‘LIMPIA’ EN BORDER PATROL
Asume nuevo jefe nacional; fue agente del FBI aquí
Como el principal funcionario externo al cual se nombra para dirigir la Patrulla Fronteriza en los 92 años de existencia de la dependencia, esta semana el ex agente del FBI Mark Morgan inicia su nuevo cargo con un blanco de tiro dibujado en la espalda.
La elección de Morgan, funcionario que ha hecho carrera en el FBI, para encabezar la corporación de 20 mil elementos hace saber un claro mensaje: la Patrulla Fronteriza posee un problema de cultura que necesita corregirse.
Pero quedándole tan sólo siete meses a la administración Obama, la pregunta sigue siendo si Morgan es capaz de corregir una corporación en revuelo o si su nombramiento fue meramente simbólico.
Morgan sucede a Michael J. Fisher, el titular del puesto desde el 2010 hasta que se jubiló en noviembre. A partir de entonces, el jefe en funciones fue Ronald D. Vitiello, quien era el funcionario adjunto de Fisher.
No es la primera vez que Morgan está en Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), dependencia matriz de la Patrulla Fronteriza. Durante el 2014 fue nombrado director interino de Asuntos Internos por un lapso de seis meses.
Antes de fungir como subdirector de capacitación del FBI, Morgan fue el agente de mayor nivel del FBI en El Paso. En la dependencia a su cargo se realizaban investigaciones sobre delitos y corrupción en la frontera, entre otras funciones. Ni en Aduanas y Protección Fronteriza ni en el FBI estuvo el funcionario disponible para ser entrevistado antes de ingresar a la Patrulla Fronteriza.
La Patrulla Fronteriza se ha distinguido por dedicarse a la difícil y a menudo poco agradecida labor de confrontar peligros inadvertidos en zonas remotas. Pero tras su extensa ampliación a raíz del 9/11, la corporación también ha indignado al público y a otras instancias policiacas debido a su enfoque militarizado hacia la seguridad fronteriza.
El domingo, Morgan asumió el mando de una Patrulla Fronteriza acusada de una mentalidad cerrada y resistirse a la supervisión externa.
Para muchos agentes, el nombramiento de Morgan constituyó un golpe porque tenían la esperanza de que se volviera a nombrar su nuevo líder a alguien surgido de sus filas.
‘Es un día triste para la Patrulla Fronteriza’, dijo Ronald Colburn, quien en el 2009 se jubiló como el número 2 en la corporación. ‘Pero mañana uno se pone otra vez las botas y el uniforme y hace su trabajo’.
La decisión de optar por Morgan tiene que ver con las críticas externas sobre abuso sistemático, conducta indebida y problemas de disciplina en las filas, todas las cuales en años recientes han recibido atención constante por parte de la prensa.
El comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza R. Gil Kerlikowske, quien nombró a Morgan, ha dado indicios de desear una perspectiva fresca en la directiva de la corporación, y con un mayor grado de rendición de cuentas y transparencia.
Corrupción y tolerancia
Aunque el lema de la Patrulla Fronteriza es ‘El Honor es Primero’, no siempre se ha mantenido leal a él. Si bien el número total de arrestos de agentes ha fluctuado, en los últimos años se han registrado en la corporación varios arrestos relacionados con el alcohol y las drogas así como con violencia doméstica. En su lista de prioridades para el 2015, Kerlikowske trató de cambiar lo anterior.
Pero la decisión de nombrar a un titular que nunca ha aprehendido a alguien que cruce la frontera o no ha egresado de la academia de la corporación no ha agradado a algunos miembros de la Patrulla Fronteriza.
‘Los actos del comisionado demuestran su disposición a intentar aplacar a los críticos de CBP y de la Patrulla Fronteriza en específico’, dijo Shawn Moran, vocero del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, el cual representa a los agentes. ‘Creemos que sus decisiones han sido motivadas por grupos externos, no por las inquietudes de los empleados’.
Tras décadas de ser considerada el peldaño más bajo en el Departamento de Justicia, como un ex funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza describió a la Patrulla Fronteriza, la corporación obtuvo nuevo poder al ser turnada al Departamento de Seguridad Interna, formado en el 2003. En una nueva era de inquietudes sobre seguridad, se convirtió en Cenicienta gracias a un presupuesto ampliado y miles de agentes adicionales.
Los críticos dicen que los directivos cayeron bajo el embrujo de sus propios discursos y se confundieron en torno al objetivo de la corporación.
‘Doble estándar’
Muchos dicen que los problemas de sistema empiezan en los niveles más altos, donde desde hace décadas existe un doble estándar en las faltas éticas y otras conductas indebidas.
Un funcionario tras otro de alto nivel se ha escapado de ser destituido, ya no digamos enjuiciado, por diversos delitos y faltas.
Una vocera de Aduanas y Protección Fronteriza rehusó hacer comentarios sobre asuntos de personal.
Cuando Renee Harris, ex subjefa en funciones de la Patrulla Fronteriza, fue agregada de CBP en la Ciudad de México, sostuvo una relación indebida con el director de contrainteligencia mexicana que no se reportó.
La funcionaria al principio negó la relación para después admitirla, además de otras violaciones a las políticas, pero no se le levantaron cargos penales. A pesar de la recomendación de su despido, Harris conservó su empleo. Fue degradada, sanción que apeló, y eventualmente se jubiló en octubre del 2013. Harris rehusó emitir comentarios.
