Estrangulan trabajos la movilidad binacional
Ciudad Juárez— Fronterizos que desarrollan sus vidas tanto en Ciudad Juárez como en El Paso enfrentan “pesadillas” para circular del lado americano debido a las obras que se realizan en la carretera I-10, problema que se acrecentó con el accidente la tarde del lunes en el que murieron dos personas.
Todavía hasta ayer por la mañana y mediodía los conductores enfrentaban en el ‘freeway’ la pérdida de tiempo, más quienes transitaron hacia México porque las filas, coincidieron, fueron largas y tardadas.
El congestionamiento se agudiza por el tránsito de El Paso hacia Juárez que va al alza debido a la confianza que tienen los paseños para atravesar la frontera.
René Escudero, quien reside en el lado mexicano, preguntó ayer temprano a sus familiares y amigos si ya estaba abierta “la I-10 para el west (oeste)”. Algunos le ofrecieron alternativas como utilizar el cruce de Jerónimo-Santa Teresa, el bordo junto al río Bravo o la Transmountain.
El juarense, que tiene familiares viviendo del otro lado de la frontera, mencionó que el tráfico en El Paso se ha incrementado en las vialidades que dan acceso a los puentes internacionales porque sus habitantes tienen confianza para venir a México a visitar a sus parientes, asistir a bares o restaurantes.
El tránsito internacional, añadió, se agrava principalmente los sábados y domingos durante todo el día y noche.
También incide el hecho de que muchas personas viven en Juárez pero trabajan en El Paso, así que su ir y venir es constante. Bajo esas circunstancias, el tránsito fronterizo “se pone cabrón”.
Escudero añade que dueños de establecimientos comerciales transitan entre Juárez y El Paso debido a que sus intereses están en ambos lados del limítrofe.