Antes de adquirir una mascota
Tener una mascota otorga muchos beneficios físicos, emocionales y psicológicos. Es innegable el impacto que el tener una puede tener en el desarrollo de un niño: aprende sobre compasión, responsabilidad y amor. Los beneficios son similares con los adultos, suponiendo por supuesto que sean dueños responsables y que en verdad quieran a sus animales.
Pero, toda mascota tiene un costo que va más allá del precio de venta. Sí, quizá un pez cuesta 2 dólares, pero al considerar la pecera, filtro, químicos para balancear el agua y demás, esos dos dólares fácilmente pueden convertirse en cincuenta o más. Lo mismo sucede con hámsters, ratones y demás. El costo de la mascota es muy pequeño comparado con todo lo que se requiere para su mantenimiento.
Esto es evidente con los perros. Independientemente si se adquiere a través de un rescate, de una tienda de mascotas o por cualquier otro medio, el tener un perro es un compromiso de mínimo, diez años. Diez años en los que se tendrá que comprar, como mínimo, alimento y vacunas, y por supuesto, hay que agregar juguetes y consultas médicas adicionales, esterilización, cortes de pelo, camas, medicinas y demás. Esto, claro, si lo que buscas es ser un dueño responsable. Está de más decir que si planeas tener a tu perro en la azotea o en el jardín permanentemente es una forma de maltrato y te recomiendo mejor ahorrarte el dinero y el esfuerzo; porque ¿quién condena a un miembro de su familia a vivir en el techo o en el jardín, especialmente con el calor que azota esta región?
Si estás considerando una mascota te invito a que también consideres todo lo que te va a costar a lo largo de su vida, no sólo en dinero, sino también en atención, tiempo y esfuerzo.
Si estás considerando un perro, estudia las diferentes razas y sus necesidades específicas. Cada año miles de perros son abandonados y sacrificados precisamente por esta falta de entendimiento. Muchos son comprados cuando son cachorros, y los dueños los abandonan cuando se dan cuenta del tamaño que crecen o de lo demandantes que puedan ser. Por ejemplo, algunas razas necesitan hacer mucho ejercicio a lo largo del día; si vives en un lugar pequeño o no tienes tiempo de pasearlo mínimo 40 minutos al día, estas razas liberan su energía masticando o destruyendo cosas. No es que el perro sea malo, es simplemente una expresión de que tiene energía que no está utilizando apropiadamente y se aburre.
O en el caso de los peces, hay algunos que requieren cuidados mínimos, y hay otros que necesitan condiciones muy precisas para poder sobrevivir.
Si estás considerando adquirir una mascota pasa el tiempo necesario para determinar lo que le puedes ofrecer. Habla con veterinarios, observa videos en YouTube sobre lo que estás considerando, analiza cómo la mascota va a afectar tu presupuesto (de tiempo y dinero) y haz una decisión consciente. A final de cuentas, si estás considerando una mascota, considera también que es tu responsabilidad (y obligación) el darle una vida feliz, toda su vida.
Sígueme en Facebook en facebook.com/miguelgomezconsejero o en mi blog miguelgomezconsejero. com