Carrera expresó su preocupación por la falta de presencialidad en las escuelas públicas
El senador Charles Carrera manifestó su preocupación por la falta de presencialidad en las escuelas públicas, y expresó su respaldo a la movilización de un grupo de familias vinculadas a las escuelas públicas que se realizará el próximo 14 de octubre, a las 17:15.
“Desde que empezó la pandemia en nuestro país, hubo que tomar medidas urgentes. Entre ellas, se dispuso la suspensión de la presencialidad en las escuelas. Esto fue así y fueron parte de las medidas generales de distanciamiento social que se tomaron. Con costos innegables, sin duda, porque el abandono de la presencialidad en la educación trajo consecuencias muy negativas para los estudiantes en general. Más allá de contextualizar la medida de acuerdo al momento en que se adoptó entendemos que hoy se debería atender la situación de miles de niños que ven vulnerados uno de sus derechos fundamentales, que no es otro que el acceso a la educación”, inició remarcando. A esta altura, las escuelas cerradas en forma “mantenida y prolongada implican una verdadera catástrofe desde todo punto de vista”, dijo. “Esta catástrofe no solo afecta a los propios niños, sino también a las familias y especialmente, a las de menos recursos. Imagínese una familia monoparental, con niño de seis o siete años a cargo. Con una madre, sola, sin ayuda de nadie, que tiene que salir a trabajar para llevar un plato de comida a la casa. A esto se suma que no tiene a nadie que les cuide a los niños en su casa y tampoco los puede mandar a la escuela porque esta es de medio horario y por la presencialidad parcial y la “supuesta infraestructura de la escuela” solo van dos veces por semana”. “Todo esto, en el mejor de los casos, porque en otros hogares más vulnerables, la realidad termina siendo aún peor. Allí, el cierre de las escuelas trae como consecuencia que los niños estén en la calle, abandonados a su suerte”, continuó.
“No desconocemos el valor que ha tenido la democratización digital en nuestro país, que ha permitido la educación a distancia y que pueda mantenerse cierto nexo entre el sistema educativo y los hogares. Resulta innegable la expansión de la fibra óptica, la democratización del acceso a internet y el Plan Ceibal, como herramienta educativa. Pero no seamos ingenuos, sabemos bien que estas herramientas son insuficientes, y a la vez no son aprovechadas por todos por igual. Y el problema acá, es que la educación ya no depende de la escuela, el uso de las mismas y su aprovechamiento termina dependiendo mucho más de la composición familiar y el tiempo que esta le dedique a la educación de los niños. Entonces, tenemos un Estado que se desentiende del asunto y una educación que termina siendo problema que cada familia deberá resolver individualmente. De esta manera las posibilidades de acceder a una formación académica estarán ligadas a la composición familiar de cada núcleo”, reflexionó.
Además, añadió: “seríamos hipócritas si desconociéramos que quienes más están sufriendo esta problemática son los niños que acceden a las Escuelas Públicas de medio horario, con dos y tres días de concurrencia semanal y en horarios reducidos”.
“Gran parte de las instituciones privadas, así como las escuelas de tiempo completo y las que se encuentran fuera del área metropolitana, están trabajando con cierta normalidad. Entonces, ¿cuál es la consecuencia de todo esto?”, cuestionó. “Bueno, no es otra que el incremento de la brecha educativa como germen de la desigualdad social. Cuando la Educación deja de ser un problema de la agenda pública y se traslada al mundo individual de cada familia, termina sucediendo que quien tiene recursos llega y quien no, se queda por el camino”, dijo.