Ni dólar caro ni las altas temperaturas detienen a los compradores
Las altas temperaturas y los altos precios del dólar no interrumpieron las ventas en negocios del Centro, según declararon los marchantes.
Pese a las temperaturas de más de cien grados que se registraron ayer, y que el dólar se cotizara en Ciudad Juárez en casi los 18 pesos, los compradores de la vecina ciudad prefirieron hacer sus compras de este lado de la frontera.
Los altos precios del dólar que se han registrado estas semanas, no parecen tener ningún efecto en los compradores que dependen de los comercios del Centro para hacer sus compras. Como según informaron, las alzas de un peso o dos al dólar no se compara con las alzas que los comerciantes en Juárez hacen a sus productos.
‘Le suben al dólar un peso o dos y en Juárez le suben a las cosas hasta el doble del precio, está mejor comprar aquí’, mencionó ‘Fernando’, quien regularmente cruza una vez a la semana para comprar ropa en la JC Penney.
‘El problema es para la gente que no tiene pasaporte y tiene que comprar en Juárez, cada vez que el dólar sube, todo aumenta y ellos no tienen otra opción’, expresó Fernando.
Según declararon algunos de los compradores que recorrían las calles del Centro de El Paso, el calor tampoco es impedimento puesto que muchos de ellos tienen negocios en Juarez y sus ingresos dependen mayormente del comercio de mayoreo y menudeo. Para ellos lidiar con los calores es parte del trabajo, según declararon.
Han Park, quien se dedica a vender aparatos electrónicos en la calle El Paso y ha registrado bajas ventas a un nivel general, lo atribuye a diferentes factores que no tienen que ver con las alzas que ha tenido el dólar en días recientes.
‘El problema son las ventas por Internet las que no me permiten competir con los precios. Antes la gente venía y podíamos negociar un precio. Ahora sólo entran y buscan el producto en línea para ver si lo encuentran más barato’, comentó Park.
Durante este sábado, cientos de compradores se veían recorriendo las calles del Centro; la mayoría portaba sombrillas, botellas de agua, paliacates húmedos alrededor del cuello y buscaban refugio en las sombras que brindan los pocos árboles de la calle El Paso.