Enfrenta El Paso crisis de fe: faltan sacerdotes católicos
La Iglesia católica está sufriendo una crisis de fe y cada vez hay menos hombres interesados en el sacerdocio. Los escándalos de pederastia y la popularidad de otras manifestaciones religiosas –como el protestantismo– han minado ese camino, incluso aquí en El Paso.
“Hemos visto una disminución”, reveló el fraile Mariano López, encargado del Seminario St. Charles, en El Paso.
“Apenas este año hemos sido capaces de ordenar a un cura para cubrir uno que se retira. Mientras que los sacerdotes jubilados siguen a menudo sirviendo en parroquias de la Diócesis, varios están encontrando que hacer eso es cada vez más difícil debido a sus enfermedades. Sin embargo, en los últimos años el número de seminaristas y sacerdotes recién ordenados se ha incrementado, pero no son capaces de ponerse al día con las pérdidas aún”, expresó el religioso.
Los investigadores del Centro para la Investigación Aplicada en el Apostolado de la Universidad de Georgetown descubrieron que, a nivel nacional, una de cada cinco parroquias católicas no tiene un cura residente.
También revelan que, aunque población católica de los Estados Unidos está aumentando en un 1 por ciento al año, la matrícula al seminario se mantiene inamovible desde hace bastantes años.
El escasos suministro de sacerdotes ya ha obligado a cientos de parroquias a cerrar o consolidarse con otras. Lo que es peor, los sacerdotes que quedan, son viejos, su edad promedio es de 63 años.
Crece la población católica
En el 2004, entre las más recientes adhesiones a la iglesia católica local, se ordenó a cinco sacerdotes; tres de ellos fueron de los conocidos como de “llamado tardío”, es decir, hombres que deciden optar por el sacerdocio cerca de los 40 años de edad. El sitio web CatholicHierarchy, da información sobre los obispos y diócesis del mundo, tanto actuales como históricos. Éste contiene una base de datos, más o menos actualizada, en la que hace un recorrido sobre, al menos, 6 décadas de historia religiosa.
Como ejemplo, en 1950, 127 sacerdotes realizaban servicios religiosos para 144 mil 591 feligreses -de un total de 427 mil 939 residentes- y 52 parroquias en El Paso. Para 2013, el número de sacerdotes cayó a 111 mientras que el número de feligreses subió a 689 mil 549 -de un total de 877 mil 940 residentes del área metropolitana de El Paso, Hudspeth y Van Horn -, distribuidos en 57 parroquias.
Desde luego, los números varían de una base de datos a otra. La misma diócesis maneja cifras distintas en su sitio web: la población total católica es de 686 mil 037 fieles en un área de influencia con 858 mil 546 habitantes, con un total de 57 parroquias, 18 misiones. Además cuenta con 43 sacerdotes diocesanos activos, 31 sacerdotes jubilados.
También aquí mismo hay una pequeña discrepancia: el número de parroquias listadas es de 79, incluidas tres misiones históricas y la catedral San Patricio, para un total de 49 sacerdotes religiosos disponibles en El Paso, aunque solo 43 de ellos ejercen en la diócesis y, en teoría, son pastores de 16 mil feligreses cada uno. Los vecinos de Las Cruces y gran parte del sur de Nuevo México, una de las diócesis más jóvenes de la región, tenían -para 1990- 146 mil 294 fieles, de un total de 450 mil habitantes. Además, daban servicios a 64 parroquias. Para 2013, el número de fieles bajó a 142 mil, mientras que la población aumentó a 541 mil habitantes. Su número de parroquias también decreció hasta 46 comunidades eclesiales.
Buscan hombres con vocación
Aunque el número de fieles ha ido creciendo con los años, una de las razones para esta escasez sacerdotal, revela el Fraile Mariano López, es que muchos católicos no participan activamente en la fe. “A veces la fe es considerada como una emoción personal que va y viene”. Con esto, dijo, en comparación con el resto de la nación “nuestra fe sigue siendo muy fuerte. La diversidad de fes no han reducido el número de católicos. En realidad, la mayoría antiguos católicos declaran no haber tenido tradición religiosa anterior”.
López agregó que “es cierto que el escándalo de los abusos (sexuales contra niños) a nombre de muchos clérigos y líderes laicos han hecho daño a la Iglesia profundamente. Sin embargo, es más exacto decir que hay una crisis de compromiso. La gente no está dispuesta a comprometerse en muchas maneras diferentes: el matrimonio, la vida soltera bendita, la vida religiosa y el sacerdocio”.
Como efecto dominó de este suceso, hay parroquias en la diócesis paseña que no tienen cura. Muchas de ellas lo comparten. “Algunos sacerdotes están en dos o tres parroquias en la ciudad de El Paso. En las zonas rurales de la Diócesis de El Paso, hay hasta cinco parroquias por sacerdote y, a veces, los religiosos viajan por más de una hora para visitar cada parroquia”, explicó el religioso.
Ante estos hechos, la diócesis ha buscado formas de remediar la situación importando sacerdotes. “La mayoría de nuestros sacerdotes no son de El Paso. Vienen de Colombia, Kenia, Filipinas y México. Un pequeño porcentaje de ellos son nativos paseños”, reveló López.
El camino al sacerdocio
Un hombre tiene que participar en un programa ambicioso de formación sacerdotal que dura de cinco a 13 años, dependiendo de sus antecedentes y el seminario que asista.
Hay tres niveles de seminario: escuela secundaria; universidad y pre-teología; y teología. Entre 1999 y 2000, más de 700 estudiantes asistieron a seminarios de secundaria, 1.576 asistieron a los seminarios universitarios y 3.474 se matricularon en las escuelas de teología.
Los seminarios abordan cuatro tipos de formación: humana, espiritual, académica (intelectual) y pastoral. Además del trabajo del curso académico, los seminaristas participan en un programa completo de actividades espirituales, por ejemplo, misa diaria, Liturgia de las Horas (oración de la mañana, oración de la tarde), y dirección espiritual y retiros.