Lacalle Pou: “Nos relajamos un poco y retrocedimos algunos casilleros”
El presidente advirtió a la población tras el brote del virus en Treinta y Tres. Para la ciudad de ese departamento dictó una serie de medidas: suspensión de clases, puestos de control sanitario e hisopados masivos para personal de la salud y encuarentenados. Redacción
Este lunes a la mañana, el presidente Luis Lacalle Pou se presentó junto a otras autoridades en Treinta y Tres para reunirse con el Centro Coordinador Departamental de Emergencia (Cecoed) tras constatarse un foco de contagio que obligó a unas 200 personas a hacer cuarentena. Según el informe del Sistema Nacional de Emergencias difundido ayer a la tarde, en ese departamento actualmente hay unos 24 casos activos y no se descarta que aumenten el día de hoy. Lacalle Pou anunció una serie de medidas para Treinta y Tres: suspensión de las clases presenciales (sólo en ciudad de ese departamento), la instalación de puestos de control sanitarios“en los egresos e ingresos a la ciudad” y los hisopados para las personas en cuarentena y el personal de la salud. El presidente hizo hincapié en esto porque confirmaron que fue en un centro de salud donde se produjo el primer caso. “Tomamos algunas decisiones específicas para la ciudad de Treinta y Tres. Lo primero, comenzamos hace bastante tiempo un proceso de retorno presencial a la educación pero ahora vamos a hacer una pausa, a suspender la presencialidad educativa para la ciudad de Treinta y Tres hasta el viernes 3 de julio. Para ese momento sabremos cómo ha evolucionado la situación, y haremos una evaluación”, detalló el jefe de Estado en una conferencia de prensa. “Con el Ministerio de Defensa, con el comandante en jefe y las autoridades militares a cargo de la región, hemos establecido cinco puntos de control sanitarios en los ingresos y egresos a la ciudad de Treinta y Tres. Es un control preventivo en el que se va a tomar la temperatura y demás, aplicando una medida similar a la que dio resultados en Rivera”, indicó. Asimismo, contó que ayer comenzaron con los hisopados a todos los encuarentenados. Hoy se espera que se culmine esa tarea. “Tal cual como se hizo en Rivera, se harán alrededor de 1.000 tests. Esta vez, por la forma en que se dieron los contactos, no serán aleatorios, sino básicamente a las personas vinculadas a la salud. Los médicos, el personal no médico, las ambulancias, los usuarios. Vamos a extenderlo también a los trabajadores del transporte público”, señaló. El mandatario sostuvo que “todas estas medidas no sirven de nada si en la ciudad de Treinta y Tres la gente no anda con el tapabocas y mantiene un distanciamiento físico sostenido. En este caso, Treinta y Tres va a demostrar, no me cabe la menor duda, como lo hizo Rivera, que con las medidas del gobierno y la libertad responsable de los habitantes de la sociedad vamos a frenar el contagio y podremos volver a pensar en otras aperturas”. Lacalle Pou recordó que cuando se decretó la emergencia sanitaria preveían que “en un mes y medio o dos”Uruguay podía levantarla. Sin embargo, “esa idea, al día de hoy queda naturalmente relegada por un tiempo, esperamos poder retomarla, pero depende de la conducta de los uruguayos”, dijo el jefe de Estado. En cuanto al impacto económico que este nuevo brote pueda tener sobre la sociedad olimareña, el presidente explicó que “si hay que reforzar la partida de alimentación, se hará porque lo que no podemos aceptar, además de tener la pandemia, es que un uruguayo se vaya a vivir con la panza vacía”. Lacalle Pou lamentó que “nos hayamos relajado un poco” al ver que eran pocos los casos activos con el virus en el país. “Nos relajamos un poco. Lo vemos en las redes, lo vemos en todos lados. Fíjense que desde ese lejano viernes 13 de marzo nos surgieron 4 casos y tomamos medidas urgentes”, agregó. “Yo no quiero alarmar por demás, porque no tengo datos significativos y no somos de alarmar por alarmar, pero con lo que está pasando el día de hoy retrocedimos algunos casilleros”, reflexionó.“Lo que todo pensábamos que en Uruguay iba a ser nueva normalidad, que no iba a ser solo un tema sanitario, sino educativo, laboral, familiar, hoy, nos obliga a poner pausa. Nos obliga a ir para atrás todo lo necesario. La verdad que lo hacemos con pesar, pero es nuestro deber. Le decimos a la gente de Treinta y Tres y a los uruguayos todos, que hay que pensar que cada acción personal, colectiva o grupal puede beneficiar o perjudicar al todo”, añadió. Luego, consideró que“como reflexión, el caso de Treinta y Tres nos sirve para todo el país”. “Estuvimos celebrando cero casos, un caso. Resulta que de un día para otro tenemos 18, 19 casos. Esto nos da la clara señal de que esto no está ganado, ni cerca. Que va a ser más largo. El cuidado va a ser más largo, el distanciamiento físico sostenido va a ser largo, el uso de tapabocas va a ser largo, y algunas actividades no se van a llevar a cabo. Lamento dar una noticia que no sea muy alentadora. Pero si hacemos eso, el final del túnel, que hace un tiempo parecía lejos, que hace poquito parecía que veíamos la luz, volvemos un poquito para atrás”, expresó. En la misma línea, cuestionó que “se está dando que los jóvenes están saliendo a los boliches, están habiendo fiestas.Yo entiendo la necesidad de juntarse, de celebrar, pero no estamos todavía en tiempo. Ya lo vamos a volver a hacer, pero es muy importante que estos días se apriete el control sobre cada uno de nosotros, nuestros amigos, familiares y compañeros, porque si no, vamos a tener una recaída”. “Hace pocos días hablábamos del caso de Nueva Zelanda. Es una isla, venía con números muy buenos, y resulta que hay un resurgimiento. Insisto en la idea de ir para adelante todo lo posible, y para atrás todo lo necesario”, concluyó.