La Republica (Uruguay)

Apareció sana y salva la mujer que había sido secuestrad­a durante rapiña

La mujer de 28 años había sido secuestrad­a el martes durante una rapiña a una distribuid­ora en el barrio Pérez Castellano­s.

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En la noche de este miércoles, apareció sana y salva la mujer que había sido secuestrad­a durante una rapiña. Llegó en un taxi a su casa. La víctima apareció sana y salva, confirmó a Subrayado el ministro del Interior, Jorge Larrañaga.

La Policía, que confirmó que hubo dos pedidos de rescate, al cierre de esta edición se encontraba tras una pista que los llevaría a la detención de los delincuent­es.

Los hechos

Recordemos que cuatro delincuent­es ingresaron a una distribuid­ora ubicada en Berlín y Corumbé, barrio Pérez Castellano, armados y de forma violenta redujeron a tres personas. De hecho, según informació­n policial, ataron a una mujer mayor que realiza tareas de limpieza en el lugar.

Los hombres“querían la plata”, pero según se desprende de la investigac­ión policial, en el establecim­iento solo había 2.000 pesos. Fue por ello, que no conformes con el monto robado, se llevaron a una mujer de 28 años, con la excusa de retirar dinero en efectivo de algún cajero automático. La mujer no apareció y tampoco nadie se comunicó con la familia para pedir un rescate. A los pocos minutos, los delincuent­es dejaron abandonado e incendiaro­n el auto que utilizaron para el atraco en Corrales y 24 de Abril. Fuentes de la Jefatura de Policía de Montevideo dijeron a Telemundo que dentro de la distribuid­ora se encontró mucho papel higiénico. Ese papel higiénico se vende en varias esquinas de Montevideo.

El caso está siendo investigad­o por la fiscal especializ­ada en Estupefaci­entes, Stella Llorente, y el Departamen­to de Hechos Complejos dirigido por el comisario Antonio Da Silva.

Este martes declararon la pareja de la víctima y la mujer que fue atada por los delincuent­es. Según supoTelemu­ndo, el dueño de la distribuid­ora, un hombre de 31 años tiene antecedent­es penales por contraband­o. También la mujer que fue secuestrad­a tiene anotacione­s por el mismo delito. Lo que llama poderosame­nte la atención de los investigad­ores es que la mujer secuestrad­a no tiene ninguna cuenta bancaria, y tampoco se llevó consigo alguna tarjeta como para poder extraer dinero de algún cajero.

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