Dan nuevos empleos a ex custodios de Bland
DA menos de dos meses de la muerte de Sandra Bland, una mujer afroamericana que fue encarcelada en Texas después de una parada de tráfico rutinaria, dos de sus custodios silenciosamente cambiaron de empleos.
En septiembre del 2015, Rafael Zúñiga y Michael Serges se cambiaron de la oficina del Sheriff del Condado Waller e ingresaron al e Departamento de Policía de Waller, una agencia más pequeña con menos responsabilidades, de acuerdo con registros estatales obtenidos por The Associated Press. Comenzaron a trabajar el mismo día.
Conservaron esos empleos aún después de haber admitido bajo juramento su participación en falsificar una bitácora de la cárcel que indica que habían revisado el bienestar de Bland una hora antes de que se le encontrara colgada dentro de su celda en julio del 2015, de acuerdo con el abogado de la familia Bland, el cual interpuso una demanda por muerte innecesaria contra el Condado y varios empleados, incluyendo a los dos ex custodios. Las autoridades lo declararon suicidio.
Esta semana, el abogado Tom Rhodes comentó a la AP que Zúñiga había reconocido en una declaración que el registro se llenaba con anticipación con las horas en las que se suponía que había realizado sus revisiones de celdas. Serges reconoció haber firmado la parte inferior de la hoja de registro al inicio del turno antes de cualquier revisión de celda, de acuerdo con Rhodes, quien describió las declaraciones pero no proporcionó las transcripciones a la AP.
Sidney Johnson, el primer congresista afroamericano en Waller, expresó que él tiene sospechas acerca de la transferencia de los carceleros a la nómina municipal tan inmediata a la muerte de Bland, pero que sus solicitudes de mayor información han sido ignoradas.
Agregó que de haber sabido de la participación de esos hombres en el caso Bland, “no los habríamos contratado”.
Los registros de la cárcel muestran que Bland informó cuando la encarcelaron que ya había tratado de cometer suicidio, lo que significa que deberían haberla revisado al menos cada 30 minutos según los estándares de prisión. Los lineamientos estatales dicen que todos los reclusos deben ser revisados cada hora.
En lugar de eso, dos horas pasaron antes de que los custodios notaran que Bland estaba inconsciente, lo cual no está reflejado en el registro de la prisión, declaró Rhodes a la AP.
La oficina del sheriff’ ha reconocido que la revisión personal registrada de las 8 a.m. en realidad fue realizada por intercomunicador.
La Comisión de Estándares para las Prisiones de Texas le dio un citatorio a la cárcel en cuestión, luego de la muerte de Bland, por no revisar a los reclusos en persona y no proveer documentación de que su personal había sido entrenado en cómo lidiar con reclusos potencialmente suicidas.
“Hay mucho más sucediendo aquí de lo que se refleja en los documentos”, comentó Rhodes. “Porque los documentos en muchos casos están totalmente mal”.
Larry Simmons, abogado del Condado y de los guardias, rehusó contestar preguntas y está buscando vetar legalmente los comentarios sobre el caso. En una breve entrevista telefónica con la AP, Serges confirmó que ahora trabaja para la Policía de la ciudad de Waller, recordó a Bland pero dijo que él no había tenido alguna plática significativa con ella y negó en general haber hecho cualquier cosa mala. A Zúñiga no se le pudo localizar.
Cuando Bland falleció, Zúñiga había sido custodio del Condado Waller por unos seis meses, según los registros estatales. Serges ha trabajado en el Orden Público por 11 años.
Zúñiga testificó en julio que era su costumbre “pre llenar” la bitácora de la cárcel con los tiempos de sus revisiones programadas, comentó Rhodes, mientras que Serges testificó que él firmaba registros en blanco al inicio de su turno como forma de hacer ver quién estaba en funciones.
Rhodes además expresó a la AP que Zúñiga testificó que lo habían entrenado para que llenara los registros de esa manera, pero no dijo quién lo había hecho.
Cuando se les preguntó si habían revisado la celda de Bland a las 8:01 a.m., como estaba anotado en la bitácora de la cárcel, ambos Zúñiga y Serges contestaron que no, dijo Rhodes. Las autoridades reportaron que Bland fue declarada muerta a las 9:06 a.m.
Phil Rehak, quien se jubiló como jefe de policía dos semanas después de la muerte de Bland, expresó que él no sabía cosa alguna acerca de las contrataciones.
El jefe de Policía sustituto, Mike Williams, no contestó los mensajes telefónicos. El alcalde de Waller, Danny Marburger, aclaró que él no sabía de los nexos de ambos hombres con el caso Bland cuando Williams sugirió al Concejo de la Ciudad que los contratara en agosto pasado, pero que no presionaría para que los despidieran o suspendieran a menos que los acusaran formalmente o arrestaran o él recibiera “evidencia concreta” de que actuaron mal.
El hecho de que los custodios obtengan nuevos empleos “ciertamente genera muchas preguntas”, expresó Mimi Marziani, directora ejecutiva del Proyecto de Derechos Civiles de Texas.
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