Apoyan menores de 30 control de armas
Se inclinan por prohibir armamento semiautomático y una revisión más exhaustiva de antecedentes de los compradores
Chicago, Ill.— LaShun Roy apoya la prohibición de las armas semiautomáticas y una revisión de antecedentes más exhaustiva. Sin embargo, esta joven de 21 años de edad, quien vive en una zona rural de Texas y posee un arma, no considera que las medidas para su control sea la máxima prioridad para las elecciones de este año.
Para Keionna Cottrell, de 24 años de edad, que vive en la parte sur de Chicago y cuyo hermano fue asesinado a balazos en este año en otra ciudad de Illinois, pocas cosas son más importantes que limitar el acceso a las armas.
‘Muchas personas están muriendo debido a que no existe un control de armas en nuestras calles’, dijo Cottrell.
‘Los jóvenes tienen armas militares y no tienen miedo de usarlas’, agrega.
Aunque difieren sus vidas y experiencias, el apoyo de las mujeres jóvenes para que haya más policías y frenen la violencia con las armas refleja el sentimiento de muchas estadounidenses cuyas edades oscilan entre los 18 y 30 años, independientemente de sus antecedentes, de acuerdo a un nuevo sondeo realizado por GenForward.
Aproximadamente, 9 de 10 jóvenes dicen que apoyan la revisión de antecedentes penales en todas las ventas de armas, un nivel de apoyo que sigue siendo consistente en todos los grupos raciales y étnicos.
Unas sanciones más severas por violar las leyes existentes sobre las armas son apoyadas por 9 de cada 10 adultos jóvenes, incluyendo aproximadamente 9 de cada 10 caucásicas, asiáticoamericanos y latinas, así como también 8 de cada 10 afroamericanas.
El 57 por ciento de las estadounidenses jóvenes apoyan la prohibición sobre las armas semiautomáticas, con un respaldo especialmente alto del 74 por ciento entre las asiáticoestadounidenses.
GenForward es un sondeo realizado por el Proyecto Juventud Afroamericana de la Universidad de Chicago, el Centro NORC de Investigación de Asuntos Públicos y The Associated Press.
El primer sondeo de este tipo le puso especial atención a las voces de las jóvenes de color, destacando cómo es que la raza y etnia modelan las opiniones de una nueva generación.
Roy, una estudiante universitaria de tiempo completo, quien aprendió cómo manejar rifles de asalto mientras prestaba sus servicios en la Guardia Nacional, comentó que es posible proteger los derechos de los propietarios de las armas e implementar una protección.
Eso la coloca entre el 54 por ciento de adultos jóvenes –incluyendo el 61 por ciento de los asiáticoestadounidenses, el 57 por ciento de los afroamericanos y 52 por ciento de latinos y caucásicos– que aseguran que las leyes que limitan la propiedad de las armas no infringen el derecho que tiene el público de tenerlas.
‘Yo creo que es importante asegurarnos que el gobierno no va tocar de puerta en puerta para decir: Déjenme ver sus armas y municiones’, dijo Roy, quien es afroamericana.
‘Aunque creo que es realmente importante que se revisen los antecedentes y asegurarnos que no posea armas una persona que cometió un delito grave’.
Considera también que la nueva ley de Texas que permite portar armas a la vista en los campus es una mala idea. ‘¿Qué pasaría si alguien no tiene un buen desempeño en clase o muere un familiar?, ¿qué podría detenerlos de sacar un arma y disparar contra el maestro o sus compañeros de clase?’, se pregunta Roy.
‘Uno tiene muchas emociones diferentes y asiste a la escuela con diferentes tipos de personas’, afirma.
El sondeo deja de manifiesto que las diferencias en las experiencias personales de las jóvenes estadounidenses han ayudado a moldear sus actitudes sobre las armas.
Más de la tercera parte de las afroamericanas –el 37 por ciento– y casi la cuarta parte de las latinas aseguran que ellas o alguien que conocen experimentaron la violencia con las armas durante el año pasado, comparado con un 12 por ciento de caucásicas o asiáticoestadounidenses.
Aproximadamente 4 de 10 jóvenes adultos señalaron que viven en hogares en donde alguien posee un arma, incluyendo el 21 por ciento que posee una personalmente.
Entre las jóvenes caucásicas, el 52 por ciento vive en un hogar en donde hay armas, el 29 por ciento posee una personalmente.
El 24 por ciento de las afroamericanas jóvenes, el 23 por ciento de las jóvenes latinas, y 19 por ciento de las jóvenes asiáticoestadounidenses viven en hogares en donde hay armas, aunque sólo el 10 por ciento de las latinas y asiático-estadounidenses y el 11 por ciento de las afroamericanas aseguran que poseen una personalmente.