INCENDIAN PARQUE
Por segunda vez en tres años, el parque Indian Heights fue vandalizado con fuego; los resbaladeros quedaron derretidos y los árboles se observan chamuscados. Los hechos sucedieron el miércoles entre 6 y 7 de la tarde.
Un ciudadano mexicano que en repetidas ocasiones después de ser deportado regresó a Estados Unidos podrá quedarse en el país por el resto de su vida. En el Condado Webb, Juan Francisco de Luna Vásquez, inmigrante indocumentado originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue sentenciado a cadena perpetua por haber asesinado a su esposa –ciudadana estadounidense– en julio del 2015.
Presuntamente De Luna golpeó con un martillo a Angie Martínez, de 27 años y madre de tres hijos, para luego estrangularla con un cinturón.
“Se hizo justicia para mi hermana, eso es todo lo que queríamos”, dijo Martha Martínez.
El caso hizo resaltar las lagunas en lo que la familia Martínez consideró un sistema inmigratorio incapaz de prevenir que un reincidente volviera a internarse a Estados Unidos tras ser deportado cuatro veces.
“Hay que cambiar el sistema”, señaló Martínez.
“La Policía y la Patrulla Fronteriza necesitan tener más cuidado con las personas que se ha deportado. Esto pudo haberse prevenido. Ella todavía estaría aquí”.
El abogado defensor de De Luna intentó conseguir una sentencia menor y trató de convencer al jurado de que el asesinato no fue premeditado, sino un crimen pasional. Esta semana De Luna se declaró culpable por el cargo de homicidio.
“En el cargo del tribunal, el jurado tuvo que responder con un ‘no’ en un renglón especial sobre el castigo donde se manifestaba que el imputado no actuó por el calor del momento surgido por una causa adecuada”, dijo en comunicado la vocera de la Procuraduría de Distrito del Condado Webb Yanira de León.
Martha Martínez indicó que se le pidió rendir testimonio sobre la relación de abuso que su hermana mantenía con De Luna y la forma en la cual los tres hijos de la pareja, de 10, 9 y 4 años de edad, han respondido a la pérdida de su madre.
Historial con la Policía
Las autoridades arrestaron por primera vez a De Luna en enero del 2006 por un cargo de agresión que posteriormente se retiró debido a que ese mismo mes De Luna fue deportado a México.
A finales de junio del 2006, lo aprehendió la Patrulla Fronteriza y se le acusó de ingreso indebido por parte de un extranjero, según documentos procesales federales. Pero días más tarde ya estaba de nuevo detenido por la policía del Condado Webb acusado de evadir el arresto, resistir el arresto y hacer amenazas terroristas.
Los cargos continuaban pendientes cuando Angie Martínez fue asesinada.
El 3 de julio del 2006, un magistrado federal declaró a De Luna culpable de ingreso indebido y ordenó que fuera deportado y sujeto durante tres años a libertad condicional supervisada. De Luna pagó una multa de 10 dólares pero no estuvo en la cárcel.
En el 2010, De Luna fue arraigado al emitirse orden de arresto debido a no presentarse en los juzgados por los cargos anteriores, de acuerdo con archivos del Penal del Condado Webb. Pero al poco tiempo estaba libre.
En otoño del 2013, De Luna fue arrestado y acusado de manejar intoxicado y de golpear un objeto en la carretera.
Con los cargos anteriores aún pendientes, volvió ser arraigado en el Penal del Condado Webb. Pero salió el mismo días tras pagar los 2 mil 500 dólares de la fianza.
Cuando en febrero el Tribune informó por primera ocasión sobre De Luna, Inmigración y Aduanas (ICE, siglas en inglés) remitió todas las preguntas a la Patrulla Fronteriza. Pero el sector Laredo de dicha corporación señaló no contar con registro alguno de haber tenido contacto con De Luna.
En Washington, D.C, un funcionario de la corporación dijo no poder divulgar pormenores en torno a algunos deportados debido a las leyes sobre privacidad.
Después de que en julio del 2015 fue arrestado por homicidio, el ICE solicitó que De Luna fuera turnado a arraigo federal al ser liberado.
Familia de víctima considera que el sistema migratorio es ‘incapaz’ de prevenir que una persona reingrese al país cuatro veces