones de poderlo hacer dentro del juego democrático. Vamos a intentar evitar que se apruebe una ley y, si llegado el momento no logramos modificarlo con la negociación con el gobierno, es una carta que no descartamos para nada. Es más, es parte del plan del movimiento sindical. Esta posibilidad tiene que estar arriba de la mesa y tiene que estar siendo considerada por las cabezas de los dirigentes sindicales de todos los sindicatos.