Suman 40 años de ayuda a víctimas de violencia
Desde hace cuatro décadas el Centro Contra la Violencia Sexual y Familiar (CASFV) del 580 Giles Road ha ayudado a víctimas de violencia doméstica.
La meta de esta organización sin ánimo de lucro es simple: que estas personas se vuelvan autosuficientes.
El Centro inició comenzó operaciones en 1976 y desde entonces ha brindando a miles consejería, albergue temporal, asesoría legal y educación a víctimas de violencia.
“Nosotros ayudamos a quienes han sufrido abuso sexual, violencia doméstica o ambas. Recibimos tanto a mujeres, niños, hombres y a personas de la comunidad (gay) que necesiten de nuestra ayuda”, declaró Roberto Escobedo director de consejería del Centro.
Esta organización trabaja en coordinación con la policía y la Corte del Condado de El Paso para determinar la situación de cada persona y poder canalizarlas a la instancia correspondiente.
Además cuentan con el apoyo económico de varias organizaciones que permiten que estos servicios se brinden de manera gratuita, dijo Escobedo.
Recientemente, el Centro recibió un donativo de 5 mil dólares por parte de Texas Bar Foundation, los cuales serán destinados para asesoría migratoria.
“Es muy común que las personas que son maltratadas no estén legalmente en el país y por eso soportan esta violencia”, expresó Escobedo.
Anteriormente, en diciembre pasado, el centro recibió una donación de 100 mil dólares de la Fundación de Mujeres de Avon, que se usaron para ayudar a inmigrantes latinas(os).
El Centro se enfoca en garantizar la seguridad física de los usuarios, para luego reinstalarlos en la sociedad mediante terapias de consejería y la obtención de un empleo o continuando su educación.
“Buscamos trabajar con servicios que ayuden a encaminar a la víctima a la autosuficiencia, a ser independiente”, enfatizó Escobado, explicando que una persona codependiente es más propensa a regresar a una relación abusiva.
Escobedo recalcó que el abuso no solo ocurre en las personas de bajos recursos, ya que en el centro han visto casos de personas profesionistas que han recurrido a ellos por ayuda.
“La gente con la que trabajamos pueden ser abogadas, secretarias, amas de casa y es muy agradable cuando te las encuentras y te dicen que gracias a nuestros programas sus vidas han mejorado” concluyó.