Ven móvil racial en heridas de alumna hechas con una soga
•Niña afromaericana dice haber sido atada y arrastrada por tres compañeros blancos en viaje de fin de cursos; abogados de la institución argumentan que fue un accidente al jugar con un columpio •Familia demanda por $3 millones a colegio privado en Waco
Waco— Una escuela privada texana fue demandada por la familia de una menor afromaericana, por más de 3 millones de dólares, que acusó a tres compañeros blancos de atarle una cuerda alrededor del cuello y jalarla haciéndola caer al suelo durante un viaje escolar, dejándole serias quemaduras de la soga y una marca que simula un collar.
Los abogados de la menor, quien en los documentos procesales presentados esta semana sólo aparece identificada como K.P., dijeron que la evidencia sugería que el factor racial tuvo que ver con el incidente, que ocurrió en abril durante una salida en que alumnos de la Escuela Clásica Live Oak de Waco pasaron la noche fuera. En ese entonces la menor tenía 12 años de edad.
Pero si bien los abogados de la menor y de la escuela están de acuerdo en que algo le pasó a la estudiante, difieren prácticamente en todo lo demás, si lo ocurrido fue algo deliberado, la gravedad de las lesiones, quién era el culpable y si hubo un móvil racial.
El jueves la madre de la menor, Sandy Rougely, dijo durante entrevista haber pensado que su hija traía un collar la primera vez que la vio después del viaje. Añadió que cuando tuvo conocimiento de que las marcas eran producto de una soga, “eso me destrozó”.
“Parecía como si alguien le hubiera cortado el cuello a mi hija y luego lo hubiera cosido”, señaló Rougely. Las marcas siguen siendo visibles, agregó.
Rougely contó que llevó a su hija a emergencias, donde le atendieron las serias quemaduras por la cuerda y llamaron a la Policía.
Los abogados de ambos bandos comentaron que la Oficina del Sheriff del Condado Blanco estaba investigando. No fue posible ponerse inmediatamente en contacto con funcionarios de la corporación.
“No creo que esto pase en muchos lugares fuera de Waco, Texas”, dijo uno de los abogados de la menor, Levi G. McCathern.
Peo David N. Deaconson, un representante legal de la escuela, señaló que los abogados de la parte demandante estaban explotando los polémicos temas de la raza y el “bullying”. Agregó que lo sucedido a la menor meramente se trató de un accidente.
“Cualquiera puede alegar lo quiera en una demanda sin importar lo impreciso que pueda ser”, dijo. “Eso es lo que está pasando aquí”.
Madre se sintió ‘rechazada’
De acuerdo con la demanda, en el 2014 la menor se había cambiado de un plantel público a Live Oak, en donde hay alrededor de 400 estudiantes desde kínder hasta 12avo grado y se siguen los principios cristianos. El alumnado se conforma de menores predominantemente blancos, se estipula en la demanda. Rougely señaló que su hija contaba con una beca parcial para asistir a la escuela que cobra siete mil dólares anuales.
A la menor le había ido muy bien en quinto grado, se indica en la demanda, pero en sexto reportó que sus compañeros no le hablaban y que la hostigaban físicamente. La tiraban al piso, y un compañero la pateó y empujó cuando el maestro no veía, se señala en documentos procesales. Rougely dijo que los funcionarios del plantel culparon a su hija y, cuando la madre se reunió con directivos y asesores, se sintió rechazada.
Con estos antecedentes, el 28 de abril la menor y 21 estudiantes más partieron rumbo a una propiedad rural cercana a Johnson City, Texas, en el viaje de fin de cursos.
En la demanda se sostiene que el suceso tuvo lugar en un columpio: un cesto en forma de disco colgado de un árbol con una cuerda separada que los menores jalaban para poner más alto el columpio. La menor dijo haber estado jalando la soga pero que luego se cansó y se quedó de pie a un costado. Entonces sintió la cuerda en torno a su cuello, y la “sacudieron con violencia” en dirección al suelo.
“Cuando se me enredó en el cuello nadie me ayudó, así que tuve que quitármelo sola”, dijo en entrevista para The Dallas Morning News.
Se quedaron quietos (directivos del plantel) y no le dijeron a nadie” Levi G. McCathern, Litigante que lleva el caso de la menor
‘Huele’ a segregación
En la demanda se dice que tres menores –incluyendo uno que con anterioridad la había agredido– estaban parados detrás de ella. La menor señaló dolerle “mucho” el cuello después y que una de los adultos acompañantes del grupo le puso Vaselina en la herida y le dio una pastilla para el dolor.
McCarthern, el abogado de la menor, comentó refiriéndose a los directivos escolares, “se quedaron quietos y no le dijeron a nadie”.
El hecho de que los funcionarios no hayan notificado a los padres de la niña, aseguró, “huele a racismo”.
Supuesta aceptación de dinero... y se quedarían callados
Deaconson, el abogado de la escuela, dijo haber investigado lo ocurrido y dio su versión. Había hasta 12 estudiantes jalando la soga para elevar el columpio y, cuando lo soltaron, la cuerda alcanzó a la menor, la golpeó en el cuello y le hizo una quemadura.
Deaconson agregó que el 11 de mayo el abogado de la niña envió “e-mails” notificando que los demandantes aceptarían 2.7 millones de dólares y no dirían nada sobre el caso, y que de no llegarse a un convenio para las 5 pm del 12 de mayo, MmcCathern empezaría a divulgar información a la prensa coincidiendo con la conmemoración del centenario del último linchamiento registrado en Waco, el 15 de mayo.
Sin embargo, McCathern calificó de “ridícula” la descripción sobre lo sucedido hecha por Deaconson.
En cuanto a los “e-mails”, dijo, él los envió debido a que la escuela deseaba pormenores por escrito sobre el pago de daños y perjuicios deseados, a fin de poder remitirlos a una aseguradora.
Lawrence L. Germer, el dueño de la propiedad a donde los estudiantes fueron de viaje y uno de los demandados, señaló, “desde cualquier perspectiva, es algo triste porque la niña resultó lastimada”. Pero añadió que las lesiones fueron consecuencia de una “terrible mala suerte” y que en la demanda estaban tergiversándose los hechos.
Parecía como si alguien le hubiera cortado el cuello a mi hija y luego lo hubiera cosido”
Sandy Rougely, Madre de la menor, a quien idetifican como K.P.