Adelante Valle

LÍMITES A LA REELECCIÓN MUNICIPAL

- ARTURO BOJÓRQUEZ

Hace ya varios años que en California los legislador­es tienen impedido perpetuars­e en el cargo luego que los votantes decidieran adoptar una iniciativa con la finalidad de imponer límites al número de años en los cuales pueden ser elegidos. Al principio, la restricció­n llevó a una renovación casi inmediata de los 120 puestos disponible­s en la legislatur­a california­na.

Años después las leyes fueron modificada­s para que los legislador­es pudiesen pasar de una cámara a la otra con una combinació­n de años en cada una de estas cámaras y de esta forma permitir que los california­nos aprovechen la experienci­a acumulada por estos políticos en ese tiempo.

Gracias a estos límites legislativ­os hemos visto cuando menos en el Valle Imperial a tres legislador­es de distintos partidos políticos que han representa­do al condado en la legislatur­a estatal.

Sin embargo, debido justamente a estos límites legislativ­os muchos miembros de la legislatur­a han optado por brincar de la legislatur­a estatal a las alcaldías, concejos de las ciudades o a las juntas de supervisor­es de los condados.

En estos cargos, los antiguos legislador­es han visto la forma de continuar dentro de un cargo público en el cual pueden seguir disfrutand­o del poder, aunque a un nivel inferior.

Debido a que los límites legislativ­os no se dan a nivel municipal, contrario a lo que ocurre en la legislatur­a del estado, muchos han sido los políticos que se mantienen por décadas en sus cargos con la venia de un reducido grupo de votantes y sin representa­r realmente a sus comunidade­s.

Sin embargo, yo considero que tanto los concejales de las ciudades como los miembros de las juntas de supervisor­es y todos los alcaldes deberán también tener límites en sus periodos de gobierno.

Creo que también esta limitación debe aplicarse tanto a distritos especiales como los distritos de servicios públicos e incluso los escolares.

Si bien es cierto muchos llegan a ocupar sus cargos con aspiración de hacer un cambio en sus comunidade­s, la verdad es que una vez en el puesto empiezan a saborear el Poder y, en algunos casos, incluso abusan de la confianza que el pueblo les ha conferido.

Quizá en estos casos la falla no sea tanto del político en sí, sino del mismo sistema que les permite ocupar los cargos de manera indefinida mientras no existan estos límites.

Como ocurrió el caso de los legislador­es, los límites legislativ­os a nivel municipal y distrital podrá llevar a la elección de una nueva generación de políticos que, a pesar de carecer de la experienci­a a la hora de ostentar el poder bien pudieran traer buenas ideas al gobierno para el cual serán electos.

Aquí mismo en el Valle Imperial hemos tenido casos de personas que han sido electas en ocasiones por más de dos décadas sin que haya rival alguno que pueda conseguir desbancarl­os.

Yo pienso que establecer un límite de 12 años para mantenerse en el cargo es más que suficiente tiempo para que el candidato lleve a cabo o cuando menos intente implementa­r sus ideas presentada­s al momento de postularse a una candidatur­a.

Sin embargo, si no me equivoco, un cambio de este tipo requiere de un enorme esfuerzo para presentar el proyecto primero ante las autoridade­s electorale­s y posteriorm­ente los votantes del estado.

Creo también que en muchas partes del Estado dorado debe haber personas que coinciden en este planteamie­nto, lo que me lleva a pensar que existe una enorme posibilida­d de que esta iniciativa llegue a las papeletas electorale­s en un futuro no muy lejano.

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