Iglesias retoman presencialidad este domingo con aforo de 1/3 y medidas sanitarias en templos
Cardenal Daniel Sturla a LA REPÚBLICA: “Sentimos una alegría muy grande porque para los católicos la misa no es una oración más sino que es un encuentro con Cristo vivo y es la actualización del sacrificio de la Cruz”.
El Poder Ejecutivo decidió autorizar la presencialidad en los centros y templos de todos los cultos religiosos del país a partir de este domingo, bajo estrictas medidas sanitarias y un aforo de hasta un tercio de la capacidad máxima de cada local. La decisión fue celebrada por la Iglesia Católica que había manifestado reparos a la decisión del gobierno de suspender las misas presenciales y otros servicios desde el 21 de diciembre - poco antes de las fiestas navideñasa raíz del aumento exponencial de casos de covid-19 en el país. Daniel Sturla, arzobispo y cardenal de Montevideo, dijo a LA REPÚBLICA que esta decisión significa “una alegría muy grande porque para los católicos la misa no es una oración más sino que es un encuentro con Cristo vivo y es la actualización del sacrificio de la Cruz”.
“Vivirlo presencialmente y celebrarlo en comunidad, poder acercarse a recibir la comunión es el centro de la vida cristiana católica”, agregó.
Por su parte, el presidente de la Alianza Evangélica Louder Pablo Garaedian dijo a LA REPÚBLICA que retomarán sus servicios religiosos a partir de este y lunes para evitar inconvenientes con las intendencias. “El gobierno nos solicitó el 21 de diciembre que la reapertura fuese después del 10; nosoros para evitar inconvenientes a nivel departamental con las inspecciones de sanidad de cada intendencia, tomamos el recaudo de ser obedientes y solicitar a todas las iglesias evengélicas que comiencen el lunes y no este domingo”, afirmó. La Alianza Evengélica cuenta con alrededor de 1400 iglesias y unos 300 mil seguidores en el país.
Según se informó a LA REPÚBLICA, el aforo dependerá de la capacidad de cada templo o parroquia: 1/3 del total es la capacidad máxima permitida. Todos los asistentes deberán estar con tapabocas, se tendrán que registrar previo al ingreso al templo con nombre y teléfono, y deberán tener alcohol en gel en las manos y desinfectar el calzado con alfombras especiales. La comunión, en tanto, se dará en la mano y el sacerdote deberá cumplir con todas los requisitos sanitarios correspondientes.
En el caso de la Iglesia Católica, cada diócesis deberá cumplir a rajatabla con el protocolo sanitario.
En diciembre pasado, el Poder Ejecutivo decidió suspender la presencialidad en todos los centros religiosos debido al aumento exponencial de casos de coronavirus en el país. La medida fue comunicada a las distintas colectividades religiosas en un encuentro celebrado en la Torre Ejecutiva con el secretario de la presidencia Alvaro Delgado. La decisión del gobierno no estuvo exenta de críticas. Desde la Conferencia Episcopal, a través de su vocero Milton Tróccoli, se hizo hinxapie de que en las celebraciones religiosas no se registró ningún caso positivo. “Como iglesia suspendimos una cantidad de actividades: recorridas por los barrios, misiones juveniles y campamentos, por ejemplo”, expresó Tróccoli, cuando el gobierno les anunció la decisión el mes pasado. “La libertad de cultos es un derecho consagrado en nuestra Constitución. Confiamos que seguiremos cuidándonos entre todos y que con la ayuda de Dios pronto podremos salir de esta situación y volver a celebrar nuestra fe en comunidad”, añadió.