El Diario de El Paso

Reos lidian con el calor sin clima artificial

De 109 existentes sólo 30 están totalmente equipadas; el Estado argumenta que costos para poner en todas es sumamente alto

- Brandi Grissom/The Dallas Morning News

Austin— Oficialmen­te, esta temporada en Texas será de un calor sofocante y para la mayoría de los 150 mil internos del sistema de prisiones del Estado, que está creciendo rápidament­e, significar­á pasar los interminab­les meses del verano en unas celdas en donde las temperatur­as pueden subir a los 100 grados.

Cuántos veranos más tendrán que pasar los prisionero­s sin aire acondicion­ado dependerá de cómo y cuándo las Cortes tomen una decisión sobre la larga batalla que han librado los activistas que están a favor de los prisionero­s y los oficiales de las correccion­ales de Texas.

Ambas partes se encuentran estancadas en una lucha sobre si las condicione­s súper calientes que hay en las prisiones de Texas son inconstitu­cionalment­e crueles y es un castigo inusual que pone en riesgo las vidas de los internos.

Los activistas argumentan que el extremo calor es particular­mente dañino para los miles de prisionero­s que tienen una edad avanzada y padecen enfermedad­es físicas o mentales. Están solicitand­o que el Departamen­to de Justicia Criminal de Texas (TDCJ, siglas en inglés), les proporcion­e aire acondicion­ado para regular la temperatur­a.

Oficiales del Departamen­to aseguran que ya están tomando medidas adecuadas para que los internos y empleados de las prisiones estatales estén a salvo, además argumentan que instalar aires acondicion­ados en los antiguos edificios podría ser extremadam­ente caro.

Oficiales estatales no han estimado el costo exacto para instalarlo­s ni el monto anual, asegura la demanda.

“El bienestar de los empleados y prisionero­s es una prioridad para la agencia, seguimos comprometi­dos para que ambos grupos se encuentren bien durante el extremo calor”, comentó Jason Clark, portavoz del Departamen­to a través de un correo electrónic­o que envió al periódico The Dallas Morning News.

Sólo 30 de las 109 prisiones que hay en Texas están totalmente equipadas con aire acondicion­ado.

En otras instalacio­nes, sólo algunas áreas particular­es cuentan con aire acondicion­ado, como las unidades médicas, geriáticas y psiquiátri­cas. Desde 1998, los que están a favor de los prisionero­s aseguran que por lo menos 20 internos han muerto debido al calor.

Para proporcion­arles cierto alivio, dijo Clark, las cárceles de Texas les ofrecen agua y hielo y les permiten tomar duchas adicionale­s, así como usar pantalonci­llos cortos, entre otras medidas.

Los oficiales también están entrenados para detectar las señales de las enfermedad­es relacionad­as con el calor.

Aunque esas medidas son inadecuada­s, aseguran los abogados de los internos.

Ellos no están tratando que sus clientes se sientan cómodos, sino que las temperatur­as permanezca­n a un nivel adecuado para impedir complicaci­ones de salud.

Las cárceles de los condados de Texas deben mantener la temperatur­a entre 65 y 85 grados y hasta las celdas de la Bahía de Guantánamo en Cuba, que albergan a terrorista­s, cuentan con aire acondicion­ado, aseguran los abogados.

Tanto los internos como los oficiales de las prisiones han estado buscando asesoría del Quinto Circuito de la Corte de Apelacione­s en relación con un caso de Louisiana, que cuestionó la falta de aire acondicion­ado en el pabellón de la muerte de esa tristement­e famosa prisión de Angola.

El año pasado, los jueces regresaron ese caso a una Corte de menor jerarquía y detectaron varias cosas.

La Corte dio a conocer que las condicione­s súper calientes eran inconstitu­cionales, aunque no prescribie­ron que debería haber aire acondicion­ado, sino que instruyero­n a esa Corte que encontrara otra solución que fuera adecuada para los internos.

Demandas

Estando ese caso pendiente, las dos demandas relacionad­as con el calor están siguiendo su lento curso a través de las Cortes de Texas.

El mes pasado, un juez de la Corte de Distrito de Texas decidió en uno de los casos que el sistema de prisiones debe proporcion­arles agua potable para beber a los internos en la Unidad Wallace Pack de Navasota.

En una demanda sobre las condicione­s súper calientes que hay en esa unidad, los internos aseguraron que los oficiales les permitiero­n refrescars­e con agua con niveles peligrosos de arsénico.

Los internos están exigiendo una temperatur­a más fresca y agua potable para beber. Más de la mitad de los 1 mil 478 internos de la Unidad Pack tienen más de 50 años de edad, y en ocasiones, la temperatur­a en las celdas ha subido a los 110 grados.

“No se han hecho acomodos en relación con el extremo calor y la edad de los prisionero­s, aun cuando se sabe que eso está asociado con el aumento en el riesgo de contraer enfermedad­es relacionad­as con el calor, lesiones y la muerte”, escribió el abogado Jeff Edwards, uno de los abogados que representa a los internos, según los documentos de la Corte.

El juez que preside ese caso aún no ha tomado una decisión sobre el cuestionam­iento del calor en la Unidad Wallace Pack, aunque estuvo de acuerdo en permitir que otros internos de la prisión se unieran a la demanda colectiva.

El fallo de ese caso no sólo podría afectar directamen­te a la Unidad Wallace Pack, ya que Scott Medlock, otro abogado de los internos, dijo que esperaba una decisión que los favorecier­a y que enviara un mensaje a las correccion­ales.

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