Aprueban comprar cámaras corporales para el Sheriff
Grabarán la interacción de alguaciles con el público
Después de más de un año a la espera de contar con nuevo equipo de seguridad, el Condado de El Paso aprobó la compra de cámaras corporales para grabar la interacción de alguaciles del comisario con el público, así como la adquisición de armas no letales, conocidas como tasers.
A un costo total de 1.7 millones de dólares, las cámaras corporales serán usadas, a conveniencia, no sólo por oficiales de campo, sino por carceleros o personal de control de animales, explicó el sheriff Richard Wiles. Wiles ha estado pugnando por el convenio con Taser International Inc. ante la Corte de Comisionados, pero ésta determinó el pasado 19 de abril posponer la decisión hasta el período de discusión del presupuesto total para el próximo año.
‘Inicialmente, habíamos pedido reemplazar los tasers que tenemos en el campo, y también, habíamos querido ver las cámaras corporales, pero no estábamos seguros de si podíamos pagar por ellas, debido al presupuesto tan apretado con el que solemos trabajar’, explicó Wiles.
Luego agregó que en la búsqueda de este material, ‘encontramos un programa que da los tasers gratis, a cambio de la compra de cámaras corporales. Esto requiere que la agencia entre en un acuerdo, por cinco años, para el resguardo digital ilimitado de datos’.
Y, aunque las decisiones presupuestales se efectuarían en agosto, las autoridades del Condado consensuaron dar el visto bueno a la compra de 250 cámaras más 390 tasers este pasado lunes. Los tasers tienen cámaras incorporadas que graban los momentos en los incidentes en que son utilizadas dichas armas.
Taser International no sólo suministrará las cámaras corporales y pistolas de descargas eléctricas (tasers), sino también proveerá de almacenamiento de datos ilimitados durante los siguientes cinco años.
El comisionado Carlos de León, ex jefe de la Policía de El Paso, respaldó la decisión del resto de la Corte. ‘Al llevar consigo las cámaras, los agentes de la ley se protegen a sí mismos y a la comunidad. Nos estamos moviendo en la dirección correcta: tomando ventaja de la tecnología a la que tenemos acceso’, aseguró el funcionario.
Evidencia en la ‘nube’
Las nuevas cámaras corporales a las que tendrán acceso los agentes del Sheriff podrían estar en sus manos en los siguientes 30 o 60 días.
Toda la actividad que se grabe mediante estos aparatos será almacenada en un espacio virtual en la internet, a la que se le conoce como la ‘nube’. Es decir que, al final del turno de un oficial, las grabaciones realizadas por el aparato que se le designara serían transferidas a un servidor, una megacomputadora, donde se almacenará de manera segura para futuras referencias.
El acceso a las imágenes descargadas estaría controlado para mantener la integridad de la evidencia, y de ser requerido, el público o las entidades que lo soliciten, tendrían acceso irrestricto, prometió el sheriff Willes.
Por cierto que el alguacil añadió que está claro sobre los pros y contras que la comunidad local o los 240 agentes de la fuerza a su cargo podrían alegar acerca del uso de esos dispositivos.
Dijo que algunos oficiales podrían ser cautelosos a la hora de portar cámaras en sus uniformes y asimismo los residentes podrían tener menos confianza en contactar a un oficial, sobre todo cuando quieran compartir información con un oficial.
Sobre este punto, Wiles dijo que el departamento deberá crear una política que dictaminará el uso de estas cámaras corporales: el momento de encendido y apagado de las mismas, entre otros factores.
La polémica de las cámaras instaladas en el uniforme de oficiales ha acaparado la atención nacional desde el tiroteo fatal de Michael Brown por un oficial de policía blanco a quien no se le fincaron cargos por el asesinato del adolescente afroamericano.
La organización independiente ‘Police Executive Research Forum’, con sede en Washington D.C., emitió un boletín sobre el uso de cámaras corporales después de una investigación con diferentes departamentos policiales del país que ya las utilizan.