Por falta de atención médica, murieron siete inmigrantes detenidos: derechohumanistas
Washington— Los malos cuidados médicos contribuyeron a la muerte de al menos siete migrantes detenidos entre 2012 y 2015 por las autoridades del país, según un informe distribuido ayer por Human Rights Watch (HRW).
La organización pro derechos humanos denunció que el sistema de detención de inmigrantes sigue sufriendo importantes problemas, a pesar de las promesas del presidente Barack Obama para dotarlo de más supervisión y unos servicios sanitarios mejorados.
El informe llega después de que las autoridades publicasen el pasado junio una revisión de 18 de los 31 fallecimientos de migrantes detenidos que se registraron entre mediados de 2012 y mediados de 2015.
Según dos expertos médicos independientes consultados por HRW, unos cuidados médicos inadecuados contribuyeron en al menos 7 de esas 18 muertes, mientras que en la gran mayoría de los casos hubo algún tipo de mala práctica que pudo poner en peligro a los detenidos.
Como ejemplo, el informe destaca el caso de Manuel Cota-Domingo, un guatemalteco de 34 años que falleció en diciembre de 2012 por problemas cardíacos, diabetes no tratada y neumonía en un hospital poco después de ser trasladado allí desde un centro de detención.
Según HRW, la revisión del caso ofrece pruebas de que los funcionarios de ese centro no respondieron durante cerca de tres horas a las peticiones de ayuda de Cota-Domingo, que estaba teniendo problemas para respirar.
Cuando por fin alertaron a los servicios médicos, se retrasó la evaluación del detenido y finalmente se le trasladó al hospital en un furgón y no en una ambulancia.
Para los expertos citados por HRW, la combinación de todos esos retrasos “contribuyó probablemente a convertir en fatal una condición potencialmente tratable”.
Las 18 muertes analizadas afectan a 13 centros de detención e incluyen a ciudadanos de México, Honduras, El Salvador, Canadá, Jamaica, Antigua y Barbuda, Mozambique y Guatemala, algunos residentes permanentes en EE.UU. y otros sin regularizar, incluidos al menos seis que habían buscado protección como refugiados.
Los siete casos en los que los expertos coinciden en relacionar una atención médica insuficiente con el fallecimiento son los del salvadoreño Raúl Ernesto Morales, el mexicano Santiago Sierra Sánchez, el canadiense George Carlysle Rockwell, el hondureño Lelis Rodriguez, la jamaicana Marjorie Annmarie Bell y Tiombe Kimana Carlos, de Antigua y Barbuda.
En total, el país cuenta con la capacidad de mantener hasta 34 mil inmigrantes en detención al mismo tiempo, repartidos en más de 200 instalaciones que incluyen cárceles, centros privados y algunas prisiones federales.