Economía argentina caerá 12,3% en 2020 y repuntará 5,5% en 2021
Así lo estima el Banco Mundial en su Reporte de Perspectivas Regionales, en el que señaló que América Latina es la región más castigada por la pandemia.
La economía argentina caerá este año 12,3%, pero se recuperaría 5,5% en el 2021, según las últimas proyecciones del Banco Mundial difundidas hoy.
Debido a la pandemia de coronavirus, América Latina y el Caribe es la región más castigada, ya que se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) en conjunto (excepto Venezuela) retroceda 7,9% en 2020, y se espera un crecimiento de 4% para 2021.
Así lo indican las estimaciones volcadas en el Reporte de Perspectivas Regionales, presentado como antesala del desarrollo de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, que comenzará el lunes próximo de manera virtual. El informe, denominado “El costo de mantenerse sano”, consigna que la Argentina será uno de los países más afectados de la región de América Latina para 2020, junto con Perú (-12%), Ecuador (-11%) y México (-10%).
En cambio, Brasil y Chile sufrirían un impacto relativamente moderado, aunque importante, con bajas para este año de 5,4% y de 6,3%, respectivamente. En cuanto a las causas detectadas, las economías de la región se ven afectadas por una caída en la demanda externa, una mayor incertidumbre económica, un colapso del turismo y las consecuencias de meses de confinamiento con el fin de contener la propagación de la enfermedad. Esta crisis llega tras años de lento crecimiento económico y escaso progreso en términos de indicadores sociales, e inmediatamente después de una ola de disturbios sociales en varios países de la región. Sin embargo, el Banco rescató que“a pesar de las perspectivas negativas, existen señales de que el impacto podría ser menos grave de lo que inicialmente se temía”, ya que “el comercio mundial de bienes regresa a niveles anteriores a la crisis y los precios de las materias primas se han mantenido relativamente bien”. En este sentido, indicó que “fue muy importante que los paquetes de estímulo llevados a cabo por distintos gobiernos fueran en general robustos, a pesar de las restricciones fiscales, y que buena parte de los recursos adicionales fueran a transferencias sociales, ya que el efecto multiplicador de estas transferencias sobre la actividad económica es significativo”.