Cansados de la corrupción, mexicanos propinan derrotas a partido presidencial
Ciudad de México— El electorado mexicano harto de la corrupción y la violencia propinó un golpe al partido del presidente Enrique Peña Nieto dando a la oposición la mayoría de las gubernaturas que se decidirían durante las elecciones del domingo, según muestran los resultados preliminares.
Por primera vez en la historia, serán hasta cuatro los estados que dejarán de estar en manos del oficial Partido Revolucionario Institucional, de acuerdo con el conteo inicial de la mayoría de los votos, lo cual significa que el partido gobernará el menor número de entidades en por lo menos una década. Veracruz, el estado con mayor población y presupuesto fiscal de entre los 12 donde se efectuaron elecciones de gobernador, cambiará de manos por primera ocasión.
Los resultados debilitan la capacidad de Peña Nieto para dirigir las políticas en un país que ha demostrado lo molesto que está con la constante andanada de escándalos por corrupción, incluyendo los que involucraron a la familia del presidente, cuyo índice actual de aprobación es del 30 por ciento. Las elecciones regionales ponen al PRI trabas con vistas a las elecciones presidenciales del 2018, de acuerdo con Federico Estévez, profesor de Ciencias Políticas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
‘Los electores están diciendo: echen fuera a los zángano, y eso se debe sobre todo a la corrupción y mala conducta e ineptitud en el gobierno local’, dijo Estévez vía telefónica desde la Ciudad de México. ‘Vamos a ver un estancamiento’ en la legislatura, agregó.
El gran ganador de la contienda dominical fue el Partido Acción Nacional, el cual junto con sus partidos aliados acumuló hasta siete estados, entre ellos Veracruz. El PAN había gobernado México entre el 2000 y el 2012 antes de que Peña Nieto lo derrocara en medio de una prolongada guerra contra el narco que dejó un saldo de decenas de miles de muertos.
La fuerte presencia del PAN en el norte del país, donde radica el electorado más pudiente, ayudó al partido a triunfar en estados que habían encarado acusaciones de malos manejos o donde los electores registraban una intensa fatiga contra un liderazgo priista que ha durado más de ocho decenios, opinó Jorge Chabat, científico político en el Centro para Investigaciones y Enseñanzas Económicas.
En Veracruz, la incapacidad del dos veces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador de amarrar la gubernatura para el elegido de su partido podría disminuir sus posibilidades de ir por tercera ocasión por el cargo para dirigir el Ejecutivo en el 2018. Su plataforma contra el soborno no logró ganar suficientes votos a favor de Cuitláhuac García, quien es profesor, en un estado donde sus rivales por la gubernatura estuvieron inmersos en escándalos por corrupción. Los resultados fueron pocos debido parcialmente a que su Partido Morena, con dos años de antigüedad, carece de los elementos humanos o la maquinaria política para llevar electores, dijo Alejandro Schtulmann, presidente de la asesoría sobre riesgos políticos Empra, con sede en la Ciudad de México.
En ningún lugar de México es más aguda la ira contra los políticos transeros que en Veracruz, donde auditores federales han acusado al gobierno priista de desviar fondos y luego fingir regresar 260 millones de dólares de dicho dinero. El gobernador veracruzano Miguel Ángel Yunes ha negado cualquier falta.
El presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, señaló que los resultados del domingo obligarán a su partido a revisar el método empleado para elegir a sus candidatos. Rechazó que las elecciones constituyeran un indicador para la contienda del 2018, recordando que en el 2017 habrá más elecciones estatales.
‘Necesitamos aceptar el mensaje que el electorado ha enviado al PRI y a sus gobiernos, que existen acciones y actitudes que tienen que mejorarse o modificarse a fin de volver a conectarnos con los ciudadanos’, dijo Beltrones en entrevista con Radio Fórmula.