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La semana anterior la directora de Finanzas, Czarina Gallegos, presentó esa estimación basada en números propios y de la Liga de Ciudades y Pueblos sobre el impacto de los números del conteo de población del año pasado. De acuerdo con el censo de 10 años, el que el número de habitantes en Somerton se redujo del estimado de 16,554 en marzo, al final reportado el mes pasado, de 14,197 habitantes.
Eso impacta en el acceso del gobierno municipal a los fondos compartidos por el estado, consistentes en el impuesto por registro de vehículos, los recursos del Fondo de Ingresos por Usuarios de Carreteras (HURF), el impuesto estatal de venta, y el de ingresos personales (Income Tax), todo ello con perdidas en la cantidad antes mencionada.
La mayoría de las perdidas se verían en el impuesto de venta estatal, con 258,548 dólares anuales, y en el impuesto estatal a los ingresos personales, con 287,551 dólares anuales.
“Los números del censo son cruciales porque afectan la forma en que los ingresos estatales son distribuidos a las ciudades, estaríamos regresando a los ingresos compartidos que teníamos en el año fiscal 2019-2020”, afirmó Gallegos, quien señaló que las pérdidas serían menores a las estimadas inicialmente.
Jerry Cabrera, administrador municipal, dijo que se prevé que la reducción de los recursos estatales se refleje en el último cuarto del presente año fiscal, pero no se sabe con certeza, y, de no ser así -apuntótendrían más tiempo para pedir una revisión del conteo de población y preparar las evidencias necesarias para impugnar los resulta
dos del censo.
“Muchas personas no completaron el formulario del censo y estas son las consecuencias, la disminución de los recursos que recibimos del estado, la mayoría de esos fondos que deberíamos recibir se van a ir a otro lugar, no preveíamos esta reducción”, afirmó.
La directora de Finanzas señaló que algunos fondos, como el de HURF, tienen un balance que puede mitigar parte de las perdidas, pero eventualmente habría que aplicar recortes al gasto municipal, iniciando con los proyectos de mejoras capitales.
“Desafortunadamente esto es por diez años;
algunas decisiones duras tendríamos que tomar, y estas podrían afectar los servicios que brinda la ciudad; espero que los residentes que están escuchando vean que esta es la consecuencia de no hacer lo que les corresponde para que fueran contados”, dijo por su parte el ahora vicealcalde Miguel Villalpando.
El ayuntamiento está en espera de que la Oficina del Censo de a conocer las reglas para solicitar revisión o impugnar el conteo de población.
En ese sentido, Carmen Juárez, directora de Desarrollo Comunitario, dijo que la Mesa de Supervisoras del Condado sostendrá una reunión sobre el tema el 10 de diciembre, en la que están solicitando se permita la participación de los gobiernos municipales.