Secesión de Texas, una lucha añeja
L— David Miller vio la votación por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (o Brexit) con mucho interés desde su casa en Longview Texas. El referéndum que tuvo lugar a miles de millas de distancia es muy importante para Miller y otros texanos que piensan igual. Como el presidente del Movimiento Nacionalista de Texas (TNM), el cual quiere que Texas se separe de Estados Unidos; él espera que tal postura se someta a votación algún día.
“Hay muchas personas que preguntan ¿si hay un Brexit por qué no un Texit?” dijo Miller al diario británico The Guardian.
Miller recientemente se acercó a un grupo local del Tea Party, presentando los paralelismos entre el Brexit y el Texit, propuesta que está siendo promovida por el TNM.
Según Miller, la relación de Gran Bretaña con Europa era un matrimonio de conveniencia entre asociados inadecuados que se ha convertido en una tumultuosa relación que está lista para un divorcio en base a diferencias irreconciliables, en la que demasiada soberanía ha sido cedida a una inefectiva burocracia central y mucho dinero por el cual se ha trabajado muy duro es enviado a otros lugares.
Miller asevera, “ya hay un concreto ejemplo de primer mundo de una democracia moderna que tuvo un legítimo y público debate en el que la gente del país, no la clase política, tuvo la oportunidad de votar sobre cómo podrán gobernarse a sí mismos, y eso claramente tendrá una resonancia no sólo en Europa, pero aquí también”.
Los argumentos son fundamentalmente idénticos, según insiste. “Uno podría quitar a ‘Gran Bretaña’ y reemplazarlo con ‘Texas’ Uno podría quitar a la Unión Europea; y reemplazarla con ‘Estados Unidos’. Uno podría quitar a ‘Bruselas’ y reemplazarlo con ‘Washington D.C.’ Muchas cosas son exactamente lo mismo”, dijo a The Guardian.
El TNM es el movimiento más prominente y mejor organizado de todos los grupos que quieren que el Estado de la Estrella Solitaria se convierta en un país por sí mismo.
A Miller, de 42 años, le frustra mucho lo que él ve como los grilletes del gobierno federal que no permiten que Texas alcance su máximo potencial
“Tenemos la herencia de un pueblo que creó un imperio salido de la tierra salvaje. La verdad es que Texas siempre ha sido muy duro. Cuando la gente se empezó a mudar a Texas para colonizar el territorio, el pueblo era independiente o si no se moría”, dice Miller.
En 1997, un miembro de un grupo separatista, la República de Texas, murió en un tiroteo con la Policía tras haberse atrincherado en las montañas del Oeste de Texas.
Mientras tanto, el TNM, busca la separación por medio de las vías políticas y hace un llamado a la gente de Texas a que decidan si quieren separarse de Estados Unidos por medio de un referéndum. Miller asevera que el grupo cuenta con 260 mil simpatizantes.
La secesión no es una opción legal
En luz de la histórica votación de Gran Bretaña para dejar la Unión Europea, misma que fue apodada como ‘Brexit’—Ahora se especula nuevamente la posibilidad de un ‘Texit’.
El movimiento de secesión tiene una larga historia aquí. Los delegados del Partido Republicano de Texas incluso debatieron recientemente sobre agregar algunas cláusulas secesionistas a la plataforma del partido. Pero, ¿es acaso legal que Texas abandone a Estados Unidos?
La respuesta es simplemente no. Hay precedentes históricos y legales que ponen en claro que Texas no puede llevar a cabo un ‘Texit’ —al menos no de manera legal.
“La legalidad para querer separarse del país es problemática”, dijo Eric McDaniel, profesor asociado de gobierno en la Universidad de Texas en Austin. “La Guerra Civil asentó en establecer el poder del gobierno federal y en cimentar que el gobierno federal tiene la última palabra en estos asuntos”.
Muchos historiadores creen que cuando la Confederación se rindió aproximadamente en 1865, la idea de la secesión también tuvo que ser desechada, de acuerdo con McDaniel. La victoria de la Unión estableció el precedente de que los estados no pueden separarse del país de manera legal.
Es también importante señalar que la Unión Europea es una asociación libre compuesta de estados con protocolos preexistentes para que una nación opte por abandonar la unión, En contraste, la Constitución de Estados Unidos contiene procedimientos para admitir a nuevos estados en la nación, pero ni para que un estado se separe del país.
El mito sigue vivo
Aun así, el mito de que Texas puede fácilmente separarse persiste, en parte, debido a la historia de independencia del estado.
Texas declaró su independencia de México en 1836, y pasó los próximos nueve años como una nación propia. Mientras que los líderes del joven país expresaron tener interés en convertirse en un estado en 1836, la República de Texas no se unió a Estados Unidos hasta 1845, cuando el Congreso aprobó la Resolución Adjunta para anexar a Texas a Estados Unidos.
Esta resolución, la cual estipulaba que Texas podía en un futuro optar por dividirse en “Nuevos estados de tamaño conveniente que no excedieran más de cuatro, adicionalmente al estado de Texas”, es muchas veces causa de confusión sobre la habilidad del estado para separarse. Pero la cláusula de la resolución es clara: Texas puede dividirse en cinco estados nuevos. Pero no dice nada sobre separarse de Estados Unidos.
En los años después de que Texas se adhirió a la unión, las tensiones en torno a la esclavitud y los derechos de los estados fueron aumentando. Una convención estatal en 1861 votó 166 contra 8 a favor de la secesión —una medida que fue luego ratificada por un voto popular, haciendo que Texas se convirtiera en el séptimo estado que se separaba de la Unión.
Después de la Guerra Civil, Texas fue readmitido a la Unión en 1870.
“Si hubo algún asunto constitucional que llegó a resolverse con la Guerra Civil, fue que no hay un derecho a la secesión”, —Antonin Scalia, finado Juez de la Suprema Corte.
Aun así, antes de que Texas formalmente volviera a unirse a la nación, la Suprema Corte de Estados Unidos declaró que la secesión no era legal, y por lo tanto, incluso durante la rebelión, Texas continuó siendo un estado.
En el caso de 1869 de Texas contra White, la Corte sostuvo que los estados individuales no podían separarse de manera unilateral de la Unión y que los actos de insurgencia del Legislativo de Texas —incluso cuando fueron ratificados por la mayoría de Texas— estos quedaron “absolutamente nulos”.
Si acaso llegó a quedar alguna duda después de eso, el finado juez de la Suprema Corte, Antonin Scalia, le puso fin al asunto a más de un siglo después con su respuesta a una carta enviada por un guionista en el 2006 preguntando si existían bases legales para una secesión.
“La respuesta es clara”, Scalia escribió. “Si hubo algún asunto constitucional que llegó a resolverse con la Guerra Civil, fue que no hay un derecho a la secesión. Es por eso que se estipula en el Juramento de Lealtad, ‘una nación, indivisible’.”