Luke López, un agente de la Patrulla Fronteriza que ascendió con rapidez y fungió como subjefe de colaboradores, fue arrestado a raíz de que en marzo del 2011 presuntamente amenazó con una navaja a un guardia de seguridad en el exterior de un bar de Arlington, Virginia. López alegó que alguien había echado un fármaco en su bebida, lo cual lo intoxicó.
A pesar de recomendarse su despido, López conservó su puesto. Actualmente trabaja en una oficina distinta en el interior de Aduanas y Protección Fronteriza, según su cuenta de Linkedin. A través de una portavoz de la corporación, López no quiso hacer comentarios.
López y Harris son tan sólo dos de más de 14 funcionarios que mediante investigaciones sobre asuntos internos y auditorías externas se descubrió que habían incurrido en faltas serias, oscilando entre intentar encaminar contratos y quebrantar leyes federales de contrataciones hasta sostener relaciones sexuales en sus oficinas, de acuerdo con James F. Tomsheck, ex jefe de Asuntos Externos.
Tomsheck señaló en entrevista haber recopilado en junio del 2013 la lista de funcionarios de alto nivel que habían evadido medidas disciplinarias durante una junta de alto nivel en la cual se preguntó a los funcionarios la razón de que la corporación tuviera problemas de estado de ánimo.
“Era ridículo: ¿por qué tenemos problemas con el estado de ánimo?’, dijo Tomsheck. ‘Yo quería gritar, porque los directivos creen que pueden hacer lo que quieran sin rendir cuentas’.
La ola de incidentes ocurridos durante el último año precipitó el nombramiento de Morgan. Varios líderes, incluyendo funcionarios de alto nivel en Detroit y el Valle del Río Bravo, en Texas, fueron sujetos a investigaciones de asuntos internos. Todas las indagatorias tuvieron su origen en alegaciones de relaciones indebidas o faltas.
En junio del 2015, Kevin Oaks, jefe de la zona de patrulla del Valle del Río Bravo, renunció de súbito, evitando que se investigara su relación con una abogada de CBP, con quien tuvo un hijo.
También su segundo al mando, Raúl Ortiz, fue cuestionado por una relación con una funcionaria de asuntos públicos. No fue posible localizar a Ortiz para pedirle comentarios.
En una entrevista, Oaks reconoció en la corporación donde trabajó la existencia de un margen para mejoras y la necesidad de transformarse en una corporación policiaca más profesional.
Oaks manifestó seguir en curso la contratación de miles de agentes que la dependencia inició hace más de 10 años. Agregó haber pocos funcionarios de alto nivel ‘que sepan cómo proteger de sí mismos a dichos agentes’.
‘Hemos tenido nuestros propios problemas con disparos cuestionables y con corrupción’, dijo. ‘No queremos tener mala reputación. No queremos que haya corrupción entre nuestras filas. Queremos asegurarnos de que los agentes sean los más rectos que podamos tener”.
Cerrar filas
En años recientes, la corporación ha sido criticada por la forma en la cual impone medidas disciplinarias, por sus políticas sobre el uso de la fuerza y por varios tiroteos polémicos, entre ellos confrontaciones transfronterizas letales con mexicanos.
Tras un periodo de crecimiento en el cual la Patrulla Fronteriza duplicó su tamaño y fue sometida a cambios históricos en cuanto a sus recursos y su misión, la corporación ya estaba teniendo dificultades para encontrar su camino. En vez de un legado de sellar la frontera, los dos últimos jefes de la dependencia son recordados porque no se puede confiar en la corporación para dirigirse a sí misma, en opinión del Gobierno de Obama.
La Patrulla Fronteriza se ha visto plagada con docenas de arrestos por corrupción, quejas sobre violaciones a los derechos civiles y acusaciones de uso excesivo de la fuerza al tiempo que en los últimos 10 años casi 50 personas han perdido la vida tras altercados con la corporación. En muchos lugares son tensas las relaciones con la comunidad.
Otras corporaciones policiacas consideran a la Patrulla Fronteriza deshonesta o apóstata. A nivel interno, muchos dicen que unos cuantos se ven privilegiados por una antigua cultura de ‘club de muchachos buenos’.
La Patrulla Fronteriza ha tenido un patrón de cerrar filas o abordar sus problemas internos sola –a puerta cerrada. Dichos problemas sólo se han visto exacerbados por las fallas en el crecimiento y el liderazgo de la corporación, aseguran agentes y ex agentes.
¿Por qué entonces asumiría este cargo Morgan –o cualquier otro funcionario que venga de fuera? Ronald T. Hosko, un ex funcionario de alto nivel del FBI que ha hablado con Morgan sobre la decisión de éste, señaló que el nuevo jefe tiene una sensación de deber y optimismo acerca de poder marcar una diferencia a corto plazo.
‘Entra a esto con una visión clara: muchos empleados de la Patrulla Fronteriza no lo quieren porque viene de fuera’, dijo Hosko. ‘Por Mark, yo espero que la den el margen de libertad para hacer los cambios necesarios, para traer a personas en las que pueda confiar y para crear un tejido de confianza interna y externa. Se trata de una carga pesada’, concluyó.