El Asad jura como presidente de Siria por cuarta vez consecutiva
El mandato del dirigente está marcado por 10 años de una guerra atroz y una profunda crisis económica.
Exactamente 21 años después de asumir el poder en el país, el presidente de Siria, Bachar el Asad, volvió a jurar su cargo este viernes para un cuarto mandato de siete años después de obtener más del 95% de los votos en unas dudosas elecciones celebradas en mayo y consideradas ilegítimas por la oposición y por Occidente. El dirigente sirio inicia así formalmente una nueva etapa al frente de un país devastado por una década de guerra atroz y ahogado en una profunda crisis económica.
En la votación, la segunda que tiene lugar en el país desde que empezó la guerra y que solo se celebró en las zonas controladas por el régimen, El Asad se impuso frente a dos simbólicos candidatos apenas conocidos y con una participación oficial del 78,6%. La jornada, que no contó con observadores independientes, fue considerada una farsa por la oposición en el exilio, y los ministros de Exteriores de Estados
Unidos, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido consideraron que las elecciones eran “ni libres ni justas”.
Tras la ceremonia de toma de posesión del cargo, El Asad pronunció un discurso de investidura en el que anticipó que sus prioridades “son sobre todo liberar lo que queda de tierra [en referencia a las partes del país que no controla su régimen] y afrontar las repercusiones económicas y de subsistencia de la guerra”, de acuerdo con una transcripción de la agencia de noticias estatal SANA. El acto tuvo lugar en el palacio presidencial de la capital, Damasco, y contó con la presencia de más de 600 personas, entre ellas figuras políticas, militares y religiosas afines. Durante la campaña previa a la votación, El Asad se presentó como la única figura capaz de iniciar la fase de reconstrucción del país.