Clonan toro para conseguir la ‘mejor chuleta’ al mejor precio
Esperan que Alfa pueda transmitir sus genes más ‘exclusivos’ a sus becerros y continuar con la línea hereditaria
Canyon, Texas— Al final de un camino de terracería localizado a 20 millas de Canyon, en el extremo norte de Texas, cuatro científicos de sombrero vaquero y botas cuidan a un toro muy especial.
Alfa, un clon de 2.5 toneladas, arremete impacientemente en su corral. Cerca, sus becerros descubren energía para jugar mientras el abrasador día da paso al ocaso.
Dean Hawkins, quien a pesar del calor trae puesta su camisa de manga larga de la Universidad West Texas A&M, se reclina en la verja blanca del corral al tiempo que describe los seis años en los cuales sus investigadores han estado intentando fabricar científicamente una chuleta más perfecta.
“Esto es lo mejor de la biotecnología”, dice Hawkins, quien dirige la facultad local de agricultura y ciencias naturales.
En el 2010 Alfa fue clonado a partir de ADN tomado de uno de los cortes más exclusivos y sabrosos que se pueden adquirir con dinero. Estos científicos ganaderos tienen la esperanza de que posea genes superiores capaces de ser transmitidos a sus becerros, y a los de éstos, y así, hasta que algún día la carne de la mejor calidad disponible pueda llegar al plato de usted por una fracción de su costo actual.
Para la universidad, probablemente no tengan precio los ingresos y el prestigio generados tan sólo por intentar crear la gran chuleta estadounidense.
Buena carne
Al día siguiente, los estudiantes se encuentran en el laboratorio de carne de la institución educativa rebanando a los descendientes de Alfa convertidos en medallones para hamburguesas.
Alfa es un clon, un gemelo genético, derivado de un rib-eye de primera.
Si alguna vez usted ha comido alguna chuleta de primera, es posible que haya pagado bastante en Al Biernat o en Nick & Sam’s. Dicha carne de res es rica en sabrosa grasa y se encuentra repleta de carne gustosa pero carece de la incomible grasa que el carnicero corta y tira.
Sólo tres de cada 10 mil vacas producen carne así de buena. Son las mismas probabilidades que un jugador preparatoriano de basquetbol tiene de ser reclutado en la NBA.
La carne seleccionada tipo “choice”, el grado inmediatamente inferior al de “de primera”, va a dar a cadenas de restaurantes de carne menos privilegiadas y a algunos mercados de más categoría. Abajo se encuentra “select”, el tipo de carne que probablemente se adquiera a menos de 10 dólares en el supermercado local.
Los seres humanos pueden comer carne de animales clonados, dice la Dirección de Alimentos y Drogas (FDA), pero es poco probable que usted la haya consumido debido a resultar demasiado caro clonar un animal como para que sea práctico producirlo en masa.
Además, en sondeos anteriores se ha demostrado que la mayoría de la gente es cautelosa en lo relativo a comer animales clonados, estigma que ha continuado a pesar de que los estadounidenses no lo piensan dos veces para consumir otros alimentos cuya clonación es común, como el vino de uvas clonadas.
En un cuarto situado junto al refrigerador para carne del laboratorio, están colgados siete de los vástagos de Alfa, luciendo el sello azul de las categorías “choice” y “de primera” de la FDA. Literalmente, en una mesa cercana yace una montaña de chuletas.
La semana próxima personas muy prominentes comerán algunas, mientras que en el curso de los próximos meses el resto se cocinarán para otros donadores y representantes de la industria.
Por ahora, el público sólo puede adquirir las hamburguesas.
Cómo surgió la idea
Hace seis años, Ty Lawrence se encontraba en un rastro distinto clasificando los cuerpos. Era tarde –ya se habían ido todos sus estudiantes de investigaciones– y él estaba a punto de terminar.
Luego se paró en seco. En rápida sucesión, Lawrence vio pasar dos de los mejores cortes de primera que había visto en su vida, uno después de otro.
En ese momento su carrera dio un súbito giro. Llamó a Hawkins, entonces director del departamento de Lawrence, y le explicó su idea.
“Quería clonar al novillo”, dijo Hawkins. “Y yo dije que no, que clonáramos una novilla y un novillo”.
Con la asistencia de ViaGen, la compañía con domicilio en Cedar Park dueña de la patente para clonar, el ganadero local Jason Abraham y el veterinario Gregg Veneklasen, el equipo del poniente texano usó la misma tecnología empleada para clonar en 1996 a la mundialmente famosa oveja Dolly con el fin de diseñar en reversa a Alfa y su contraparte femenina, Gama, a partir de dos de las mejores chuletas en el país.
Al aparear a dos reses que sabían poseían carne de calidad, los científicos tenían la esperanza de producir descendientes de mayor calidad que crecieran naturalmente de manera más veloz y requirieran menos energía, comida, agua y otros recursos.
En resumen, una res con el ahorro de combustible de un Prius pero la apariencia de un Cadillac.