IGUALDAD...
La reciente decisión de las autoridades de El Centro de cerrar los servicios de obstetricia y ginecología del Centro Médico Regional de El Centro representa un duro golpe para la igualdad de la salud de la mujer, que al mismo tiempo amplía la brecha entre las necesidades y el acceso a los servicios para la mitad de la población local.
En un inicio, la Ciudad de El Centro, que controla el Centro Médico local, luego de implementar una serie de cambios legislativos y administrativos anunció la supuesta fusión de estos servicios con los del Hospital Memorial de los Pioneros. Sin embargo, esta misma semana el Director Ejecutivo del Hospital de Brawley Damon Sorensen aclaró que dicha fusión no es tal, al señalar que funcionarios del hospital de El Centro simplemente les notificaron sobre el cierre de los servicios en el hospital de la ciudad más grande del Valle Imperial y que presta sus servicios a las comunidades ubicadas al sur del condado.
Sorensen agregó que las autoridades de El Centro han propuesto la fusión de ambos hospitales, lo que podría ocurrir en caso de que prospere una nueva ronda de negociaciones se abra para tal propósito en el futuro próximo.
El director ejecutivo interino y quien es consultor independiente, señaló que la fusión llevaría a evitar la duplicidad de funciones al tiempo de incrementar la eficiencia con una designación como hospital público de la región. Al mismo tiempo, la unión de ambos hospitales permitiría recibir importantes recursos a través de un incremento en la tasa de reembolso de agencias como Medicare y Medical a los cuales están afiliados alrededor de cuatro de cada cinco pacientes en la región.
El director ejecutivo añadió que un sistema único con mejores servicios podría recuperar parte de los más de 500 millones de dólares que se fugan del Valle Imperial a través de los pacientes que acuden a nosocomios de San Diego, Yuma y el valle de Coachella, sin olvidar quienes acuden al otro lado de la frontera a recibir servicios de salud.
Mientras esto sucede, a miles de mujeres del Valle Imperial y sus bebés se les ha negado el acceso a los servicios de salud del hospital de El Centro, lo que pone en serios aprietos las condiciones de salud de este sector de la población.
Hasta el momento, lo positivo es que el hospital de los Pioneros (que por cierto no registra saldo financiero negativo dentro de su programa materno-infantil, como sí ocurre y de manera grave en El Centro) ha logrado enfrentar el aumento de la demanda de servicios por parte de los pacientes actuales y de los nuevos, al tiempo de haber absorbido buena parte de la fuerza laboral que fue despedida.
Este problema de igualdad en la salud para las mujeres es todavía peor para quienes forman parte de las comunidades minoritarias como las latinas, las afroamericanas y de otro origen étnico que residen en el Valle Imperial. Todo apunta a que las autoridades de El Centro han decidido manejar el hospital local como un negocio, en lugar de verlo como lo que es: un servicio público.
A nivel nacional, este problema ha empeorado en los últimos años y, de acuerdo a las estadísticas, casi una cuarta parte de la población vive en comunidades de difícil acceso a los servicios del cuidado de la salud.
Lo más lamentable es el hecho de ser testigo del estruendoso silencio de organizaciones que, en teoría, luchan por los derechos de los sectores más vulnerables de la población.
Este problema también contrasta con los supuestos derechos reproductivos de la mujer en el que muchas mujeres han expresado su postura a favor del derecho de la mujer al aborto, pero que en este caso, que es aún más grave, han optado por guardar silencio.
Lo más curioso en este caso es que a partir de ya los certificados de nacimiento de miles de nuevos ciudadanos locales llevarán en el recuadro que indica la ciudad de nacimiento el nombre de Brawley.
Ante este triste caso del aumento de la desigualdad en los servicios de salud para las mujeres me preguntó cuál sería el pronunciamiento del Reverendo Martin Luther King, que seguramente habría de incomodar a muchas personas, especialmente a los funcionarios de la ciudad de El Centro que decidieron cerrar los servicios de ginecoobstetricia en su hospital.