Cumple tres años política de Título 42
SAN DIEGO — El tercer aniversario del Título 42, también llamado “Permanecer en México” es un recordatorio severo del daño continuo que se inflige a las personas en mayor situación de vulnerabilidad que buscan asilo.
Activistas recordaron que, desde su inicio, el 20 de marzo de 2020, el Título 42 se utiliza para justificar la expulsión de personas y familias, millones de veces, sin el debido proceso ni la oportunidad de buscar protección contra la persecución y la violencia en sus países de origen.
Las personas que buscan protección internacional están en riesgo, varadas en algunas de las ciudades fronterizas más peligrosas del mundo, donde se han denunciado más de 13 mil 480 casos de secuestro, violación, tortura y otros ataques violentos desde que Biden asumió el cargo.
Esto ha generado daños desproporcionados a personas solicitantes de asilo negras, indígenas y LGBTQ+.
Como coalición de organizaciones que trabajan en ambos lados de la frontera, el Grupo de Trabajo de Bienvenida de California ha sido testigo de estos daños de primera mano.
“Esperamos y buscamos que el Título 42 finalice a más tardar el 11 de mayo, fecha en la que finalizará la emergencia de salud pública del gobierno de Estados Unidos.
“Sin embargo, sabemos que el fin del Título 42 no termina con la necesidad de políticas fronterizas de asilo humanas”, agregó el Grupo de Trabajo en un comunicado.
La lucha no termina ya que la administración Biden busca una prohibición de asilo para restringir aún más el acceso a la protección en los Estados Unidos, señalaron activistas.
De acuerdo a reportes periodísticos, la administración Biden puede revivir la práctica repugante de la detención familiar.
“A medida que avanzamos, es imperativo que sigamos impulsando la implementación de políticas de inmigración justas y humanas que prioricen el bienestar y la protección de todas las personas”, añadió el Grupo.
“Durante estos tres años, el Título 42 ha causado dolor y sufrimiento inconmensurables.
“Con demasiada frecuencia, nuestra política fronteriza se reduce a números: cuántas personas son detenidas en la frontera, cuántos solicitantes de asilo son rechazados”, expuso Lindsay Toczylowski Directora Ejecutiva del Immigrant Defenders Law Center.
No olvidemos que estos números representan seres humanos reales, señaló Toczylowski.
“Son personas y familias que hemos obligado a regresar al peligro en sus países de origen o mientras esperan en México su derecho fundamental para solicitar asilo.
“Expulsar a personas a lugares donde corren el riesgo de ser asesinados no solo es ilegal, sino que va en contra de todo lo que debemos defender como nación”, añadió Toczylowski.
“Cada día que el Título 42 sigue vigente, las personas y familias en situación de vulnerabilidad no pueden acceder a la protección en los Estados Unidos en contravención del derecho internacional y la larga tradición de los Estados Unidos de dar la bienvenida a las personas que buscan bienestar y protección.
“Las personas y familias en situaciones de vulnerabilidad en nuestra frontera que buscan protección en los EE. UU. no son el enemigo; nuestro sistema destrozado de asilo lo es”, consideró Michael Hopkins, director ejecutivo del Jewish Family Service of San Diego.
“La promesa de asilo es un derecho consagrado por la ley federal y los acuerdos internacionales destinados a responder a la tiranía y la desesperación que obliga a miles de personas a huir de sus países de origen.
“Estados Unidos socava esa promesa todos los días de que el Título 42 permanece vigente, y pone en peligro la vida de quienes buscan refugio del daño”, apuntó Pedro Ríos, director del Programa Fronterizo México-estados Unidos del American Friends Service Committee.
Ríos, al igual que muchos otros activistas, instó al gobierno federal rechazar los esfuerzos que socavan el derecho al asilo, incluida su propia expansión del Título 42 que pone en peligro la vida de las personas solicitantes de asilo.
“Debe trabajar de manera proactiva con las organizaciones de sociedad civil locales y estatales, y brindarles recursos para responder a las necesidades humanitarias de las personas solicitantes de asilo”, añadió Ríos.
“Durante los últimos tres años, el Título 42 ha hecho que el territorio de los Estados Unidos sea inalcanzable para las familias y las personas que huyen de situaciones extremas en busca de seguridad y protección.
“Esta política devuelve activamente a las personas a situaciones peligrosas y violentas, incluido el secuestro, la extorsión y el asalto. En lugar de acoger con dignidad, se viola continuamente el derecho de las personas a buscar asilo”, seaealó Deanneka Flores, Directora Ejecutiva Interina de IRC San Diego.
“Las políticas que expulsan a los refugiados para evitar la propagación de COVID se sienten como una broma cruel diseñada para castigar a los migrantes, con cierres de fronteras relacionados con la pandemia que ahora solo se aplican a ellos.
“Impedidos de buscar asilo o reunirse con su familia en los Estados
Unidos, los migrantes llenan riesgosos campamentos fronterizos y saturan albergues, donde sufren la falta de acceso a la atención médica y la violencia dirigida hacia ellos”, consideró Erika Pinheiro, Directora Ejecutiva de Al Otro Lado.
Las organizaciones del grupo que trabajan en México han visto morir a muchos de nuestros clientes refugiados, incluidos bebés, después de haber sido bloqueados o expulsados por el Título 42, destacó Pinheiro.
El fin anticipado de la política del Título 42 llega demasiado tarde y no traerá de regreso a los refugiados que perdieron la vida como resultado directo de la política, manifestó la representante de Al Otro Lado.
“Durante tres años, el Título 42 ha causado un dolor y un sufrimiento indescriptibles a los migrantes en la frontera sur, atrapándolos en condiciones peligrosas y despojándolos de su derecho legal a buscar asilo.
“En lugar de hacer todo lo que esté a su alcance para deshacer este daño, la Administración Biden ha ampliado el Título 42 y otras políticas restrictivas diseñadas para limitar el acceso a la protección en la frontera”, comentó Monika Langarica, Centro de Leyes y Políticas de Inmigración de UCLA Law.
“Es extremadamente decepcionante ver que el Título 42 ha estado vigente durante tres años, dos de ellos bajo la Administración
Biden.
“El Título 42, ya contemplado previamente como una herramienta de cierre de fronteras por Stephen Miller, finalmente fue utilizado como arma antiinmigrante, como pretexto al inicio de la pandemia de COVID-19”, aseveró Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA).
De acuerdo a Salas, el Título 42 daña desproporcionadamente a las personas negras, indígenas y latinas, particularmente de América Central y Haití, quienes se ven obligadas a tomar decisiones inimaginables sobre las condiciones peligrosas en las arriesgan sus vidas.
La activista recordó que el procesamiento rápido de más de 20 mil ucranianos en la frontera sur demostró que esta es una política racista y que la falta de capacidad de Aduanas y Protección Fronteriza también fue un pretexto para justificar el Título 42.
“Creemos que esta Administración tiene la obligación legal y moral de acoger dignamente a las personas.
“Políticas como la Prohibición de Tránsito de Asilo y la amenaza de detención familiar son lo opuesto a lo humano y se garantiza que darán como resultado más discriminación, trauma y daño irreparable”, expuso la representante de Chirla.